Lc 12, 35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.
Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos».
ENCENDIDAS LAS LÁMPARAS
La actitud de tener encendidas las lámparas denota estar atento a lo que puede llegar o a lo que sabemos de veras que llegará.
Y esa debe ser nuestra actitud ante la llegada del Señor, que puede llegar por cualquier motivo o medio.
Esperar con alegría, con las lámparas encendidas de la fe y el corazón. Llegará.
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