sábado, 31 de agosto de 2019

LOS TALENTOS


 Mt 25, 14-30

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco".
Su señor le dijo:
"Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor."
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
"Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos".
Su señor le dijo:
"¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó también el que había recibido un talento y dijo:
"Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo".
El señor le respondió:
"Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Con que sabias que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y rechinar de dientes"».


SIERVO BUENO Y FIEL

Así nos quiere Dios, buenos y fieles. No nos pide más. Buenos, como Él. Fieles, como Él. Seguir su ejemplo y seremos como Él siempre nos soñó.

La bondad y la fidelidad son virtudes que deberían destacar en nosotros, los cristianos. Siendo así, sería nuestra mayor evangelización.

No solo se trata de palabras, también de acciones y actitudes. Buenos y fieles, no es tan complicado. 


viernes, 30 de agosto de 2019

AL ENCUENTRO DEL ESPOSO


Mt 25, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.

Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”

Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: "Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas". Pero las prudentes contestaron: "Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis".

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: "Señor, señor, ábrenos".

Pero él respondió: "En verdad os digo que no os conozco". Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

VELAD

La parábola de las vírgenes prudentes que hoy nos regala la liturgia nos recuerda que no sabemos el día ni la hora en que Jesús nos saldrá al encuentro.

Debemos estar preparados porque en cualquier momento Jesús puede presentarse en una situación, en el hermano, en una conversación.

Velad, estad atentos. Jesús nos ama y nos lo hace saber a cada instante. Solo hay que mirar un poco más adentro. 


jueves, 29 de agosto de 2019

JUSTO Y SANTO


 Mc 6, 17-29

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.
El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.
Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo, pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado justo y santo, y lo defendía. Al escucharlo, quedaba muy perplejo, aunque lo oía con gusto.
La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven:
«Pídeme lo que quieras, que te lo daré».
Y le juró:
«Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino».
Ella salió a preguntarle a su madre:
«¿Qué le pido?»
La madre le contestó:
«La cabeza de Juan, el Bautista».
Entró ella enseguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió:
«Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados no quiso desairarla. Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre.
Al enterarse sus discípulos fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.

AHORA MISMO

Hoy celebramos en la Iglesia el Martirio de san Juan Bautista y el evangelio nos relata cómo sucedió. La hija de Herodías le pidió a Herodes "ahora mismo" la cabeza de Juan.

"Ahora mismo" denota imposición, soberbia, exigencia. Actitudes de quien se cree por encima de los demás sin tener en cuenta la dignidad de las demás personas. 

La misericordia, la paciencia, la comprensión son actitudes que hablan de quien las practica. En el mundo del "ahora mismo" seamos apóstoles de la misericordia.


miércoles, 28 de agosto de 2019

SEPULCROS BLANQUEADOS


Mt 23, 27-32

En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! Con esto atestiguáis en vuestra contra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡ Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!»


BUENA APARIENCIA

Hoy Jesús nos habla de sepulcros blanqueados, de ofrecer una buena cara y ni ser así de limpios ni correctos por dentro.

Para los cristianos la buena apariencia debería ser el reflejo del alma. Ser coherentes, ser sinceros, así deberíamos ser sencillamente por seguir al Maestro.

No es cristiano tener dos caras. Un seguidor de Cristo debe su buena apariencia a tener un buen interior, ya que, como decía san Agustín, al cual celebramos hoy, "en el hombre interior habita la verdad". 


lunes, 26 de agosto de 2019

EL MOSQUITO Y EL CAMELLO


Mt 23, 23-26

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
« ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el décimo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la felicidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera».

POR DENTRO

Hoy sigue el discurso de Jesús a los escribas y fariseos. Sigue acusándolos de hipócritas porque no entienden que lo importante está dentro.

¡Qué importa lavarse las manos cuando el corazón no está limpio! Dentro, el corazón debe estar blanco y en luz para poder iluminar.

Quizá a veces también hemos dado prioridad a lo menos importante y hemos dejado de lado nuestra luz interior. Que no sea así para poder seguir iluminando al mundo. 



domingo, 25 de agosto de 2019

GUÍAS CIEGOS


Mt 23, 13-22

En aquel tiempo, Jesús dijo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren.

