sábado, 30 de junio de 2018

XIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mc 5, 21-24. 35b-43
En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al mar.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva».
Se fue con él y lo seguía mucha gente.
Llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?».
Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe».
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegaron a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo: «¿Qué estrépito y qué lloros son éstos? La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).
La niña se levanto inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor.
Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

BASTA QUE TENGAS FE
Los cristianos no creemos únicamente en una doctrina; los cristianos creemos en una Persona, Jesús. Y Él en el evangelio de hoy nos dice que nos basta la fe. 
Es algo difícil de interiorizar y difícil de vivir. Que la fe sea la que nos baste para vivir, para creer, para seguir adelante requiere una gran fortaleza.
Ser fuertes, ser creyentes, con la firmeza de saber que la confianza en Dios y su Voluntad será la que nos sostenga en todos los momentos de la vida. 

viernes, 29 de junio de 2018

QUE TE SUCEDA SEGÚN HAS CREÍDO

Mt 8, 5-17
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le dijo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos; en cambio, a los hijos del reino los echarán fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes».
Y dijo Jesús al centurión: «Vete, que te suceda según has creído».
Y en aquel momento se puso bueno el criado.
Al llegar Jesús a casa de Pedro, vio a su suegra en cama con fiebre; la tocó su mano y se le pasó la fiebre; se levantó y se puso a servirle.
Al anochecer, le llevaron muchos endemoniados; él, con su palabra, expulsó los espíritus y curó a todos los enfermos para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: «Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades».

CON SU PALABRA
La Palabra de Dios es viva y eficaz. Y también es un regalo para nuestras vidas en todo momento. Una carta perenne que Dios nos envió.
La Palabra de Dios, cura, refresca, nos hace reflexionar en profundidad sobre las situaciones en las que nos encontramos a diario.
Acerquémonos cada vez más a Jesús, a la Palabra con mayúsculas. Así nuestro corazón se unirá al Corazón de Jesús más intensamente. 


jueves, 28 de junio de 2018

SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

 Mt 16, 13-19
En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
Jesús le respondió: «¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo. Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

PEDRO Y PABLO
Hoy la Iglesia recuerda a los dos pilares que, en los principios del cristianismo, impulsaron la doctrina de Jesús hasta el confín de la tierra.
Nosotros, dos mil años después, dos mil años de Iglesia después con dos mil años de sabiduría cristiana a nuestras espaldas, también podemos impulsar el cristianismo.
En nuestra pequeña parcela, en nuestra familia, en nuestro trabajo, en nuestro pequeño círculo podremos ser también apóstoles de Cristo, como Pedro y Pablo.


miércoles, 27 de junio de 2018

¿NO HEMOS PROFETIZADO EN TU NOMBRE?

Mt 7, 21-29
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Aquel día muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?".
Entonces yo les declararé: “Nunca os he conocido. Alejaos de mí, los que obráis la iniquidad"
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa ; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».
Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad y no como los escribas.

LA GENTE ESTABA ADMIRADA DE SU ENSEÑANZA
Los contemporáneos de Jesús nos pueden enseñar algunas cosas. Como nos cuenta el evangelio de hoy, se admiraban de su enseñanza.
La admiración es propia de los que son como niños. Se admiran los sabios, los sencillos, los humildes, los de corazón puro.
No perdamos nunca la capacidad de admirarnos, sobre todo de admirarnos de las enseñanzas de Jesús. Seamos de corazón puro.




martes, 26 de junio de 2018

PIEL DE OVEJA

Mt 7, 15-20
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.

CUIDADO CON LOS PROFETAS FALSOS
Los profetas falsos se conocían en el Antiguo Testamento porque, al contrario de los verdaderos, no se cumplían sus profecías.
Estamos en tiempo de predicciones, falsos profetas que prometen cielos en la tierra sin mover un solo dedo.
Pero nosotros tenemos un horizonte claro y firme al que deseamos llegar: Jesús. Él es la verdadera profecía anunciada desde antiguo. Seguirle es nuestra suerte.



lunes, 25 de junio de 2018

LA LEY Y LOS PROFETAS

Mt 7, 6. 12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; no sea que las pisoteen con sus patas y después se revuelvan para destrozaros.
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas.
Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos.»

