domingo, 30 de junio de 2019

TÚ SÍGUEME


Mt 8, 18-22


En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de cruzar a la otra orilla. Se le acercó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas».

Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.»

Otro, que era de los discípulos, le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». Jesús le replicó: «Tú, sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos».


TE SEGUIRÉ ADONDE VAYAS

En un arranque de seguimiento incondicional uno de los escribas le dijo eso a Jesús. Él le sijo que no era tan fácil, que lo del seguimiento incondicional tenía sus dificultades.

No sabemos si al final lo siguió hasta el final, pero cuando nosotros tenemos también esas ganas y ansias de un seguimiento sin condiciones a Jesús no pensamos que sea tan difícil.

Dificultades habrá, pero también satisfacciones, alegrías y decepciones, pero lo importante es a quién seguimos, a Jesucristo.


XIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


 Lc 9, 51-62

Cuando se completaron los días en que iba de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.

Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?» Él se volvió y les regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.

Mientras iban de camino, le dijo uno: «Te seguiré adondequiera que vayas». Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».

A otro le dijo: «Sígueme». Él respondió: «Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre». Le contestó: «Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».

Otro le dijo: «Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa». Jesús le contestó: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».


ALEGRÍA PERPETUA A TU DERECHA

Retomamos hoy los domingos del Tiempo Ordinario después de que la Pascua se alargara en festividades como la Trinidad o el Corpus. Nuestra vida en Cristo se puede resumir en esa frase del salmo de hoy: alegría perpetua por estar cerca de Él, a su derecha.  

En el evangelio hay varios discípulos que piden seguir al Señor y a otros se lo sugiere Él, pero todos ponen alguna excusa para dejar el seguimiento en segundo plano. La alegría que da el ser de Dios no la da ninguna otra realidad de la vida.

Seamos apóstoles de la alegría, caminando según el Espíritu, como nos dice san Pablo, porque hemos sido llamados a la libertad de ser hijos en el Hijo, en un seguimiento incondicional, "adonde quiera que vaya". 


sábado, 29 de junio de 2019

SOLEMNIDAD DE SAN PEDRO Y SAN PABLO


 Mt 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Jesús le respondió: «¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

PIEDRA Y ESPADA

Hoy la Iglesia celebra a dos grandes y destacados apóstoles. Pedro, la piedra y Pablo, la espada. Dos firmes rocas y defensores de Jesús ya en aquellos tiempos en que era difícil asimilar ciertas cosas sobre Él.

Ellos dos llevaron el cristianismo a todas partes, fueron intensamente predicadores de la Palabra, del Amor, de la Misericordia de Dios. Roma fue testigo de su fe y de su entrega. Y aún hoy visitamos sus tumbas allí.

A veces deberemos ser piedra firme en la fe y a veces "espada" que defienda el cristianismo frente a los que lo atacan. Aprendamos de estos dos gigantes a vivir en fe, en entrega y en firmeza.



viernes, 28 de junio de 2019

SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Lc 15, 3-7

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola:

«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra?

Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: "¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido".

Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse».


CORAZÓN

Cuando queremos llegar de verdad a alguien decimos que hay que llegarle al corazón para moverle a hacer algo o a confiar en algo. El corazón es el motor de todo lo que hacemos, sin duda, de todo lo que pensamos y creemos. Y de todo lo que amamos.

La Iglesia dedica este día a fijarnos en el Corazón de Jesús, ese Corazón en el que cabemos todos, al que todos podemos apelar, rezar, orar, confiar, en el que todos estamos como en nuestra casa, en el que vivimos. 

No tengamos un corazón arrugado, al contrario, a ejemplo de su Sagrado Corazón hagamos que todos quepan en el nuestro, sin excepción. Tengamos un corazón blanco, en el que todos puedan confiar, como el Suyo. Seamos corazón.




jueves, 27 de junio de 2019

AQUEL HOMBRE NECIO


 Mt 7, 21-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No todo el que me dice "Señor, Señor" entrará en el reino de cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.

Aquel día muchos dirán: "Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre, y en tu nombre echado demonios, y no hemos hecho en tu nombre muchos milagros?"

Entonces yo les declararé: “Nunca os he conocido. Alejaos de mí, los que obráis la iniquidad”.

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa ; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande.»

Al terminar Jesús este discurso, la gente estaba admirada de su enseñanza, porque les enseñaba con autoridad, y no como sus escribas.


NUNCA OS HE CONOCIDO

Hoy las palabras de Jesús son duras. Nos dice que a  aquellos que no hagan la voluntad del Padre, a la hora definitiva les dirá que nunca los ha conocido.