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la “gehenna” el doble que vosotros!

¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro?

O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga”. ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él».

HIPÓCRITAS

Hoy el evangelio nos muestra a un Jesús molesto y reivindicativo ante las incoherencias de los escribas y fariseos. Hipócritas les llama.

El peor calificativo que Jesús, sabiendo cómo somos, conociéndonos desde antes de nacer, podía hacer a cualquiera de nosotros.

No seamos hipócritas, sino transparentes, coherentes con nuestra fe. Que nunca merezcamos que Jesús nos llame como a aquellos escribas y fariseos.





XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Lc 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús, pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salven?»

Él les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: "Señor, ábrenos"; pero él os dirá: "No sé quiénes sois".

Entonces comenzaréis a decir. "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas". Pero él os dirá: "No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad."

Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a lsaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».


ID AL MUNDO ENTERO Y PROCLAMAD EL EVANGELIO

Esta es la respuesta al Salmo de la liturgia de este domingo, que resume perfectamente lo que expresan todas las lecturas de hoy. Nos dice Isaías que de todas las naciones saldrán hijos de Israel que proclamen su gloria y que de entre ellos escogerá sacerdotes. 

Sacerdotes que elevan ofrendas al cielo sabiendo que la misericordia y la fidelidad de Dios son eternas. Porque Él fortalece las manos débiles y robustece las rodillas vacilantes. Es un Dios bueno y su ternura es infinita. Eso es lo que el mundo debe conocer por nuestra proclamación del evangelio, esa es la misión a la que nos envía Jesús.

Y el evangelio nos habla de la puerta estrecha, esa que debemos escoger los que amamos a Dios, la que debemos traspasar los que creemos firmemente en su amor. La puerta estrecha, esa que nos lleva a la anchura y la profundidad del Corazón de Dios, evangelio puro que debemos proclamar. 




sábado, 24 de agosto de 2019

VEN Y VERÁS


Jn 1, 45-51

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo: «Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret». Natanael le replicó: «¿De Nazaret puede salir algo bueno?»

Felipe le contestó: «Ven y verás».

Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño». Natanael le contesta: «¿De qué me conoces?»

Jesús le responde: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi». Natanael respondió: «Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».

Jesús le contestó: « ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».

Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

SAN BARTOLOMÉ

El relato que nos ofrece hoy el evangelio sobre Natanael puede ser la historia de cada uno de nosotros. 

Un amigo nos habla de Jesús; desconfiamos. Jesús nos toca el corazón demostrando que nos ama desde siempre. Y entonces le reconocemos con Dios y Señor.

Es fácil. Él nos dice "Ven y verás". Aceptemos su invitación. No quedaremos defraudados.



viernes, 23 de agosto de 2019

EL MANDAMIENTO PRINCIPAL


 Mt 22, 34-40

En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?»

Él le dijo: «”Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».


AMARÁS

Ante una pregunta sencilla, una respuesta sencilla. Le preguntaron al Maestro por el mandamiento principal; sencillamente, amar.

Amar al prójimo, amar a Dios, que son las dos caras de la misma moneda. Lo principal es amar, amar a todos y en todas circunstancias. 

No es complicado. Un mandamiento sencillo para una vida de seguimiento de Cristo: amar.


jueves, 22 de agosto de 2019

MARÍA REINA


 Mt 22, 1-14

En aquel tiempo, Jesús volvió hablar en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados, encargándoles que dijeran a los convidados: “Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda”.

Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los matarlos. El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.

Luego dijo a sus criados: “La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda.”

Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?”

El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”. Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos».


VOLVIÓ A HABLAR EN PARÁBOLAS

Jesús sabía cómo hablar a sus contemporáneos y que si no les hablaba en parábolas no iban a entender del todo el Reino.

Aun así pocos le entendieron de verdad. Y así lo hace con nosotros. Nos habla en parábolas, lo que tenemos que hacer es estar atentos a sus explicaciones.