HACEDLO VOSOTROS CON ELLOS
El evangelio de hoy nos recuerda una de las normas más elementales y naturales que el ser humano alberga en su corazón. 
Hacer a los demás lo que nosotros desearíamos que nos hicieran. Pero como cristianos debemos hacerlo aun mejor.
Con una sonrisa, dando más de lo que se espera de nosotros, hacerlo sin esperar nada a cambio y con el pensamiento en el Maestro. Así como querríamos que lo hicieran con nosotros. 



NO JUZGUÉIS

Mt 7, 1-5
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque seréis juzgados como juzguéis vosotros, y la medida que uséis, la usarán con vosotros.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Déjame que te saque la mota del ojo", teniendo una viga en el tuyo? Hipócrita; sácate primero la viga del ojo; entonces verás claro y podrás sacar la mota del ojo de tu hermano».

NO JUZGUÉIS
Jesús es  muy claro en este sentido. No somos jueces de nadie, por lo que no debemos juzgar a nadie.
El mismo Jesús dijo que Él no había venido a juzgar a nadie, Por tanto, ¿quiénes somos nosotros para juzgar?
Lo nuestro es amar y amar hasta el extremo. Como el Maestro.


domingo, 24 de junio de 2018

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA

Lc 1, 57- 66. 80
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.
A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como a su padre; pero la madre intervino diciendo:
«¡ No! Se va a llamar Juan. »
Y le dijeron:
«Ninguno de tus parientes se llama así».
Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Y todos se quedaron maravillados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.
Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo:
«Pues ¿qué será este niño?»
Porque la mano del Señor estaba con él.
El niño crecía y se fortalecía en el espíritu, y vivía en lugares desiertos hasta los días de su manifestación a Israel.

SAN JUAN BAUTISTA
En la Iglesia celebramos el nacimiento de san Juan Bautista puesto que no ha nacido de mujer uno más grande, como nos dijo Jesús.
Grande en su discurso, en sus obras y dispuesto siempre a proclamar que Jesús era el Mesías esperado, aquel de quien hablaron la ley y los profetas.
Seamos como Juan, proclamando a tiempo y a destiempo, hasta los confines del mundo, incluso con nuestra vida, que Jesús es el Salvador del mundo.


sábado, 23 de junio de 2018

SERVIR A DOS SEÑORES

Mt 6, 24-34
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida, pensando qué vais a comer o beber, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia».

¿POR QUÉ OS AGOBIÁIS?
Jesús lo deja claro una vez más: confiad. ¿Por qué os agobiáis?, nos pregunta. No podemos añadir ni una hora a nuestro paso por este mundo.
No os agobiéis por lo que va a pasar, ni por cuándo porque Dios está más pendiente que nosotros de todas esas cosas que, realmente son secundarias.
 Dios sabe lo que nos hace falta. Estemos pendientes de lo verdaderamente importante que, lo demás, nos viene por añadidura.


viernes, 22 de junio de 2018

LA POLILLA Y LA CARCOMA

 Mt 6, 19-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes y roban. Porque donde está tu tesoro, allí estará tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; pero si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!»

TESOROS EN EL CIELO
Hoy Jesús nos anima a hacernos tesoros en el cielo. Pero, ¿cómo se hacen tesoros así? Nunca hemos estado. Por eso Él nos da una pista: "Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón".
¿Será que el cielo se parece a un corazón agradecido? ¿Será que el cielo es cuestión de amor desinteresado, puro y transparente?
Actuemos así, con un corazón grande y generoso, entero y coherente. Así tendremos tesoros en el cielo, en el Corazón de Dios.


jueves, 21 de junio de 2018

NO USÉIS MUCHAS PALABRAS

 Mt 6, 7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes que lo pidáis. Vosotros orad así:
"Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal".
Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».

