lunes, 30 de julio de 2018

LOS DISCÍPULOS SE LE ACERCARON

Mt 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: «Explícanos la parábola de la cizaña en el campo».
Él les contestó: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles.
Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino todos los escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los arrojarán al horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».

OÍR
Jesús en el evangelio de hoy pone el acento en oír. ¿Cuántas veces al día decimos "oye", "óyeme"? Pero, ¿oímos realmente?
Oímos muchos ruidos al día, ruidos que deshumanizan, que no nos llegan al corazón. Y esos ruidos no nos ayudan a ser mejores.
Procuremos que todo aquel que nos oiga, dé gracias a Dios por nosotros y por lo que ha oído de nosotros. Procuremos que todos nos oigan hablar de Dios.


domingo, 29 de julio de 2018

UN GRANO DE MOSTAZA

Mt 13, 31-35
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola al gentío: «El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol hasta el punto de que vienen los pájaros a anidar en sus ramas».
Les dijo otra parábola: «El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta».
Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta: «Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo».

LA LEVADURA
Jesús compara el Reino de los cielos con la levadura. Es la que hace fermentar todo para que llegue a su justo término y esté acabado.
En cierta medida también nosotros podríamos compararnos con la levadura porque en medio del mundo debemos ser el fermento de la sociedad.
Levadura que haga que el Reino se haga realidad, levadura para que la humanidad crea en el único que nos salva: Jesús.


XVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Jn 6,1-15
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?»
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso para tantos?».
Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.

ÉL SOLO
El evangelio de este domingo concluye diciendo que Jesús se retiró otra vez a la montaña él solo. Y es que siempre hacen falta momentos de soledad entre Dios y nosotros.
Esos momentos en los que nadie entra y estamos en conversación amistosa con Dios, sin ruido, en la más completa intimidad y donde se habla corazón a Corazón.
Ahora, en tiempo de descanso vacacional, procuremos tener más espacios de soledad con Dios, en la oración, yendo a "la montaña" para encontrarnos con nosotros mismos y con el Corazón de Dios.

sábado, 28 de julio de 2018

¿DE DÓNDE SALE LA CIZAÑA?

Mt 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola al gentío: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
“Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”
Él les dijo:“Un enemigo lo ha hecho”.
Los criados le preguntaron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”
Pero él les respondió: “No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega, y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».

¿QUIERES QUE VAYAMOS A ARRANCARLA?
Hoy el evangelio nos regala la parábola del trigo y la cizaña. Los discípulos, impulsivos, enseguida quisieron ir a arrancar la cizaña.
Pero Jesús, en su sabiduría, mayor que la nuestra, pone tranquilidad en ese impulso y lo reconduce a la caridad y a la misericordia.
No seamos impulsivos en atacar, condenar y arrancar. Seamos más bien generosos en el amor y la misericordia, a ejemplo de Jesús. 


viernes, 27 de julio de 2018

CIENTO, SESENTA, TREINTA

Mt 13, 18 23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe.
Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y producirá ciento o sesenta o treinta por uno».

TIERRA BUENA
Hoy el evangelio nos habla de la parábola del sembrador y la buena tierra. Una parábola entrañable, porque, al oírla o leerla, todos nos identificamos con la tierra buena. 
Y así debe ser. Tenemos que ser tierra buena para que el evangelio dé fruto, en primer lugar, en nuestro corazón. Solo así podrá dar fruto en los demás.
Seamos siempre tierra buena en la que el evangelio dé fruto. Seamos siempre tierra buena en la que Cristo sembrador nos encuentre preparados y limpios para que que la Palabra sea fecunda en nosotros.


jueves, 26 de julio de 2018

PARÁBOLAS

Mt 13, 10-17
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Por qué les hablas en parábolas?»
Él les contestó: «A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumple en ellos la profecía de Isaías:
"Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure".
Pero bienaventurados vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos, porque oyen.
En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron».

HAN CERRADO LOS OJOS
Quizá eso es lo que está pasando en nuestra sociedad, que estamos cerrando los ojos a muchas cosas a las que tenemos que estar atentos.
Y puede que no sea lo peor. Lo peor es si cerramos no solo los ojos, sino también el corazón a personas y situaciones que precisan de nosotros y de nuestro corazón.
Abramos los ojos y el corazón. Cristo nos espera muchas veces en cada momento de nuestro día para hacer realidad el Reino. 


miércoles, 25 de julio de 2018

SOLEMNIDAD DE SANTIAGO, APÓSTOL

Mt 20, 20-28
En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó: ¿«Qué deseas?».
Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron: «Podemos».
Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mi concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

SERVIR
Servir, esa palabra clave para un cristiano. Servir es el mayor de los honores que puede tener un cristiano. Servir a todos, sin excepción.
A ejemplo de Cristo, a ejemplo de los apóstoles, a quienes hoy en el evangelio les explica que a lo que vino a nuestro mundo fue a servir.
No tener privilegios, no ser interesados, no pretender que nos sirvan, sino servir, ya que servir es el mayor privilegio. 


martes, 24 de julio de 2018

MI HERMANO, MI HERMANA, MI MADRE

Mt 12, 46-50
En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
Uno se lo avisó: «Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo».
Pero él contestó al que le avisaba: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese e mi hermano y mi hermana y mi madre».