Y aun así habrá veces que no le entendamos. Señor, ayúdanos a entender tu Bondad para con nosotros.





miércoles, 21 de agosto de 2019

PRIMEROS Y ÚLTIMOS


Mt 20, 1-16a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo:
"Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido".
Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
"¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?"
Le respondieron:
"Nadie nos ha contratado."
Él les dijo:
"Id también vosotros a mi viña".
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
"Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros".
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
"Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.
Él replicó a uno de ellos:
"Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”
Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos».

NO TE HAGO NINGUNA INJUSTICIA

Dios es la Bondad, sin intereses, sin acepción de personas, sin rencores, ni echar en cara nada a ninguno de nosotros.

No nos hace ninguna injusticia a ninguno siendo así. Es su ser y no puede ser de otra manera. Es Amor, es Bondad, es Misericordia.

Por eso su lógica no encaja con la nuestra, pero es que no debe hacerlo. Es al contrario. Nuestro corazón debe hacerse como el suyo. Así haremos realidad el Reino.


martes, 20 de agosto de 2019

¿QUIÉN PUEDE SALVARSE?


Mt 19, 23-30

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos».

Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: «Entonces, ¿quién puede salvarse?» Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo».

Entonces dijo Pedro a Jesús: «Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?» 

Jesús les dijo: «En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.

Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros».

POR MÍ

Por si todavía no lo teníamos claro o no lo sabíamos, hoy Jesús nos lo recuerda: "Todo el que por mí..." . Es por Él por quien hacemos todo.

Por él vivimos, nos movemos y existimos, como nos dice san Pablo. Es el pilar de nuestras vidas, el que sostiene todo aquello que hacemos y somos.

No lo olvidemos nunca. Él es nuestra razón de ser. Nuestra razón de amar. 


lunes, 19 de agosto de 2019

SI QUIERES SER PERFECTO


Mt 19, 16-22

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: «Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna?»

Jesús le contestó: « ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos».

Él le preguntó: «¿Cuáles?» Jesús le contestó: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo».

El joven le dijo: «Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?»

Jesús le contestó: «Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes, da el dinero a los pobres – así tendrás un tesoro en el cielo - y luego ven y sígueme».

Al oír esto, el joven se fue triste, porque era muy rico.


¿QUÉ ME FALTA?

Hoy en el evangelio el joven rico le pregunta a Jesús qué le falta para obtener la vida eterna. Pregunta interesante que podríamos hacernos de vez en cuando nosotros.

¿Qué nos falta para ser verdaderamente cristianos? ¿Qué nos puede faltar para obtener la vida eterna?

De esa respuesta depende nuestra felicidad.



domingo, 18 de agosto de 2019

XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Lc 12, 49-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!

¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».

NO OS CANSÉIS

Hoy la Carta a los Hebreos nos recomienda algo importante: "No os canséis ni perdáis el ánimo". Puede ser que por rutina, costumbre o acomodamiento nos cansemos de lo mismo siempre o nuestro ánimo decaiga. No es nuevo; desde el principio del cristianismo los sacerdotes animaban a seguir con alegría y coraje.

Jesús nos lo dice en el evangelio: "He venido a prender fuego a la tierra". Y con nuestra vida y nuestra palabra nosotros también debemos prender fuego en el corazón de nuestros hermanos. Y esto está reñido con un ánimo decaído.

Dios es nuestro apoyo más firme y pone en nuestra boca un cántico nuevo, según nos canta el Salmo. El cántico nuevo de una vida coherente, sincera, misericordiosa y alegre, dando testimonio de que Jesús es nuestro Salvador, porque "el Señor se cuida de mí". ¡Con Jesús a nuestro lado, prendamos fuego a los corazones!


sábado, 17 de agosto de 2019

LE PRESENTARON UNOS NIÑOS


Mt 19, 13-15

En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban.

Jesús dijo: «Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos».

Les impuso las manos y se marchó de allí.

LES IMPUSO LAS MANOS

Tradición heredada de las costumbres judías es la imposición de manos. Con ella Jesús impartía misericordia, perdón y salvación.

Signo que nos ha llegado a nosotros y que se repite en la administración de distintos sacramentos. Así se hace presente su Misericordia.

No quitemos importancia a los signos, pues significan mucho más de lo que vemos. Pidamos para que la Iglesia siga impartiendo su perdón y su salvación al mundo entero. 



viernes, 16 de agosto de 2019

NO TODOS ENTIENDEN ESTO


 Mt 19, 3-12

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Es lícito a un hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?»

