tag:blogger.com,1999:blog-39416914053176263382024-03-28T11:04:44.361+01:00UNUMCOMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.comBlogger2912125tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-16245050090529167972024-03-28T11:03:00.002+01:002024-03-28T11:03:47.595+01:00JUEVES SANTO<div class="referencia_lectura" style="background-color: white; font-weight: bold; margin: 3.214em 1.429em 0.714em 2.857em; text-align: center; text-indent: -1.429em;"><span style="font-family: inherit;">Jn 13,1-15</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.<br />Estaban cenando; ya el diablo había suscitado en el corazón de Judas, hijo de Simón Iscariote, la intención de entregarlo; y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.<br />Llegó a Simón Pedro, y este le dice:<br />«Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?».<br />Jesús le replicó:<br />«Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde».<br />Pedro le dice:<br />«No me lavarás los pies jamás».<br />Jesús le contestó:<br />«Si no te lavo, no tienes parte conmigo».<br />Simón Pedro le dice:<br />«Señor, no solo los pies, sino también las manos y la cabeza».<br />Jesús le dice:<br />«Uno que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. También vosotros estáis limpios, aunque no todos».<br />Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos estáis limpios».<br />Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo:<br />«¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><b>UN BESO Y UN LEBRILLO</b></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Jueves santo. Con esas dos palabras estaría todo dicho, pero hay que recordar, siempre, que este día es el día del amor fraterno, de la entrega, despedida íntima y familiar de Jesús hacia sus amigos, sabiendo que sería la última. </div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Con un beso lo traicionó Judas y, adelantándose a tan gran infamia, Jesús, en actitud de servidor, les lava los pies a todos. Servir, amar y servir. Parece que les estaba diciendo. "¿Os está quedando claro?" Es esto y no otra cosa.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Entrañas de misericordia, dando ejemplo, para que vosotros también lo hagáis. Pan y vino, entrega, servicio, sacerdocio y don. Amar hasta el extremo, como solo él pudo hacerlo. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-50306414701808281462024-03-27T16:01:00.001+01:002024-03-27T16:01:11.343+01:00MIÉRCOLES SANTO<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Mt 26,14-25</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso:<br />«¿Qué estáis dispuestos a darme si os lo entrego?».<br />Ellos se ajustaron con él en treinta monedas de plata. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.<br />El primer día de los Ácimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:<br />«¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?».<br />Él contestó:<br />«Id a la ciudad, a casa de quien vosotros sabéis, y decidle: "El Maestro dice: mi hora está cerca; voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"».<br />Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua.<br />Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo:<br />«En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar».<br />Ellos, muy entristecidos, se pusieron a preguntarle uno tras otro:<br />«¿Soy yo acaso, Señor?».<br />Él respondió:<br />«El que ha metido conmigo la mano en la fuente, ese me va a entregar. El Hijo del hombre se va como está escrito de él; pero, ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado!, ¡más le valdría a ese hombre no haber nacido!».<br />Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar:<br />«¿Soy yo acaso, Maestro?».<br />Él respondió:<br />«Tú lo has dicho».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><b>TREINTA MONEDAS</b></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Es Miércoles santo, recordado por ser el día dedicado a la mayor traición de la Historia de la humanidad. </div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Judas, sabiendo que era él el traidor, preguntó también si era él. ¡Qué desfachatez! ¿Qué esperaría que dijera Jesús? ¿O es que quería quedar bien ante los demás?</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Incomprensible siempre que vendiera al Maestro. Incompresible también si lo vendemos nosotros y, muchas veces, por menos que Judas. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-63038690539448013682024-03-26T18:20:00.001+01:002024-03-26T18:20:30.902+01:00MARTES SANTO<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 13,21-33.36-38</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, estando Jesús a la mesa con sus discípulos, se turbó en su espíritu y dio testimonio diciendo:<br />«En verdad, en verdad os digo: uno de vosotros me va a entregar».<br />Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía.<br />Uno de ellos, el que Jesús amaba, estaba reclinado a la mesa en el seno de Jesús. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.<br />Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:<br />«Señor, ¿quién es?».<br />Le contestó Jesús:<br />«Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado».<br />Y, untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote.<br />Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:<br />«Lo que vas a hacer, hazlo pronto».<br />Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.<br />Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche.<br />Cuando salió, dijo Jesús:<br />«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará. Hijitos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis, pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros:<br />"Donde yo voy no podéis venir vosotros"».<br />Simón Pedro le dijo:<br />«Señor, ¿adónde vas?».<br />Jesús le respondió:<br />«Adonde yo voy no me puedes seguir ahora, me seguirás más tarde».<br />Pedro replicó:<br />«Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Daré mi vida por ti».<br />Jesús le contestó:<br />«¿Conque darás tu vida por mí? En verdad, en verdad te digo: no cantará el gallo antes de que me hayas negado tres veces».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>MARTES SANTO</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Pedro, impulsivo, prometió dar la vida por Jesús cuando le dijo que no podía ir con Él adonde iba, que era al Calvario.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Nosotros, impulsivos a veces también, prometemos y prometemos en ocasiones para luego no cumplir con el Señor.