lunes, 27 de febrero de 2017

CIEN VECES MÁS

Mc 10, 28-31

En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús dijo: «En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más - casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones -, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros».


LO HEMOS DEJADO TODO


En tiempo de Jesús los discípulos lo dejaron todo para seguirle. Se la jugaron. Dejaron casa, hermanos, padres, tierras... por Jesús. 

Deberíamos aprender de ellos su valentía, su arrojo, su esperanza y su fe en el seguimiento de Jesús. Se fiaron del todo. 

Confianza, sin condiciones. Un SÍ en el seguimiento, como María. Fiémonos de Jesús, que, con tan gran Capitán, como decía santa Teresa, nada malo puede pasar.





domingo, 26 de febrero de 2017

EL CAMELLO Y LA AGUJA

Mc 10, 17-27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde juventud».
Jesús se le quedó mirándolo, lo amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme».
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!»
Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Pero Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».


DIOS LO PUEDE TODO


Cuando decimos que Dios es omnipotente, ¿nos lo creemos de verdad? Porque si creyéramos de verdad que Dios lo puede todo. esto cambiaría nuestra vida desde ya.

Dios lo puede todo, es Dios y, por serlo, lo puede todo. No un poquito, sino todo. Es nuestro Padre y nos ama y quiere lo mejor para nosotros.

Nuestro Padre y omnipotente. ¿Qué más podemos saber de Dios para cambiar nuestra actitud hacia Él, hacia nosotros y hacia el prójimo? Dios lo puede todo. Es imposible para los hombres, pero no para Dios.



sábado, 25 de febrero de 2017

VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mt 6, 24-34

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros del cielo: ni siembran, no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su afán».


MIRAD A LOS PÁJAROS DEL CIELO


En este domingo Jesús nos habla del servicio y de que no nos agobiemos por el mañana, puesto que Dios cuida de nosotros más de lo que podemos pensar.

Y nos dice: "Mirad a los pájaros del cielo". Quiere que nos fijemos en que si ellos son cuidados, cuánto más lo seremos nosotros, hechos a su imagen y semejanza.

Los pájaros, las flores, la naturaleza en sí es un regalo de Dios y una enseñanza para nosotros. Tengamos fe y esperanza, que lo demás se nos dará por añadidura.



viernes, 24 de febrero de 2017

LOS BENDECÍA

Mc 10, 13-16

En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él».
Y tomándoles en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.



DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ


Jesús nos invita a aceptar y vivir el Reino como los niños, con su asombro, son su alegría, con su sencillez e inocencia. 

Y nos anima a ser como ellos, si no, no habremos entendido nada, sería como coser sin hilo, no tendría fruto. 

Los niños nos enseñan a tener el corazón blanco, sin suspicacias ni recelos. Vivamos con esa inocencia, haciendo vida el Reino. 


SEGÚN SU COSTUMBRE, LES ENSEÑABA

Mc 10, 1-12

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según su costumbre les enseñaba.
Acercándose unos fariseos, le preguntaron para ponerlo a prueba: «¿Le es licito al hombre repudiar a su mujer?».
Él les replicó: «¿Qué os ha mandado Moisés?».
Contestaron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla».
Jesús les dijo: «Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.
De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo: «Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio».


EN CASA, VOLVIERON A PREGUNTARLE


Después de toda la jornada predicando, curando y seguido de las multitudes Jesús también volvía a casa, como nos dice el evangelio.

Y ya en casa, los discípulos, después de un día agotador, al calor de la amistad, le preguntaban sobre lo que no habían entendido de la jornada.

Nosotros también podemos hacerlo veinte siglos después. Al final de la jornada, agotados del trabajo y del trajín diario, acudamos a la oración a preguntarle a Jesús sobre todo aquello que nos entendimos. Y allí, en su corazón, Él nos lo explicará todo.



jueves, 23 de febrero de 2017

SI LA SAL SE VUELVE SOSA

Mc 9, 41-50

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te induce a pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna”.
Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salaréis? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con otros».


UN VASO DE AGUA


Un vaso de agua no tiene mucho valor. Lo pedimos en cualquier restaurante y nos lo dan sin siquiera pedirnos dinero por ello. No le damos valor.