Él les respondió: « ¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne"? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».

Ellos insistieron: « ¿Y por qué mandó Moisés darle acta de divorcio y repudiarla? » Él les contestó: «Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Pero yo os digo que, si uno repudia a su mujer - no hablo de unión ilegítima - y se casa con otra, comete adulterio».

Los discípulos le replicaron: «Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse». Pero él les dijo: «No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos ellos mismos por el reino de los cielos. El que pueda entender, entienda».

ELLOS INSISTIERON

Hoy el evangelio nos habla de matrimonio, adulterio, repudio, unión para siempre. Y dice Jesús que  no todos entienden esto.

Quizá por ello los discípulos insistieron en preguntar. Y Jesús no se molesta por ello, sino que les sigue explicando para que entiendan mejor.

Así nosotros. Muchas veces no entendemos todo lo que nos quiere decir Jesús; pues insistamos en que nos lo explique mejor. La oración aclara muchas cosas. 


jueves, 15 de agosto de 2019

SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA


 Lc 1, 39-56

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que. en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humildad de su esclava”.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes en mi: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” - como lo había prometido a “nuestros padres” - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y volvió a su casa.


BIENAVENTURADA MARÍA

Un día muy especial en el calendario, sin duda. Celebrar a María siempre es causa de alegría, como Ella. La Madre que nos dio a Jesús, la Mediadora por la que llegamos a Él, compañera de nuestro camino, Madre y hermana nuestra.

Criatura singular y excepcional en la que Dios puso su confianza para ser la Madre de Jesús, en la que confió para cuidarlo y educarlo, ejemplo en el que todas las madres pueden mirarse. Su amor entrañable hizo que su misericordia no fuera solo una palabra, sino su ley de vida. 

Bienaventurada María que nos enseñó a amar a Jesús, a darnos sin pedir nada a cambio, a ser sencillos sin llamar la atención, a ser delicados en el servicio. Toda una lección que nos debe ayudar en el día a día. 


miércoles, 14 de agosto de 2019

SI TU HERMANO PECA


Mt 18, 15-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si tu hermano peca contra ti, repréndelo estando los dos a solas. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un pagano o un publicano.
En verdad os digo que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en los cielos.
Os digo, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en los cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».

DOS O TRES

Otra vez en el evangelio de hoy Jesús ejerce sus matemáticas divinas. "Donde dos o tres..." quizá nos suene de haberlo oído muchas veces, pero nos debe interpelar en nuestro aquí y ahora.

No hace falta ser muchos, sino ser con intensidad, ser en coherencia, ser, sencillamente. No hace falta ser muchos, sino ser en verdad.

De hecho, doce personas cambiaron el mundo. Y Jesús dice que serían suficientes dos o tres reunidos en su nombre para que Él esté en medio. Seamos en Él. 


martes, 13 de agosto de 2019

LLAMÓ A UN NIÑO


Mt 18, 1-5. 10. 12-14

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?»

Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: «En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí.

Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielo el rostro de mi Padre celestial.

¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.

Igualmente no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».

SI NO OS HACÉIS COMO NIÑOS

De nuevo la sencillez, de nuevo Jesús nos recomienda la inocencia de los niños, mirar con ojos nuevos y dejarnos asombrar.

Estrenar corazón cada mañana y ver la vida con ojos nuevos sin dejar que la oscuridad de lo negativo haga mella en nosotros.

Hacernos como niños, tener corazón de niños, así podremos acercarnos mejor a su Corazón y llegar a Él desde nuestra pequeña sonrisa. 


lunes, 12 de agosto de 2019

DOS DRACMAS


Mt 17, 22-27

En aquel tiempo, mientras Jesús y los discípulos recorrían juntos Galilea, les dijo: «El Hijo del hombre será entregado en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día». Ellos se pusieron muy tristes.

Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: «¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?» Contestó: «Sí».

Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?». Contestó: «A los extraños».

Jesús le dijo: «Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al mar, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti».

ECHA EL ANZUELO

Del evangelio de hoy una frase me ha recordado algo que leí hace mucho tiempo siendo muy joven. Jesús le dice a Pedro: "Echa el anzuelo".

