Mt 7, 6. 12-14
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No deis lo santo a los perros, ni les echéis vuestras perlas a los cerdos; no sea que las pisoteen con sus patas y después se revuelvan para destrozaros.
Así, pues, todo lo que deseáis que los demás hagan con vosotros, hacedlo vosotros con ellos; pues esta es la Ley y los Profetas.
Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos.
¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos».
LA PUERTA ESTRECHA
La puerta estrecha. Esa puerta que cada cual tiene y sabe cuál es para poder entrar en la vida eterna. Cada cual tenemos una.
Hay que entrar por ella, superarla, pasar por ella y así encontraremos el camino que lleva a la vida. No cabrá por ella todo lo que no sea necesario.
Entremos, entremos sin nada más que el amor y ese será el camino.
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