NO USÉIS MUCHAS PALABRAS
La oración tiene tantos métodos como personas. Cada uno de nosotros rezamos y oramos a nuestra manera, con nuestra realidad y con nuestra personalidad.
Pero hoy Jesús nos dice que cuando recemos no usemos muchas palabras, que Dios sabe lo que nos hace falta.
Quizá las palabras no sean tan convincentes como un corazón enamorado que hace locuras por la persona amada. Pues no se trata de hablar mucho, sino de amar mucho.


miércoles, 20 de junio de 2018

CUANDO HAGAS LIMOSNA

Mt 6, 1-6- 16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

NO PONGÁIS CARA TRISTE
Esa recomendación de Jesús a sus discípulos, los de entonces, los de todos los tiempos y los de ahora, muchas veces pasa desapercibida ante tanto trajín de nuestra vida.
Los cristianos deberíamos destacar por nuestra alegría porque tenemos que ser las personas más contentas y alegres del mundo por haber conocido a Cristo.
Así que, no pongamos cara triste, seamos apóstoles de la alegría. Esa alegría que vino a traernos Jesús cuando quiso compartir su Corazón con nosotros.


lunes, 18 de junio de 2018

PERO YO OS DIGO

Mt 5, 43-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

¿QUÉ HACÉIS DE EXTRAORDINARIO?

Puede que todo lo que llevamos a cabo durante el día nos parezca de lo más normal y ordinario en nuestras circunstancias sociales.
Pero, si nos paramos a pensar, muchas de esas cosas pudieran ser consideradas extraordinarias por los demás, aunque nosotros no nos demos cuenta.
Pensemos, ¿qué hacemos de extraordinario a diario? Y seamos así perfectos, como nuestro Padre celestial. 

domingo, 17 de junio de 2018

LA MEJILLA

Mt 5, 38-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas».

A QUIEN TE PIDE, DALE
No es cuestión de caridad, es cuestión de evangelio vivido, de evangelio activo en todo lo que hacemos o experimentamos. 
La misericordia, la compasión en estado puro nos hace dar al máximo todo lo que tenemos como personas a aquellos que, por una causo u otra, les han pisoteado su dignidad.
Hay muchas personas que necesitan de un abrazo, nuestro tiempo, nuestro cariño, nuestro estar e incluso nuestro silencio. A quien te pide, dale. 


XI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mc 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús decía al gentío:
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Dijo también:
«¿Con qué compararemos el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden anidar a su sombra».
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

UN GRANO DE MOSTAZA
Una vez más Jesús hace gala de su gran pedagogía mostrando a sus contemporáneos el Reino a través de parábolas.
Un grano de mostaza es muy pequeño. Y Jesús lo compara con el Reino. Muchas veces los detalles más pequeños, las situaciones más inesperadas nos llevan a Dios.
Porque Él está siempre, a cada momento, a cada instante. Y siempre quiere lo mejor para nosotros. Dejémonos en sus manos, que nos siembre, como un grano de mostaza, pequeño, pero que da mucho fruto.


viernes, 15 de junio de 2018

NO JURARÁS EN FALSO

Mt 5, 33-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo a los antiguos: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”.
Pero yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza,
pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.


NO PUEDES VOLVER BLANCO O NEGRO UN SOLO CABELLO

Jesús nos sigue enseñando desde lo más sencillo de la vida. Hoy nos dice que por mucho que nos empeñemos no podemos cambiar la Voluntad de Dios.

Lo que podemos hacer es aceptarla tal como viene, porque nada será mejor que lo que Dios quiera para nosotros y para nuestro prójimo.

Dios, en su infinita Bondad, nos ama hasta el extremo y no puede querer nada malo para nosotros. Aceptemos, con humildad, su querer en nuestra vida. 



ADULTERIO

Mt 5, 27-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo "No cometerás adulterio". Pues yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”.
Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se dijo: "El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio".
Pues yo os digo que si uno repudia a su mujer - no hablo de unión ilegítima - la induce a cometer adulterio, y el que se case con la repudiada comete adulterio».

HABÉIS OÍDO QUE SE DIJO
Jesús vino para enseñarnos Él mismo el Amor tan grande e inmenso con el que Dios nos ama. Para ello nos aclaró unas cuantas cosas.
Antiguamente se dijo, pero Yo os digo. Esa frase denota su autoridad, la fuerza de su Palabra y la intensidad de su mensaje.
Llegó y cambió la manera de ver al prójimo, no desde el exterior, sino desde el corazón. Miremos desde el corazón, con el Amor que Dios nos regala. 


miércoles, 13 de junio de 2018

NO MATARÁS

Mt 5, 20-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será reo de juicio.
Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "necio", merece la condena de la “gehenna” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».