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Sigámosle siempre, a su lado, detrás, pero con Él. Sigamos al Señor en los caminos, en el día a día y también en la Cruz, allí, a sus pies. No le dejemos solo. </span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-75507823776214394892024-03-25T13:43:00.002+01:002024-03-25T13:43:35.828+01:00LUNES SANTO<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 12,1-11</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">María tomó una libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para dárselos a los pobres?».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Esto lo dijo no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Jesús dijo:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron no solo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los muertos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>LUNES SANTO</b></span></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">El tiempo de la Pasión se aproximaba y Jesús quiso acercarse a Betania, a casa de sus amigos, en cierta manera a despedirse, pero también a tomar aliento y alivio entre tanta disquisición con los judíos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Marta, María y Lázaro eran su lugar seguro, donde podía dejarse cuidar. Donde podía compartir sin miedo a réplicas sin sentido. </span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Que seamos siempre Betania para Él. </span></div></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-50798392600761158382024-03-24T10:34:00.001+01:002024-03-24T10:34:19.168+01:00DOMINGO DE RAMOS<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Mc 14,1-15,47</span><span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">:</span><span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;"> </span><span class="cursiva" style="font-style: italic; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Pasión de nuestro Señor Jesucristo.</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br />C .Faltaban dos días para la Pascua y los Ácimos. Los sumos sacerdotes y los escribas andaban buscando cómo prender a Jesús a traición y darle muerte. Pero decían:<br />S. «No durante las fiestas; podría amotinarse el pueblo».<br /><br />C. Estando Jesús en Betania, en casa de Simón, el leproso, sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y se lo derramó sobre la cabeza. Algunos comentaban indignados:<br />S.«¿A qué viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más de trescientos denarios para dárselo a los pobres».<br />C.Y reprendían a la mujer. Pero Jesús replicó:<br />+.«Dejadla, ¿por qué la molestáis? Una obra buena ha hecho conmigo. Porque a los pobres los tenéis siempre con vosotros y podéis socorrerlos cuando queráis; pero a mí no me tenéis siempre. Ella ha hecho lo que podía: se ha adelantado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. En verdad os digo que, en cualquier parte del mundo donde se proclame el Evangelio, se hablará de lo que esta ha hecho, para memoria suya».<br />C. Judas Iscariote, uno de los Doce, fue a los sumos sacerdotes para entregarles a Jesús. Al oírlo, se alegraron y le prometieron darle dinero. Él andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.<br /><span class="rojo">¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?</span><br />C .El primer día de los Ácimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:<br />S. «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?».<br />C .Él envió a dos discípulos diciéndoles:<br />+.«Id a la ciudad, os saldrá al paso un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa adonde entre, decidle al dueño: “El Maestro pregunta: ¿Cuál es la habitación donde voy a comer la Pascua con mis discípulos?”.<br />Os enseñará una habitación grande en el piso de arriba, acondicionada y dispuesta. Preparádnosla allí».<br />C. Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la Pascua.<br />C. Al atardecer fue él con los Doce. Mientras estaban a la mesa comiendo dijo Jesús:<br />+.«En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo conmigo».<br />C .Ellos comenzaron a entristecerse y a preguntarle uno tras otro:<br />S. «¿Seré yo?».<br />C. Respondió:<br />+.«Uno de los Doce, el que está mojando en la misma fuente que yo. El Hijo del hombre se va, como está escrito; pero, ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre será entregado!; ¡más le valdría a ese hombre no haber nacido!».<br /><span class="rojo">Esto es mi cuerpo. Esta es mi sangre de la alianza</span><br />C. Mientras comían, Jesús tomó pan y, pronunciando la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:<br />+.«Tomad, esto es mi cuerpo».<br />C. Después tomó el cáliz, pronunció la acción de gracias, se lo dio y todos bebieron.<br />Y les dijo:<br />+.«Esta es mi sangre de la alianza, que es derramada por muchos. En verdad os digo que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el reino de Dios».<br />C.Después de cantar el himno, salieron para el monte de los Olivos. Jesús les dijo:<br />+.«Todos os escandalizaréis, como está escrito: “Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas”.<br />Pero cuando resucite, iré delante de vosotros a Galilea».<br />C.Pedro le replicó:<br />S.«Aunque todos caigan, yo no».<br />C.Jesús le dice:<br />+.«En verdad te digo que hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres».<br />C.Pero él insistía:<br />S.«Aunque tenga que morir contigo, no te negaré».<br />C.Y los demás decían lo mismo.<br /><span class="rojo">Empezó a sentir espanto y angustia</span><br />C.Llegan a un huerto, que llaman Getsemaní, y dice a sus discípulos:<br />+.«Sentaos aquí mientras voy a orar».<br />C.Se lleva consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a sentir espanto y angustia, y les dice:<br />+.«Mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad».<br />C.Y, adelantándose un poco, cayó en tierra y rogaba que, si era posible, se alejase de él aquella hora; y decía:<br />+.«¡Abba!, Padre: tú lo puedes todo, aparta de mí este cáliz.<br />Pero no sea como yo quiero, sino como tú quieres».<br />C.Vuelve y, al encontrarlos dormidos, dice a Pedro:<br />+.«Simón ¿duermes?, ¿no has podido velar una hora? Velad y orad, para no caer en tentación; el espíritu está pronto, pero la carne es débil».<br />C.De nuevo se apartó y oraba repitiendo las mismas palabras. Volvió y los encontró otra vez dormidos, porque sus ojos se les cerraban. Y no sabían qué contestarle. Vuelve por tercera vez y les dice:<br />+.