¿Cómo nos puede decir eso el que es la Bondad y la Misericordia infinitas? Y es que, el que obra el mal está en contra de todo lo que tiene que ver con Dios.

Por eso, escuchemos sus palabras y pongámoslas por obra; así nuestra casa no se hundirá por muchas tormentas que pasemos, ya que estaremos edificados sobre la roca del Amor.



miércoles, 26 de junio de 2019

PROFETAS FALSOS


 Mt 7, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces.
Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis».

FRUTOS BUENOS

Jesús, en su pedagogía habitual, proponía ejemplos gráficos de la vida cotidiana para que sus oyentes entendieran mejor su predicación.

Todo el mundo sabía, y sabe, qué son frutos buenos y frutos malos. Es sencillo: Jesús quiere que demos frutos buenos. ¿Cómo podría querer otra cosa?

Pues sabiendo lo que quiere Jesús, hagámoslo. Es fácil.


martes, 25 de junio de 2019

LO SANTO A LOS PERROS


 Mt 7, 6. 12-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; no sea que las pisoteen con sus patas y después se revuelvan para destrozaros.
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas.
Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos».


LA PUERTA ESTRECHA

La justicia de Dios es su misericordia. Pero esto no quiere decir que, dicho en lenguaje coloquial, "trague con todo". 

La puerta que lleva a la vida es estrecha y para cruzarla deberemos dejar antes "las anchuras" que no nos dejen pasar por ella. Cada cual sabe cuáles son.

Debemos dejar todo aquello que no nos deje pasar por esa puerta y quedarnos solo con lo fundamental: el amor. 


lunes, 24 de junio de 2019

SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA


Lc 1, 57-66. 80

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y se alegraban con ella.

A los ocho días vinieron a circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre intervino diciendo: «¡No! Se va a llamar Juan».

Y le dijeron: «Ninguno de tus parientes se llama así». Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Y todos se quedaron maravillados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios.

Los vecinos quedaron sobrecogidos, y se comentaban todos estos hechos por toda la montaña de Judea. Y todos los que los oían reflexionaban diciendo: «Pues ¿qué será este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él.

El niño crecía y se fortalecía en el espíritu, y vivía en lugares desiertos hasta los días de su manifestación a Israel.

SAN JUAN BAUTISTA

Hoy celebramos el nacimiento de una figura fundamental en el paso del Antiguo al Nuevo testamento en relación con la llegada del Mesías.

Anunció con fuerza y valor que llegaban tiempos nuevos, que el Mesías no era él, pero que tenían que cambiar los corazones para acoger al que llegaría en breve.

Y nos lo sigue diciendo dos mil años después: cambiemos los corazones, el Mesías llega. Sigue llegando en cada uno de nuestros hermanos que nos necesitan. Acoger es servir.



domingo, 23 de junio de 2019

SOLEMNIDAD DEL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO


Lc 9, 11b-17

En aquel tiempo, Jesús se puso hablaba a la gente del reino de Dios y sanaba a los que tenían necesidad de curación. El día comenzaba a declinar. Entonces, acercándose los Doce, le dijeron:

«Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado».

Él les contestó: «Dadles vosotros de comer».

Ellos replicaron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo esta gente». Porque eran unos cinco mil hombres.

Entonces dijo a sus discípulos: «Haced que se echen sienten en grupos de unos cincuenta cada uno». Lo hicieron así y dispusieron que se sentaran todos.

Entonces, tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron lo que les había sobrado: doce cestos de trozos.


EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO

En un día tan importante para la Iglesia como hoy, la liturgia nos regala unas lecturas preciosas. Desde el Antiguo Testamento, pasando por san Pablo nos recuerdan que el pan y el vino, tan básicos, tan sencillos son elementos esenciales para el Dios de la humildad. 

Pan y vino, Cuerpo y Sangre, un Dios hecho hombre y hecho Palabra para darnos vida. Hacerse pan y vino para que nosotros amemos cada día con más intensidad a Dios. Es la tradición que hemos recibido, como san Pablo. Y cada vez que comemos del Pan y bebemos de su Vino proclamamos su Muerte y, con ella, su Amor infinito hacia nosotros hasta que vuelva.

Porque volverá y nos preguntará, como a sus apóstoles, si nosotros les dimos de comer a los hambrientos de Dios y a los hambrientos de pan. Mostremos al mundo el Pan vivo que salva y partamos y repartamos Misericordia, como Él se partió y repartió para todos. 



sábado, 22 de junio de 2019

DOS SEÑORES


Mt 6, 24-34


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.

Por eso os digo: No estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?

¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues, si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados, pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.

Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia».


DOS SEÑORES

Es cierto. Nadie puede servir a dos señores. Un corazón dividido no puede ser leal a partes iguales. La vida nos da ejemplos a diario.

Y servir, solo debemos servir a Uno, el que no nos trata como esclavos, sino que nos libera; no nos trata como empleados, sino que nos ama.

Seamos fieles servidores del Dios del Amor haciendo de nuestra vida un servicio desinteresado a la misericordia en favor de los hermanos.




viernes, 21 de junio de 2019

TESOROS EN EL CIELO


Mt 6, 19-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen, donde los ladrones abren boquetes y los roban. Atesorad tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que se los roen, ni ladrones que abran boquetes y roban. Porque donde está tu tesoro allí estará tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!»

LUZ Y OSCURIDAD

Con Jesús la luz venció a la oscuridad, la vida a la muerte, y así nosotros ganamos todo. Deberíamos pararnos a pensarlo muchas veces.

Ser personas que irradian luz, no sombras; que ofrecen manos abiertas, ventanas al mundo, oportunidades. Personas positivas, claramente.

Viviendo coherentemente nuestro cristianismo no puede ser de otra manera. Apoyo, sí, vida, corazones libres y sin arrugas... así seremos luz para los demás.


jueves, 20 de junio de 2019

CUANDO RECÉIS


 Mt 6, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. 

Vosotros orad así: "Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos han ofenden, no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal".

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestro Padre celestial, pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».


HABLAR MUCHO

Jesús nos enseña a rezar y lo hace con el Padre nuestro. Una oración escueta, de pocas palabras, pero muy expresiva en sentimientos y acciones.

Por mucho hablar en nuestra oración, Dios no nos va a escuchar más. Como dijo santa Teresa, "no lo llamo yo oración, aunque mucho meneen los labios".

Seamos de pocas palabras y de más y mejores hechos. Cristianos coherentes.


miércoles, 19 de junio de 2019

CUANDO HAGAS LIMOSNA


 Mt 6, 1-6. 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».


CUANDO ORES

La oración era una práctica corriente en el judaísmo. De hecho, en muchas ocasiones el evangelio nos presenta a un Jesús orante ante el Padre.

Cuando oremos, seamos como Él, entregados, hijos agradecidos, orantes sin descanso que solo buscan el bien del prójimo en esa oración y un mayor conocimiento de Dios.

Cuando ores, que sea entre Dios y tú. Corazón a corazón, sin hipocresías y sin fariseísmos. 


lunes, 17 de junio de 2019

AMARÁS A TU PRÓJIMO


Mt 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».


SED PERFECTOS

Está claro. Jesús nos dijo que fuéramos como el Padre, perfectos. ¿Y eso cómo se hace? Es sencillo, todos sabemos qué es lo perfecto, pues hagámoslo.

Lo perfecto en el amor, lo perfecto en familia, lo perfecto en el trabajo, lo perfecto con los amigos, lo perfecto en la vida ordinaria, que es la obra más completa que podemos realizar.

Sed perfectos, nos dice Jesús. No hagáis lo que hace todo el mundo, sino que se note que somos cristianos en toda nuestra conducta. 




OJO POR OJO


Mt 5, 38-42


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Habéis oído que se dijo: "Ojo por ojo, diente por diente". Pero os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas».


NO HAGÁIS FRENTE AL QUE OS AGRAVIA

La enseñanza de Jesús en el evangelio de hoy es para que la lleven a la práctica solo los valientes. Antiguamente se dijo "ojo por ojo", pero Jesús nos dice que, si nos injurian, debemos perdonar.

Cristiano debería ser sinónimo de valientes, ya que los cristianos deberíamos ser los más valientes al ofrecer el doble de lo que nos piden.

No seamos egoístas, sino que la generosidad y el corazón nos ganen siempre ante la decisión de dar y darnos o guardarnos el amor y la ternura que nos fueron dados para ser valientes.


domingo, 16 de junio de 2019

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD


Jn 16, 12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.

Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».


LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Este domingo en la Iglesia se recuerda especialmente el mayor Misterio en el que creemos: la Santísima Trinidad. Un misterio cuya explicación no es otra que el Amor. Amor inefable entre las divinas personas que se traduce en un Amor inefable hacia nosotros, infinito y desinteresado,

Si por un momento comprendiéramos la Trinidad (podemos llegar a entenderlo con nuestra inteligencia) nos habríamos hecho iguales a Dios, incluso estando por encima. Por ello Dios es siempre más, siempre mayor que lo pudiéramos llegar a imaginar. Y con un Amor mayor del que nunca pudiéramos llegar a vivir y sentir.