VETE PRIMERO A RECONCILIARTE CON TU HERMANO
¡Qué verdad es que si no amas a tu hermano poco podrás amar a Dios! Y es que el amor al prójimo está directamente relacionado con el amor a Dios. 
Y amar al prójimo como a uno mismo, no de otra manera. Amar con infinita paciencia y con exquisita ternura a todo hermano nuestro.
Y si en algún momento algún hermano tiene quejas contra nosotros, reconciliémonos con él y entonces podremos presentarnos ante Dios y amarle en plenitud. 



HE VENIDO A DAR PLENITUD

Mt 5, 17-19
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

SERÁ GRANDE EN EL REINO
Como nos tiene acostumbrados en el evangelio, la lógica de Jesús no es la lógica de los hombres. A aquel que nosotros consideramos grande, no lo es en el Reino. Y al revés.
¿Quién será grande en el Reino de los Cielos? Aquel que cumpla los preceptos y lo enseñe así a los hombres. Y se pueden enseñar de muchas maneras, también con el ejemplo.
Quizá en la era de las palabras lo que más necesitamos son modelos y ejemplos a seguir. Demos testimonio de Jesús, enseñando sus preceptos también con el ejemplo y seremos grandes en el Reino.


lunes, 11 de junio de 2018

QUE ALUMBRE A TODOS LOS DE CASA

Mt 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielos».

QUE VEAN VUESTRAS BUENAS OBRAS
Jesús en una ocasión nos dijo que, para hacer el bien, nuestra mano derecha no supiera lo que hacía la izquierda. En el evangelio de hoy nos anima a ser luz para los hombres y que vean nuestras buenas obras.
Si lo primero es de alabar, pues el cristiano no hace el bien para que lo vean ni para recibir aplausos fáciles, lo segundo también, puesto que es una forma de mostrar a Dios al mundo.
Hacemos buenas obras por Jesús, porque Él así lo quiere, porque así le mostramos nuestro amor y seguimiento. Que en nuestras buenas obras los demás le vean a Él.




domingo, 10 de junio de 2018

SAN BERNABÉ

Mt 10, 7-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios.
Gratis habéis recibido, dad gratis.
No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quien hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en su casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volver a vosotros».

GRATIS
Hoy celebramos a san Bernabé y el evangelio nis recuerda la frase de Jesús "gratis habéis recibido, dad gratis". ¿Alguna vez nos hemos parado a pensar lo que hemos recibido gratis?
Son tantas y tantas cosas, tantas y tantas situaciones y personas que no tendríamos vida suficiente para agradecer a Dios tanto bien como nos ha regalado.
Seamos agradecidos y demos gratis a todos los que crucen en nuestro camino aquello que se nos ha dado gratis tan generosamente. 


sábado, 9 de junio de 2018

X DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mc 3, 20-35
En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, por que se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En vedad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».

TE BUSCAN
Después del tiempo de Pascua y de todas las Solemnidades del Señor que hemos celebrado volvemos, litúrgicamente, al Tiempo Ordinario.
Hoy el evangelio nos dice que la familia de Jesús lo buscaban porque pensaban que estaba loco. También los pensaban los demás. Hacía cosas extrañas y hablaba como nadie había hablado.
Busquemos a Jesús siempre, en cada  momento, en cada circunstancia de nuestra vida porque allí está, a nuestro lado. Y le encontraremos. Siempre. 


viernes, 8 de junio de 2018

INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

Lc 2,41-51
Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedo en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que le dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.

SU MADRE CONSERVABA TODO ESTO EN SU CORAZÓN
Hoy celebramos el Inmaculado Corazón de María, ese corazón de Madre en el que cabemos todos como hijos suyos, inmaculado como Ella.
Y allí lo conservaba todo, y allí están presentes todas nuestras necesidades para que María las presente a Dios.
Corazón de Jesús, Corazón de María. Madre e Hijo que nos aman. Madre e Hijo a los que siempre podemos acudir sabiendo que seremos atendidos. 

jueves, 7 de junio de 2018

SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Jn 19, 31-37
Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran.
Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis.
Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron».

LE TRASPASÓ EL COSTADO
Hoy celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Una fiesta en la que recordamos la belleza que encierra el más grande de los corazones.
Y ese Corazón se nos ha regalado para vivir en él, habitar en esa morada suprema de Amor y Compasión. 
Seamos huéspedes habituales del Corazón de Jesús. Allí, donde hay tanto Amor que se diría el mismo cielo.