«Ya podéis dormir y descansar. ¡Basta! Ha llegado la hora; mirad que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos! Ya está cerca el que me entrega».<br />C.Todavía estaba hablando, cuando se presenta Judas, uno de los Doce, y con él gente con espadas y palos, mandada por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles:<br />S.«Al que yo bese, es él: prendedlo y conducidlo bien sujeto».<br />C.Y en cuanto llegó, acercándosele le dice:<br />S.«¡Rabbí!».<br />C.Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo prendieron. Pero uno de los presentes, desenvainando la espada, de un golpe le cortó la oreja al criado del sumo sacerdote. Jesús tomó la palabra y les dijo:<br />+.«¿Habéis salido a prenderme con espadas y palos, como si fuera un bandido? A diario os estaba enseñando en el templo y no me detuvisteis. Pero, que se cumplan las Escrituras».<br />C.Y todos lo abandonaron y huyeron.<br />Lo iba siguiendo un muchacho envuelto solo en una sábana; y le echaron mano, pero él, soltando la sábana, se les escapó desnudo.<br />C.Condujeron a Jesús a casa del sumo sacerdote, y se reunieron todos los sumos sacerdotes y los escribas y los ancianos. Pedro lo fue siguiendo de lejos, hasta el interior del patio del sumo sacerdote; y se sentó con los criados a la lumbre para calentarse.<br />Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban un testimonio contra Jesús, para condenarlo a muerte; y no lo encontraban. Pues, aunque muchos daban falso testimonio contra él, los testimonios no concordaban. Y algunos, poniéndose de pie, daban falso testimonio contra él diciendo:<br />S.«Nosotros le hemos oído decir: “Yo destruiré este templo, edificado por manos humanas, y en tres días construiré otro no edificado por manos humanas”».<br />C.Pero ni siquiera en esto concordaban los testimonios.<br />El sumo sacerdote, levantándose y poniéndose en el centro, preguntó a Jesús:<br />S.«¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que presentan contra ti?».<br />C.Pero él callaba, sin dar respuesta. De nuevo le preguntó el sumo sacerdote:<br />S.«¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?».<br />C.Jesús contestó:<br />+.«Yo soy. Y veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder y que viene entre las nubes del cielo».<br />C.El sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras, dice:<br />S.«¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Habéis oído la blasfemia. ¿Qué os parece?».<br />C.Y todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirlo y, tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían:<br />S.«Profetiza».<br />C.Y los criados le daban bofetadas.<br /><span class="rojo">No conozco a ese hombre del que habláis</span><br />C.Mientras Pedro estaba abajo en el patio, llega una criada del sumo sacerdote, ve a Pedro calentándose, lo mira fijamente y dice:<br />S.«También tú estabas con el Nazareno, con Jesús».<br />C.Él lo negó diciendo:<br />S.«Ni sé ni entiendo lo que dices».<br />C.Salió fuera al zaguán y un gallo cantó. La criada, al verlo, volvió a decir a los presentes:<br />S.«Este es uno de ellos».<br />C.Pero él de nuevo lo negaba. Al poco rato, también los presentes decían a Pedro:<br />S.«Seguro que eres uno de ellos, pues eres galileo».<br />C.Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar:<br />S.«No conozco a ese hombre del que habláis».<br />C.Y enseguida, por segunda vez, cantó el gallo. Pedro se acordó de las palabras que le había dicho Jesús:<br />«Antes que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres», y rompió a llorar.<br /><span class="rojo">¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?</span><br />C.Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, hicieron una reunión. Llevaron atado a Jesús y lo entregaron a Pilato.<br />Pilato le preguntó:<br />S.«¿Eres tú el rey de los judíos?».<br />C.Él respondió:<br />+.«Tú lo dices».<br />C.Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas. Pilato le preguntó de nuevo:<br />S.«¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan».<br />C.Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba extrañado. Por la fiesta solía soltarles un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los rebeldes que habían cometido un homicidio en la revuelta. La muchedumbre que se había reunido comenzó a pedirle lo que era costumbre.<br />Pilato les preguntó:<br />S.«¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?».<br />C.Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia.<br />Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás.<br />Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:<br />S. «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?».<br />C. Ellos gritaron de nuevo:<br />S. «Crucifícalo».<br />C. Pilato les dijo:<br />S. «Pues ¿qué mal ha hecho?».<br />C. Ellos gritaron más fuerte:<br />S .«Crucifícalo».<br />C.Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.<br /><span class="rojo">Le ponen una corona de espinas, que habían trenzado</span><br />C. Los soldados se lo llevaron al interior del palacio —al pretorio— y convocaron a toda la compañía. Lo visten de púrpura, le ponen una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo:<br />S. «¡Salve, rey de los judíos!».<br />C. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él.<br />Terminada la burla, le quitaron la púrpura y le pusieron su ropa. Y lo sacan para crucificarlo.<br /><span class="rojo">Conducen a Jesús al Gólgota</span><br />C. Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo; y lo obligan a llevar la cruz.<br />Y conducen a Jesús al Gólgota (que quiere decir lugar de «la Calavera»),<br /><span class="rojo">«Fue contado entre los enemigos»</span><br />C. y le ofrecían vino con mirra; pero él no lo aceptó. Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno.<br />Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: «El rey de los judíos». Crucificaron con él a dos bandidos, uno a su derecha y otro a su izquierda.<br /><span class="rojo">A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar</span><br />C. Los que pasaban lo injuriaban, meneando la cabeza y diciendo:<br />S.«Tú que destruyes el templo y lo reconstruyes en tres días, sálvate a ti mismo bajando de la cruz».<br />C. De igual modo, también los sumos sacerdotes comentaban entre ellos, burlándose:<br />S.«A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Que el Mesías, el rey de Israel, baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos».<br />C. También los otros crucificados lo insultaban.<br /><span class="rojo">Jesús, dando un fuerte grito, expiró</span><br />C. Al llegar la hora sexta toda la región quedó en tinieblas hasta la hora nona. Y a la hora nona, Jesús clamó con voz potente:<br />+.«Eloí Eloí, lemá sabaqtaní?».<br />C.(Que significa:<br />+.«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»).<br />C. Algunos de los presentes, al oírlo, decían:<br />S. «Mira, llama a Elías».<br />C.Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo:<br />S. «Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo».<br />C.Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró.<br /><span class="rojo">Todos se arrodillan, y se hace una pausa.</span><br />C. El velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo.<br />El centurión, que estaba enfrente, al ver cómo había expirado, dijo:<br />S. «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios».<br />C .Había también unas mujeres que miraban desde lejos; entre ellas María la Magdalena, María la madre de Santiago el Menor y de Joset, y Salomé, las cuales, cuando estaba en Galilea, lo seguían y servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.<br /><span class="rojo">José rodó una piedra a la entrada del sepulcro</span><br />C. Al anochecer, como era el día de la Preparación, víspera del sábado, vino José de Arimatea, miembro noble del Sanedrín, que también aguardaba el reino de Dios; se presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.<br />Pilato se extrañó de que hubiera muerto ya; y, llamando al centurión, le preguntó si hacía mucho tiempo que había muerto.<br />Informado por el centurión, concedió el cadáver a José. Este compró una sábana y, bajando a Jesús, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro, excavado en una roca, y rodó una piedra a la entrada del sepulcro.<br />María Magdalena y María, la madre de Joset, observaban dónde lo ponían.<br /><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><br /></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>DOMINGO DE RAMOS</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Hoy la iglesia nos pide que fijemos nuestra mirada en la entrada de Jesús en Jerusalén: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Así también debe entrar en nuestra alma</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">La Semana santa también debe vivirse por dentro, para que nos transformemos en Amor. Bendito que vienes, Señor, deseo que seas mi Rey, que tu gracia inunde mi vida y que realimente puedas resucitar en mí.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Acompañemos también a María, que nos enseña que nuestro sitio es al lado de la Cruz. Allí Jesús nos tuvo presentes, pensó en cada uno de nosotros, se entregó por cada uno. ¡Bendito el que viene a nuestro corazón!</span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-82069310387340337502024-03-23T20:28:00.001+01:002024-03-23T20:28:36.002+01:00AQUEL DÍA DECIDIERON DARLE MUERTE<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 11,45-57</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él.<br />Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.<br />Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron:<br />«¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación».<br />Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo:<br />«Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera».<br />Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no solo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.<br />Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente entre los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos.<br />Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban:<br />«¿Qué os parece? ¿Vendrá a la fiesta?».<br />Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>AQUEL DÍA DECIDIERON DARLE MUERTE</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Jesús no les gustaba, ni lo que hacía ni lo que decía. Veían que estaban perdiendo credibilidad y adeptos.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Por eso decidieron matarle. No decidieron cambiar y convertirse, aun sabiendo que hacía tantos signos que pudiera ser el Mesías.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Y Él lo sabía. Sabía que Él era la Verdad y la Vida. Y aun así se dejó quitar la vida. Por nosotros, por Amor. El Amor fue su fortaleza. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-13879904161143944492024-03-22T15:24:00.001+01:002024-03-22T15:24:13.469+01:00Y MUCHOS CREYERON EN ÉL ALLÍ<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 10,31-42</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.<br />Él les replicó:<br />«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».<br />Los judíos le contestaron:<br />«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».<br />Jesús les replicó:<br />«¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: "¡Blasfemas!" Porque he dicho: "Soy Hijo de Dios"? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».<br />Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.<br />Muchos acudieron a él y decían:<br />«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».<br />Y muchos creyeron en él allí.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>Y MUCHOS CREYERON EN ÉL ALLÍ</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Días difíciles los últimos que pasó Jesús entre nosotros. Los judíos le acusaban de blasfemia y estaba perseguido allá donde i ba.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Pero Él intentaba explicarles y les contestaba a todas sus preguntas capciosas. Y, allí también, se hacía vida su misión.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Allí, en el fragor del diálogo, muchos entendías que era el Mesías, pues nunca otro les había hablado así. Cualquier ocasión es buena para los que creen. </span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-77003161484270844312024-03-21T16:44:00.001+01:002024-03-21T16:44:45.310+01:00YO SOY<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 8,51-59</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:<br />«En verdad, en verdad os digo: quien guarda mi palabra no verá la muerte para siempre».<br />Los judíos le dijeron:<br />«Ahora vemos claro que estás endemoniado; Abrahán murió, los profetas también, ¿y tú dices: "Quien guarde mi palabra no gustará la muerte para siempre"? ¿Eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron, ¿por quién te tienes?».