EXTENDIENDO SU MANO
Nos cuenta el evangelio de hoy que Jesús, al comentar una pregunta que le hicieron sobre su familia, extendió su mano hacia sus discípulos.
Y es que somos su familia, sus hermanos, hijos de un mismo Padre, compartiendo la misma Sangre y el mismo Cuerpo.
La Eucaristía nos une más a Él, nos hace más Él y en cada celebración nos hacemos más su familia, haciéndonos Uno en el Amor.


domingo, 22 de julio de 2018

MI PADRE ES EL LABRADOR

Jn 15, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

COMO EL SARMIENTO
La parábola de la vid y los sarmientos es bien conocida de todos. Se nos compara con el sarmiento, con los brotes de una planta.
Esos brotes, sin la planta no son nada. Es la planta la que les da vida, alimento. Así nosotros y Cristo. Sin Él, no podemos hacer nada.
Con Él, daremos fruto y fruto abundante. No nos separemos nunca de Aquel que nos la vida y alimento. 


sábado, 21 de julio de 2018

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mc 6, 30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

A SOLAS
Jesús les dice a sus discípulos que quiere estar con ellos a solas, para descansar un poco. Y esto mismo nos dice a nosotros cada día.
Cada día quiere estar con nosotros a solas, corazón a Corazón, para que nos enseñe muchas cosas, para que nos enseñe, fundamentalmente, a amar. 
Pastor de nuestras almas, guíanos por el camino perfecto, el del amor. Llévanos a tu Corazón y, allí, a solas, enséñanos a ser misericordiosos.


ÉL LOS CURÓ A TODOS

Mt 12, 14-21
En aquel tiempo, al salir de la sinagoga, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús.
Pero Jesús se enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron.
Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran.
Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, en quien me complazco. Sobre él pondré mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, nadie escuchará su voz por las calles.
La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no lo apagará, hasta llevar el derecho a la victoria; en su nombre esperarán las naciones».

EN SU NOMBRE ESPERARÁN LAS NACIONES
El evangelio de hoy nos deja claro que la esperanza está en Cristo, que nuestra confianza debe estar en Cristo y que todos, sin excepción, debemos descubrirlo.
Las naciones, la sociedad, el mundo entero esperará en Cristo. Sea más tarde o más temprano todas las naciones pondrán su esperanza en Cristo.
Y nosotros debemos contribuir a que ocurra lo más pronto y lo más intensamente posible. Es nuestra misión como cristianos. 


jueves, 19 de julio de 2018

NO ESTÁ PERMITIDO EN SÁBADO

Mt 12, 1-8
En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.
Los fariseos, al verlo, le dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado».
Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes.
¿Y no habéis leído en la Ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?
Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo.
Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».

SEÑOR DEL SÁBADO
¿Cuándo aprenderemos que en el Corazón de Dios el amor siempre estará por encima de la ley? Jesús era el Señor del sábado, el dueño de todo, era Dios.
Por eso Él era más que el Templo, era más que una ley humana. Así la misericordia se transforma en el mayor de los mandamientos.
"Misericordia quiero" debería ser para los cristianos la frase de la Escritura que estuviera impresa en todo aquello que hacemos o decimos. 


miércoles, 18 de julio de 2018

TOMAD MI YUGO

Mt 11, 28-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

YO OS ALIVIARÉ
Quizá nunca hayamos escuchado palabras tan consoladoras como estas. Jesús promete ser nuestro mayor alivio en todo.
Él nos alivia en nuestras penas y pesares, en nuestros cansancios y agobios. Y así, nos enseña humildad, pues siendo el mismo Dios, viene a nosotros a ofrecernos su mano amiga.
Mucho tenemos que aprender de esa humildad, que es la que nos dará el descanso. Jesús es nuestro compañero fiel, aquel que, de verdad, nunca falla. 


martes, 17 de julio de 2018

TODO ME HA SIDO ENTREGADO

 Mt 11, 25-27
En aquel tiempo, tomó la palabras Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

ASÍ TE HA PARECIDO BIEN
Ante cualquier situación de la vida de Jesús, siempre le daba gracias al Padre y aceptaba sin reservas su Voluntad, sabiendo que el querer de Dios no podía ser malo porque venía de su Bondad.
La Bondad en persona nunca querrá nada malo para sus hijos, al contrario, por eso debemos confiar siempre en su Voluntad hacia nosotros.
Como hoy nos dice Jesús en el evangelio, "Sí, Padre, así te ha parecido bien". Si a Él le parece bien, debemos aceptarlo como lo mejor en nuestras vidas.