Unirnos a la Trinidad en la oración , en el amor al prójimo, en el cumplimiento de nuestro trabajo, en nuestra vivencia familiar... hacernos uno en Ellos sería, sencillamente la mayor obra que podríamos hacer como cristianos. 


sábado, 15 de junio de 2019

NO JURARÁS


Mt 5, 33-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No jurarás en falso" y "Cumplirás tus juramentos al Señor".
Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo cabello. Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno».

SÍ, SÍ, NO, NO

Que vuestro hablar sea sí, sí, no, no. O sea, lo que nos dice Jesús es que seamos claros y concisos. Que lo que es verdad, sea cristalino.

No andemos con medias tintas, intentando engañar o ver la realidad diferente a lo que se ofrece a nuestros ojos. 

Seamos personas que cumplimos con nuestro sí, que cuando digamos que no, sea con el mayor cariño del mundo, pero será no. Claros, cristalinos y concisos. Y con mucho amor.


viernes, 14 de junio de 2019

HABÉIS OÍDO


Mt 5, 27-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído el mandamiento "no cometerás adulterio".

Pero yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.

Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”. Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero “gehenna”.

Se dijo: "El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio". Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer - no hablo de unión ilegítima - la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio».

EN SU CORAZÓN

Hoy Jesús nos da otra lección con su hermosa pedagogía. El mal que podemos hacer y que, de hecho, alguna vez hacemos, comienza en nuestro corazón.

Luego lo haremos, o no. Por eso es tan importante tener un corazón blanco y limpio. Los cristianos no podemos tener un corazón arrugado por los miedos, las dudas y el mal.

Sed santos, como vuestro Padre. Aprended de Mí y sed mansos y humildes. Dos buenos consejos que debemos poner en práctica desde el corazón.


jueves, 13 de junio de 2019

JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE


Jn 17, 1-2.9. 14-26

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo:
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú has dado sobre toda la carne, dé la vida eterna a todos los que le ha dado.
Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo le he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les de dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».

SUMO Y ETERNO SACERDOTE

Hoy la Iglesia nos recuerda un aspecto de Jesús realmente profundo, su ser sacerdote, Ofrecerse por el mundo y por cada uno de nosotros.

Ofrecernos al Padre y ofrecerse Él mismo. Incondicionalmente, orando por nosotros y sabiendo que nos deja en las mejores manos, las de la misma Bondad.

Él, sacrificio y oración incólumes, nos enseña, por nuestro Bautismo, a ser también sacerdotes, ofrecer nuestras realidades y orar por el mundo. 



miércoles, 12 de junio de 2019

QUIEN LOS CUMPLA Y ENSEÑE


Mt 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

DAR PLENITUD

Dar plenitud es llevar a lo más grande, más pleno, más arriba cualquier cosa. Jesús vino a dar plenitud lo que nos había anunciado el Antiguo Testamento sobre él.

Hacer más grande nuestra fe, hacer más misericordioso nuestro corazón, hacer más cristiana nuestra vida, dar plenitud a los dones que Dios puso en nuestras manos.

Esa sería una buena y auténtica misión de cristianos, ampliar nuestro amor más cada día favor de todo aquel que lo precise. 


martes, 11 de junio de 2019

SAN BERNABÉ


Mt 10, 7-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«Id y proclamad que ha llegado el renio de los cielos. Curad enfermos resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios.
Gratis habéis recibido, dad gratis.
No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quien hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en su casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volver a vosotros».


DAD GRATIS

Una de las páginas más bellas del evangelio es la de hoy, en que también celebramos la fiesta de san Bernabé, apóstol.

Nos dice Jesús que lo que hemos recibido gratis, lo demos gratis. Y, si lo pensamos, ¡cuántas cosas y dones nos han sido dados gratuitamente.

Meditemos en ello. Seamos agradecidos y demos desinteresadamente los dones recibidos. 

lunes, 10 de junio de 2019

MARÍA, MADRE DE LA IGLESIA


Jn 19, 25-34


Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo: «Tengo sed».

Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: «Está cumplido». E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.


MADRE DE LA IGLESIA


Hace dos años que la Iglesia celebra especialmente en este día a María como Madre de la Iglesia. No podría haber día mejor.



Ayer celebramos Pentecostés, el comienzo de la andadura de la Iglesia ¿ y quién mejor para cuidarla y custodiarla que una Madre?



María, Madre de Jesús, testigo de ese comienzo y compañera del Espíritu, nos anima a seguir en la tarea de expandir hasta el confín de la Tierra el nombre de su Hijo y de la Iglesia.

viernes, 7 de junio de 2019

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS


Jn 20, 19-23


Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros».

Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».

Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».


PENTECOSTÉS

En este día tan grande en la Iglesia donde celebramos la venida del Espíritu santo las lecturas de la Eucaristía de hoy son para meditar días y días. Nos dice san Pablo en su Carta a los Corintios algo que nunca deberíamos olvidar en la vida de la Iglesia, estemos donde estemos llevando el evangelio: sacerdotes, consagrados o laicos. 

Todos nosotros tenemos una misión que vivir y ofrecer. Porque hay diversidad de carismas, pero solo un Espíritu, que es el que los anima a todos y el que los ha inspirado todos. Nos hay nadie que sobre, no hay nadie que no pueda hacer nada. Todos en le Iglesia tenemos diversos ministerios y actuaciones, pero hay un mismo Dios que obra todo en todos.

Él es el que obra, Él es el que hace que todo funcione. Con los dones del Espíritu sembramos amor y recogemos el ciento por uno. Sembrar Espíritu, sembrar para el bien común. Así todos, bebiendo de un mismo Espíritu, haremos más hermosa la Iglesia.



TÚ SÍGUEME


Jn 21, 20-25


En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»

Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y éste ¿qué?» Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme».

Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?»

Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.

Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo entero podría contener los libros que habría que escribir.


MUCHAS OTRAS COSAS HIZO JESÚS

Eso nos dice el evangelio de Juan, que Jesús hizo muchas otras cosas aparte de lo que nos contaron los evangelistas.

Y surge la pregunta: ¿qué cosas tan maravillosas como las que sabemos hizo Jesús? Ni las podemos imaginar. No caben en nuestro corazón.

Y muchas más hace por nosotros y con nosotros cada día, cada minuto, cada segundo en el que nos piensa y nos sueña. Cumplamos su sueño en nosotros.


jueves, 6 de junio de 2019

TÚ CONOCES TODO


Jn 21, 15-19

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, le dice a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?» Él le contestó: «Sí, Señor, tú, sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos».

Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». Él le dice: «Pastorea mis ovejas».

Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?» y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras».

Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».


TÚ SABES QUE TE QUIERO

Esa respuesta de Pedro a Jesús cuando este le preguntó si lo quería debería ser una pequeña oración que tuviéramos permanentemente en nuestro corazón.

Y así, como una flecha, esa frase iría directa al Corazón de Dios. Jaculatoria bendita en la que le decimos a nuestro Padre todo cuanto quiere saber de nosotros.

Corazón con corazón, palabra a palabra, en lo más íntimo de nuestro interior no podremos decir otra cosa a Dios más que "Te quiero". 


LEVANTANDO LOS OJOS AL CIELO


Jn 17, 20-26

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró, Jesús diciendo: «No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.

Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.

Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».

Y YO EN ELLOS

Y es que lo ha dicho Él, que está en nosotros, que vive en nosotros si nosotros lo dejamos, que ama en nosotros cuando nosotros amamos al prójimo.

Está aquí, no nos abandona y nos ama como nadie nos ha amado nunca. Habita en nosotros como en su casa siempre que nosotros así lo queramos.

No tengamos el corazón arrugado y pequeñito. Él lo llena todo, dejemos que así sea.


miércoles, 5 de junio de 2019

PADRE SANTO


Jn 17, 11b-19


En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida.

Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad».

LES HE DADO TU PALABRA

Jesús es coherente con su misión, con su vida, con su misericordia infinita hacia nosotros. Dirigiéndose al Padre, le dice: "Les he dado tu palabra".

¡Qué más nos puede dar! Nos dio su vida, a su Madre, su Amor, su Sangre, su Corazón... y su Palabra. Y nosotros debemos hacer vida todos estos dones.

Dones gratuitos, regalos de amor, que tenemos que ofrecer gratis a todo aquel que nos pida razones de nuestra fe. 


lunes, 3 de junio de 2019

TÚ ME LOS DISTE


Jn 17, 1-1 la

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, dijo Jesús: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo.

Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiese.

He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado.

Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti».


QUE TE CONOZCAN A TI

Jesús vino con una misión muy concreta. Hacer que conocieran al verdadero Dios, ese Padre con mayúsculas que Él conocía tan bien y quiso darnos a conocer.

A nosotros nos toca conocer su mensaje, interiorizarlo y vivirlo. Y eso es una tarea individual y para toda la vida. 

Conocer a Dios totalmente no podremos nunca aquí, pero intentar conocerlo, intentar ser en Él, vivir en Él es nuestra misión en esta vida.