<br />Jesús contestó:<br />«Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: "Es nuestro Dios", aunque no lo conocéis. Yo sí lo conozco, y si dijera "No lo conozco" sería, como vosotros, un embustero; pero yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de alegría».<br />Los judíos le dijeron:<br />«No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?».<br />Jesús les dijo:<br />«En verdad, en verdad os digo: antes de que Abrahán existiera, yo soy».<br />Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>YO SOY</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">En esas dos palabras se encierra muchas más cosas de las que parece. Los judíos, cuando la escucharon, sabían qué estaba diciendo.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Por eso quisieron apedrearlo después de oírle decirlo. Jesús se estaba igualando a Dios, les estaba diciendo que Él era Dios.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Y no lo creyeron. No seamos así nosotros, que la fe siempre nos guíe hacia la realización de un Reino nuevo según quería Jesús. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-24222287103781066542024-03-20T18:59:00.001+01:002024-03-20T18:59:10.493+01:00SERÉIS LIBRES<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 8,31-42</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:<br />«Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres».<br />Le replicaron:<br />«Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: "Seréis libres"?».<br />Jesús les contestó:<br />«En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».<br />Ellos replicaron:<br />«Nuestro padre es Abrahán».<br />Jesús les dijo:<br />«Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».<br />Le replicaron:<br />«Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».<br />Jesús les contestó:<br />«Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>SERÉIS LIBRES</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Faltan pocos días para que Jesús se entregue por nosotros y los diálogos entre él y los judíos iban complicándose.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Ellos estaban indignados y furiosos contra Jesús. Y procuraban perseguirlo con sus preguntas insidiosas.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Pero Él, cuanto más insistían, más razones les daba de su divinidad. "Él me envió". Esa es la verdad y la verdad nos hará libres. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-24170899372183003642024-03-19T16:28:00.002+01:002024-03-19T16:28:32.459+01:00SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Mt 1,16.18-21.24a</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.<br />La generación de Jesucristo fue de esta manera:<br />María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.<br />José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:<br />«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».<br />Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><b>SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ</b></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Llegado marzo hay dos fechas a destacar en el calendario y una de ellas es la Solemnidad de san José. Padre de Jesús y su custodio, así como de María. </div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Así como María fue elegida para ser Madre de Dios, José fue elegido para cuidar de Ella.¡Así debía ser él! No había nadie mejor para ello.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Pidamos a tan buen padre y esposo que cuide de las familias, de los hijos, de las madres para que siempre sigamos el ejemplo de su Sagrada Familia. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-504785456021684892024-03-18T10:29:00.001+01:002024-03-18T10:29:55.332+01:00LA PRIMERA PIEDRA<p style="text-align: center;"> <span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 8,1-11</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.<br />Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:<br />«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».<br />Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.<br />Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:<br />«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra».<br />E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.<br />Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.<br />Jesús se incorporó y le preguntó:<br />«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».<br />Ella contestó:<br />«Ninguno, Señor».<br />Jesús dijo:<br />«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>LA PRIMERA PIEDRA</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">El evangelio de hoy es otro ejemplo más de la sabiduría de Jesús, su pedagogía intachable sobre la moral.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">La primera piedra, ¿quién la tirará? ¿Quién de nosotros se atrevería a, ni tan siquiera, alzar la vista?</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">No juzguemos, no se trata de eso. Amemos, fue lo único que se nos pidió. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-71082633136883766732024-03-17T13:41:00.003+01:002024-03-17T13:41:55.596+01:00V DOMINGO DE CUARESMA<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 12,20-33</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban:<br />«Señor, queremos ver a Jesús».<br />Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.<br />Jesús les contestó:<br />«Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.<br />En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.<br />El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará.<br />Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre».<br />Entonces vino una voz del cielo:<br />«Lo he glorificado y volveré a glorificarlo».<br />La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.<br />Jesús tomó la palabra y dijo:<br />«Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí».<br />Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><b>HA LLEGADO LA HORA</b></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Jesús sabía que todo se estaba precipitando hacia la hora de su entrega suprema, aquella misión que el Padre le había encomendado y que vino a realizar.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Ha llegado la hora. Esta semana todo tendrá un significado especial mirando hacia la entrada en Jerusalén y los días posteriores.