SAYAL Y CENIZA

Mt 11, 20-24
En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido: «¡ Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.
Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».

OS DIGO
Jesús es el mejor pedagogo y, sabiendo que nos comunicamos, principalmente, con palabras, Él quiso comunicarse con nosotros a través de su palabra.
Y nos dice, nos dice desde hace muchos siglos que debemos construir el Reino ya aquí, que debemos convertirnos a Él y ser coherentes con nuestra fe.
Nos dice, desde su Palabra en el evangelio de hoy, que los milagros no con importantes si no tenemos fe, sin confianza en Él. Nos dice a diario: escuchémosle.


domingo, 15 de julio de 2018

NO ES DIGNO DE MÍ

Mt 10, 34 - 11, 1
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz, sino espada. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mi; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo no perderá recompensa».
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

UN VASO DE AGUA FRESCA
¡Con qué poca cosa se conforma Jesús para que recibamos una recompensa en el Reino! Con que demos a beber un vaso de agua fresca...
Un detalle así, casi insignificante y sin importancia, no pasa desapercibido para Jesús, para el que nunca nada pasa desapercibido.
Nos cuida hasta ese punto. Nos ama hasta ese punto. Repartamos "vasos de agua fresca" a todo aquel que nos lo pida o lo necesite.


XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mc 6, 7-13
En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos».
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

PREDICAR LA CONVERSIÓN
Si debemos tener como modelo y ejemplo a Cristo y seguir sus enseñanzas, hoy nos exhorta a predicar, aunque hoy predicar es un verbo con mala fama.
Jesús, Juan Bautista, todos los apóstoles después de Pentecostés y tantos y tantas que han seguido a Cristo han predicado de palabra y obra que Cristo es el Salvador y que nos ama hasta el extremo, como solo Él sabe.
Nosotros somos discípulos también. Prediquemos la conversión a Cristo y al evangelio y así el Reino llegará a todos.

viernes, 13 de julio de 2018

UN DISCÍPULO NO ES MÁS QUE SU MAESTRO

Mt 10, 24-33
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Un discípulo no es más que su maestro, ni un esclavo más que su amo; ya le basta al discípulo con ser como su maestro, y al esclavo como su amo. Si al dueño de casa lo han llamado Belcebú, ¡cuánto más a los criados!
No les tengáis miedo, porque nada hay encubierto, que no llegue a descubrirse; ni nada hay escondido, que no llegue a saberse.
Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a la luz y lo que os digo al oído, pregonadlo desde la azotea.
No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la “gehenna”. ¿No se venden un par de gorriones por un céntimo? Y, sin embargo, ni uno solo cae al suelo sin que lo disponga vuestro Padre. Pues vosotros hasta los cabellos de la cabeza tenéis contados. Por eso, no tengáis miedo: valéis más vosotros que muchos gorriones.
A quien se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos».

NO TENGÁIS MIEDO
Una de las frases que repitió Jesús en su vida terrena fue "No tengáis miedo". En verdad, no debemos tenerlo si confiamos en Dios.
La fe, la confianza en el que nos ama más que nadie, en el que nos tiene presentes a cada segundo debe ser absoluta.
Dios no puede querer nada malo para nosotros y siempre, siempre va a llevarnos de la mano de la mejor manera. "No tengáis miedo".



jueves, 12 de julio de 2018

OVEJAS Y LOBOS

Mt 10, 16-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.
Pero ¡cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
En verdad os digo que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre».

HASTA EL FINAL
Hoy lo eventual está de moda, la prisa, la velocidad, cansarse rápidamente de todo porque todo nos hastía y nada nos llena en plenitud.
Y Jesús en el evangelio nos dice que la perseverancia es decisiva en nuestra salvación. Perseverar no es una virtud actual.
Hasta el final, hasta el extremo, hasta que todo acabe, hasta que el Reino se dé definitivamente. Así, de esa manera debemos perseverar en la fe. 

miércoles, 11 de julio de 2018

DAD GRATIS

Mt 10, 7-15
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «ld y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios.
Gratis habéis recibido, dad gratis.
No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
Si alguno no os recibe o no os escucha vuestras palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies.
En verdad os digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquella ciudad».