Jesús llega a los demás por el corazón, pero también a mucho les llega "por la cabeza", por razonamiento puro y duro, porque han aprendido así.

Personas que han llegado a la fe por el corazón hay muchas. También los que han llegado por la cabeza. Echemos el anzuelo.


domingo, 11 de agosto de 2019

XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Lc 12, 32-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.

Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos bolsas que no se estropeen, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón.

Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.

Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo. Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos.

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».

Pedro le dijo: «Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?» El Señor le respondió: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que les reparta la ración de alimento a sus horas?

Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.

Pero si aquel criado dijese para sus adentros: "Mi señor tarda en llegar", y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles. El criado que conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.

Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».


PEQUEÑO REBAÑO

A veces nuestras ansias de grandeza se dan de bruces ante la realidad de que somos un pequeño rebaño en manos de Dios, un pequeño gusanito, como nos dice el profeta. Y como rebaño tenemos un Pastor bueno que nos guía hacia fuentes tranquilas.

Tenemos que ser como los administradores fieles y prudentes del evangelio los cuales hacen la voluntad de Dios, estando en vela, con las lámparas encendidas esperando el momento de encontrarnos con el Esposo, esperando que su Misericordia venga sobre nosotros.

"Dichoso el pueblo que él se escogió como heredad", nos dice el Salmo. Debemos sentirnos orgullosos de que Dios se fije en nuestra pequeñez, que es la cualidad que enamora a Dios. Pequeño rebaño, al que mucho se le confió. Seamos dignos de nuestro Pastor. 


sábado, 10 de agosto de 2019

MUCHO FRUTO


Jn 12, 24-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiere servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sierva, el Padre lo honrará».

EL QUE SE AMA A SÍ MISMO

Hoy el evangelio nos habla de entrega y generosidad, de servicio y atención a los demás, de vivir la alegría de la fecundidad en la caridad al prójimo.

Por contra, nos dice que el que se ama a sí mismo está perdido, sin norte. Ser servidores de Jesús materializándolo en el servicio a los hermanos es la mejor senda que recorrer sin perderse.

Hagamos visible a Dios en la entrega, en la misericordia y la ternura. Vayamos de la mano de María y siguiendo el ejemplo de Jesús.


viernes, 9 de agosto de 2019

SANTA TERESA BENEDICTA


Mt 25, 1-13

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a diez vírgenes que tomaron sus lámpara y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.

Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”

Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: “Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas”. Pero las prudentes contestaron: “Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo: “Señor, señor, ábrenos”.

Pero él respondió: “En verdad os digo que no os conozco”. Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

VELAD

Hoy celebramos a Santa Teresa Benedicta de la Cruz, (Edith Stein). Fue judía de nacimiento, se convirtió al cristianismo después de una intensa vida académica y universitaria. Y en su madurez religiosa entró a formar parte de una Comunidad de Monjas Carmelitas.

Allí escribió libros sobre la espiritualidad de la Cruz, cómo vivirla y cómo entender ese camino tan difícil que escogió Jesús. Ella, fiel discípula, murió en un campo de concentración. 

Siempre en vela,como nos recomienda hoy el evangelio, siempre buscando la interioridad hacia una vivencia más intensa de la unión con Jesús a través de la Cruz. Un ejemplo para todos nosotros. 


jueves, 8 de agosto de 2019

PIENSAS COMO LOS HOMBRES


 Mt 16, 13-23

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?»

Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».

Jesús le respondió: «¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra, quedará atado en los cielo, y lo que desates en la tierra, quedará desatado en los cielos».

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.

Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte».
Jesús se volvió y dijo a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios».


SIMÓN PEDRO TOMÓ LA PALABRA

Cuando Jesús preguntó a sus discípulos por quién pensaba la gente que era Él, Pedro tomó la palabra y contestó guiado por el Espíritu.

Muchas veces callamos por no llamar la atención, o por una falsa modestia. Quizá deberíamos ser más valientes para proclamar ante el mundo las maravillas de Dios.

La humildad es andar en verdad, como decía santa Teresa. Por eso, cuando sea necesario, proclamemos la verdad de Dios con humildad.