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Preparémonos también nosotros para la semana grande, la semana en que se nos muestra el Amor más grande de Aquel que dio la vida por nosotros.</div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-1312678349392034682024-03-16T18:28:00.000+01:002024-03-16T18:28:54.953+01:00ESTE ES EL MESÍAS<p style="text-align: center;"> <span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 7,40-53</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«Este es de verdad el profeta».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Otros decían:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«Este es el Mesías».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Pero otros decían:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y estos les dijeron:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«¿Por qué no lo habéis traído?».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Los guardias respondieron:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«Jamás ha hablado nadie como ese hombre».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Los fariseos les replicaron:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la ley son unos malditos».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Ellos le replicaron:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">«¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Y se volvieron cada uno a su casa.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>ESTE ES EL MESÍAS</b></span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b><br /></b></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Los contemporáneos de Jesús se convencían de que Él era verdaderamente el Mesías y el Hijo de Dios cuando lo oían hablar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Deberíamos hablar de tal manera de Jesús, presentarlo de tal manera al mundo que nadie dudase que Él es el Mesías. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;">Hablemos de Jesús, que salga en nuestras conversaciones diarias, que todo el mundo sepa que con Él triunfó el Amor. </div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-84201589754126512542024-03-15T16:50:00.001+01:002024-03-15T16:50:42.241+01:00RECORRÍA GALILEA<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 7,1-2.10.25-30</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.<br />Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.<br />Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron:<br />«¿No es este el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que este es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene».<br />Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó:<br />«A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él y él me ha enviado».<br />Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>RECORRÍA GALILEA</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Jesús sabía que su hora estaba cerca. Querían echarle mano, pero no podían. Acusaciones, preguntas, pero no podían.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Y Él, aun sabiendo que su hora estaba cerca, seguía recorriendo Galilea anunciando el reino y el Amor misericordioso del Padre.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Hasta el final, hasta el extremo. Siempre haciendo la voluntad de Dios. Tomemos ejemplo. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-76738915695903166122024-03-14T18:39:00.001+01:002024-03-14T18:39:12.107+01:00AL QUE ÉL ENVIÓ NO LO CREÉIS<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">5,31-47</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos:<br />«Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.<br />Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.<br />Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.<br />Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no lo creéis.<br />Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros.<br />Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis.<br />¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>AL QUE ÉL ENVIÓ NO LO CREÉIS</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Jesús estaba hablando a los judíos sobre el Padre, su relación con él y su ser Uno, dándoles a entender que Él era el Hijo de Dios.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Pero no acababan de entender, no creían en Él, ni siquiera habiendo visto sus obras y habiendo seguido su predicación durante tanto tiempo.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">No seamos iguales a ellos. Creamos a Jesús, creamos en su Palabra. </span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-3082661108552338042024-03-11T11:24:00.000+01:002024-03-11T11:24:06.223+01:00SI NO VEIS SIGNOS Y PRODIGIOS, NO CREÉIS<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 4,43-54</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea.<br />Jesús mismo había atestiguado:<br />«Un profeta no es estimado en su propia patria».<br />Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.<br />Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.<br />Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.<br />Jesús le dijo:<br />«Si no veis signos y prodigios, no creéis».<br />El funcionario insiste:<br />«Señor, baja antes de que se muera mi niño».<br />Jesús le contesta:<br />«Anda, tu hijo vive».<br />El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:<br />«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre». </span><span style="font-family: inherit;">El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia. </span><span style="font-family: inherit;">Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><b style="background-color: transparent; text-align: center;"><br /></b></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><b style="background-color: transparent; text-align: center;"> SI NO VEIS SIGNOS Y PRODIGIOS, NO CREÉIS</b></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Esa frase fue dicha por Jesús al funcionario real que le pidió que curase a su hijo, que estaba a punto de morir.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Y Jesús lo curó, claro. Pero nos dejó esa frase para la posteridad, dicha como con resignación.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Hoy nos podría decir lo mismo a muchos que preguntan por signos, por proezas, que si no lo ven, no creen. Y la fe más bonita es la que cree sin ver. </div><div style="text-align: center;"><b><br /></b></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-91833331807134995702024-03-10T10:25:00.003+01:002024-03-10T10:25:58.468+01:00IV DOMINGO DE CUARESMA DOMINGO LAETARE<p> </p><div class="referencia_lectura" style="background-color: white; font-weight: bold; margin: 3.214em 1.429em 0.714em 2.857em; text-align: justify; text-indent: -1.429em;"><span style="font-family: inherit;">Jn 3,14-21: <span class="cursiva" style="font-style: italic;">Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él.