PROCLAMAD
Hoy Jesús nos dice "Id y proclamad". Proclamar no es solo anunciar o solo hablar,  proclamar es decir una cosa en voz alta, públicamente y de forma solemne.
Por eso se proclaman, no únicamente se leen, las lecturas de la Eucaristía; por eso hoy Jesús nos envía a proclamar.
Proclamar la Buena Noticia, gritar al mundo entero dónde está la salvación, decir en voz alta cuánto nos ha amado Dios y hacer vida ese amor. 


martes, 10 de julio de 2018

LLAMÓ A SUS DOCE DISCÍPULOS

Mt 10, 1-7
En aquel tiempo, Jesús, llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: «No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel.
Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos».

HA LLEGADO EL REINO
Lo ha dicho Jesús hoy en el evangelio: el Reino ha llegado. ¿Pero el Reino no estaba por llegar? ¿Cómo nos dice eso Jesús?
Y es que el Reino se cumplirá definitivamente al final de los tiempos, pero en este hoy en el que vivimos podemos empezar a hacerlo realidad.
Un Reino donde habite la justicia, el amor, la misericordia, la compasión, la ternura, la comprensión, vivir ya en el aquí y ahora todo ello hace que el Reino ya haya llegado.


lunes, 9 de julio de 2018

NUNCA SE HA VISTO COSA IGUAL

Mt 9, 32-38
En aquel tiempo, le llevaron a Jesús un endemoniado mudo. Y después de echar al demonio, el mudo habló.
La gente decía admirada: «Nunca se ha visto en Israel cosa igual».
En cambio, los fariseos decían: «Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.
Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: «Las mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».

LA MIES
Muchas veces admira la pedagogía de Jesús en encontrar metáforas y parábolas para explicarnos el Reino. Una de sus mejores metáforas fue la de la mies.
De ella habla hoy el evangelio. La mies que se siembra, crece sin que el sembrador sepa cómo, la regamos y, cuando está madura, se cosecha.
Es la mies del mundo la que Jesús nos encomienda cuidar, sembrar, regar y cosechar. Somos sembradores de la buena noticia. 



domingo, 8 de julio de 2018

TU FE TE HA SALVADO

 Mt 9, 18-26
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un jefe de los judíos que se arrodilló ante él y le dijo: «Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, impón tu mano sobre ella y vivirá».
Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entre tanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto, pensando que con solo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió y, al verla, le dijo: «¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado».
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa de aquel jefe y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: «¡Retiraos! La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se levantó.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

SE REÍAN DE ÉL 
Los contemporáneos de Jesús no se creían que hiciera milagros y se reían de lo que hacía y de lo que decía. Es la actitud más fácil: reirse cuando no llegamos a entender a los demás.
Si somos coherentes con nuestra fe, si creemos firmemente en Jesús, si hacemos vida el evangelio también se reirán de nosotros.
Y, como a Jesús, nos tiene que dar un poco igual porque nosotros sabemos de quién nos hemos fiado y daremos siempre razón de nuestra fe a todo aquel que nos la pida. 


XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mc 6, 1-6
En aquel tiempo, Jesús se dirigió a su ciudad y lo seguían sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada: «¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?».
Y se escandalizaban a cuenta de él.
Les decía: «No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa».
No pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe.
Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

ENSEÑANDO
En este XIV domingo del Tiempo Ordinario el evangelio nos regala una palabra muy significativa. Cuando Jesús empezó su predicación recorría los pueblos enseñando.
Enseñando, porque es una de las obras de misericordia, porque Jesús quería que conociesen mejor el Corazón de Dios y era el único que podía hacerlo con propiedad.
Jesús nos enseña a amar a Dios, nos enseña a dar nuestra vida en servicio, nos enseña a tener fe y a confiar, nos enseña a vivir. Aprendamos de Él.

sábado, 7 de julio de 2018

TUS DISCÍPULOS NO AYUNAN

Mt 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercan a Jesús, preguntándole: « ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»
Jesús les dijo: « ¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegará días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres; se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan».

VINO NUEVO
Es verdad que a tiempos nuevos debemos tener actitudes nuevas. Pero esto no quiere decir que nos tengamos que vender al mejor postor en cuestión de ideas.
Ser coherentes con nuestra fe, con nuestras ideas no es incompatible con ser odres nuevos con vino nuevo para esta sociedad tan vieja.
Seamos para nuestros hermanos agua fresca, vino nuevo que sea la visibilidad de la coherencia con nuestra fe y nuestro seguimiento de Cristo.