Pero, una vez más, las cuentas de los hombres no son las de Dios. Dar un vaso de agua se convierte en la mayor obra de misericordia pasado por el tapiz del amor.

En los detalles pequeños están las mayores obras de amor que podemos ofrecer al prójimo. Un vaso de agua llega a ser signo de que el Reino está presente en nosotros. 





miércoles, 22 de febrero de 2017

TÚ ERES EL MESÍAS

Mt 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Jesús Dios vivo» le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo».


ELLOS CONTESTARON


Hoy celebramos la fiesta litúrgica de la Cátedra de san Pedro, en la que celebramos que Pedro fue llamado a presidir en la caridad a toda la Iglesia.

Jesús preguntaba a los discípulos para enseñarles y ellos contestaban."¿Quién decís que soy Yo?", les pregunta en esta ocasión. Y a nosotros también nos pregunta.

¿Quién dices tú que soy Yo? ¿Quién soy para ti? ¿Qué significo en tu vida? ¿Qué importancia me das en tu día a día, en tu realidad cotidiana? ... Demos respuesta a estas preguntas. Oremos con ellas y tendremos muchas respuestas.


martes, 21 de febrero de 2017

IBA INSTRUYENDO A SUS DISCÍPULOS

Mc 9, 30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará».
Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?».
Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».


EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO


Hoy el evangelio nos vuelve a hablar de las "matemáticas de Jesús". Esas matemáticas tan especiales que con 5 panes y dos peces dan de comer a 5000 hombres. 

Y en esta ocasión nos habla del primero y el último. El que se crea el primero resulta que es el último y el que es el último resulta ser el primero. Pedagogía de Jesús.

No queramos ser los primeros mas que en amar y ser misericordiosos y así seremos también multiplicadores de la gracia de Dios y su Reino. 


domingo, 19 de febrero de 2017

TODO ES POSIBLE AL QUE TIENE FE

Mc 9, 14-29

En aquel tiempo, Jesús y los tres discípulos bajaron del monte y volvieron a donde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos.
Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo.
Él les preguntó: «¿De qué discutís?».
Uno de la gente le contestó: «Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que lo echen, no han sido capaces».
Él, tomando la palabra, les dice: «¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuando os tendré que soportar? Traédmelo».
Se lo llevaron.
El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; este cayó por tierra y se revolcaba echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre: «¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?».
Contestó él: «Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten compasión de nosotros y ayúdanos».
Jesús replicó: «¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe».
Entonces el padre del muchacho gritó: «Creo, pero ayuda a mi falta de fe».
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: «Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: sal de él y no vuelvas a entrar en él».
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió.
El niño se quedó como un cadáver, de modo que muchos decían que estaba muerto.
Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: «¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?».
El les respondió: «Esta especie solo puede salir con oración».



CREO, PERO AYUDA A MI FALTA DE FE


La fe mueve montañas, dice la sabiduría popular. Y hoy Jesús en el evangelio nos dice que todo es posible al que tiene fe. 

Jesús en el evangelio de hoy pide fe a un padre que le suplica que cure a su hijo. Y Jesús lo cura por la humildad de su fe.

La fe es don y como tal hay que pedirla. Pero también hay que vivirla. Quien vive en la fe vive en la esperanza porque la  fe es vivir en esperanza. Y con esperanza y fe llegamos a vivir la caridad.



sábado, 18 de febrero de 2017

VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mt 5, 38-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».


¿QUÉ HACÉIS DE EXTRAORDINARIO?


Hoy domingo Jesús en el evangelio es,  como siempre, muy claro: si hacemos lo que hacen todos, ¿en qué se distingue que somos seguidores de Cristo?

A ejemplo de Cristo nuestro primer mandamiento debe ser el amor, al amor a todos. Nos pide que seamos perfectos, y lo seremos haciendo vida un amor perfecto.

Debemos hacer día a día "cosas extraordinarias", como nos dice hoy Jesús. Y lo extraordinario que nos pide es amar al extremo, siguiendo su ejemplo. Hagamos ordinario lo extraordinario.