</span></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:<br />«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.<br />Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.<br />Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.<br />El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.<br />Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.<br />En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><p style="text-align: center;"><b>DOMINGO LAETARE</b></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">El cuarto domingo de Cuaresma, hoy, litúrgicamente se llama Domingo Laetare, domingo de la alegría, por la alegría de la cercanía del mayor acontecimiento de la humanidad: la Resurrección del Señor. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Se vienen fiestas muy importantes y debemos celebrarlas con toda la intensidad de la vida. Porque Jesús vino a nuestro mundo para que conociéramos la Verdad, para ser-en-Dios, absolutamente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Él, como nos dice el evangelio, tanto nos amó que dio la vida por cada uno de nosotros. Dejé</span><span style="font-family: inherit;">monos querer, descubramos cómo y dónde nos ama. Él padeció, murió y resucitó por cada uno de nosotros. </span>¿Por quién darías tú la vida?</p><p style="text-align: justify;"><br /></p>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-66573934241039841562024-03-09T21:45:00.001+01:002024-03-09T21:45:58.960+01:00FARISEO Y PUBLICANO<p style="text-align: center;"> <span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Lc 18,9-14</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:<br />«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh, Dios!, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo".<br />El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: "¡Oh, Dios!, ten compasión de este pecador".<br />Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>FARISEO Y PUBLICANO</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Es de sobra conocida la parábola del fariseo y el publicano. Y, en muchas ocasiones de nuestra vida, somos uno y otro.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Los fariseos se consideraban justos y miraban por encima del hombro a los demás y los publicanos eran mal vistos por sus paisanos.</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">No seamos de los que viven en la epidermis. Seamos cristianos de corazón y vida interior. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-45606943487305503222024-03-08T17:20:00.000+01:002024-03-08T17:20:16.619+01:00NO HAY OTRO FUERA DE ÉL<p style="text-align: center;"> <span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Mc 12,28b-34</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:<br />«¿Qué mandamiento es el primero de todos?».<br />Respondió Jesús:<br />«El primero es: «Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser». El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay mandamiento mayor que estos».<br />El escriba replicó:<br />«Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».<br />Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:<br />«No estás lejos del reino de Dios».<br />Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>NO HAY OTRO FUERA DE ÉL</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Como discípulos de Cristo, como cristianos, debemos proclamar a los cuatro vientos que Dios es el único Dios y que nos ama tal como somos.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">No hay otro fuera de Él. Aunque esté todo en contra, aunque nadie nos atienda ni nos haga caso.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Nuestro Dios es un Dios Amor, que vive en nosotros, y eso merece saberlo toda persona. Seamos apóstoles.</span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-59741619659114518302024-03-07T16:52:00.001+01:002024-03-07T16:52:41.324+01:00EL QUE NO ESTÁ CONMIGO, ESTÁ CONTRA MÍ<p style="text-align: center;"> <span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Lc 11,14-23</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.<br />Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:<br />«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».<br />Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:<br />«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.<br />Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.<br />El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>EL QUE NO ESTÁ CONMIGO, ESTÁ CONTRA MÍ </b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Jesús, como siempre, lo deja claro: el que no está conmigo, está contra mí. Estamos con Él o en su contra.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">No hay doble juego, ni doble moral. Las cartas, bocarriba. Y Él nos quiere en su equipo, siempre y para todo.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Seamos apóstoles de su Bondad infinita y, con nuestra vida de entrega, atraigamos a todos a su Corazón.</span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-67996833147825828202024-03-06T19:54:00.002+01:002024-03-06T19:54:42.270+01:00GRANDE EN EL REINO<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Mt 5,17-19</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:<br />«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.<br />En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley.<br />El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.<br />Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>GRANDE EN EL REINO</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">¿Quién es grande en el Reino de los cielos? Como nos dice hoy Jesús, el que cumpla y enseñe los preceptos.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">¿Somos así? ¿Cumplimos el más importante de los preceptos, que es el del amar a Dios y al prójimo?</div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;">Hagámoslo así, seamos apóstoles del Amor de Dios, siendo humildes, para ser grandes en el Reino. </div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-82351135313213844262024-03-05T17:04:00.001+01:002024-03-05T17:04:41.272+01:00¿HASTA SIETE VECES?<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Mt 18,21-35</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:<br />«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?».<br />Jesús le contesta:<br />«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.<br />Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.<br />El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:<br />"Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo".<br />Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo:<br />"Págame lo que me debes".<br />El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo:<br />"Ten paciencia conmigo y te lo pagaré".<br />Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.<br />Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:<br />"¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?".<br />Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.<br />Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>¿HASTA SIETE VECES?</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">De sobra sabemos lo que nos quiere decir esta parábola. Y me pregunto por qué Pedro hizo esa pregunta tan simple</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">¿Acaso pensaría que Jesús le daría un número concreto de veces? ¿O es que no conocía lo bastante a Jesús para saber que respondería a su manera?</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Siete no, Pedro. Siempre, para siempre, a todos, sin mirar atrás, sin excepción. Y de corazón. </span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-52540220414229526882024-03-04T17:49:00.002+01:002024-03-04T17:49:23.886+01:00SEGUÍA SU CAMINO<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Lc 4,24-30</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Habiendo llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la sinagoga:<br />«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio».<br />Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo.<br />Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>SEGUÍA SU CAMINO</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Después de que Jesús diera la explicación de la Escritura en la sinagoga de su pueblo, sus paisanos intentaron tirarlo por un barranco.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Hoy nos escandaliza. Y quizá a los apóstoles, pero Jesús "se abrió paso entre ellos y seguía su camino".</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Así nosotros. Hagamos lo que tenemos que hacer, como humildes siervos y, pase lo que pase, sigamos nuestro camino. </span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-32929678767003239722024-03-03T12:57:00.001+01:002024-03-03T12:57:43.620+01:00III DOMINGO DE CUARESMA<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Jn 2,13-25</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:<br />-«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»<br />Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: "El celo de tu casa me devora." Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:<br />-«¿Qué signos nos muestras para obrar así?»<br />Jesús contestó:<br />-«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»<br />Los judíos replicaron:<br />-«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»<br />Pero hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.<br />Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><b><span style="font-family: inherit;">ESTE TEMPLO</span></b></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><b><span style="font-family: inherit;"><br /></span></b></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Evidentemente, y a posteriori, todos entendemos que Jesús hablaba del templo de su cuerpo y de su resurrección. Estaban celebrando la Pascua y Jesús se estaba preparando para los días importantes que se avecinaban.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Templo, así define al cuerpo. Y es que nuestro cuerpo es templo del Espíritu santo, como nos dijo también san Pablo. Y como tal debemos cuidarlo y no dañarlo ni física ni espiritualmente.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Ni el nuestro ni el de los demás. Cuidemos nuestro cuerpo como el lugar de encuentro entre Dios y nosotros en oración y comunión. </span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3941691405317626338.post-52903944914907809942024-03-01T16:26:00.001+01:002024-03-01T16:26:53.906+01:00TENDRÁN RESPETO A MI HIJO<p style="text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"> <span style="background-color: white; font-weight: bold; text-indent: -1.429em;">Mt 21,33-43.45-46</span></span></p><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:<br />«Escuchad otra parábola:<br />"Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos.<br />Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro y a otro lo apedrearon.<br />Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: ‘Tendrán respeto a mi hijo’.<br />Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: ‘Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia’.<br />Y agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron.<br />Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?"».<br />Le contestan:<br />«Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen los frutos a su tiempo».<br />Y Jesús les dice:<br />«¿No habéis leído nunca en la Escritura:<br />"La piedra que desecharon los arquitectos<br />es ahora la piedra angular.<br />Es el Señor quien lo ha hecho,<br />ha sido un milagro patente"?<br />Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».<br />Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos.<br />Y, aunque intentaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: center;"><span style="font-family: inherit;"><b>TENDRÁN RESPETO A MI HIJO</b></span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Explicándoles una parábola, Jesús les dice a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo que Él era el Hijo de Dios.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">"Tendrán respeto a mi hijo", se dijo el padre de la parábola. Y, cual parábola, mataron al Hijo de Dios en una Cruz.</span></div><div class="texto_lectura" style="background-color: white; line-height: 1.3em; margin: 1.071em 2.857em; text-align: justify;"><span style="font-family: inherit;">Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios y, como tal, debemos tratarlo. </span></div>COMUNIDAD AGUSTINIANA DEL AMOR DE CRISTOhttp://www.blogger.com/profile/01989522909027634846noreply@blogger.com0