Jn 14, 27-31a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo».
LA PAZ
Jesús en reiteradas ocasiones nos deseó la paz, nos dio la paz y nos dejó la paz. Esa paz que es un don precioso del Espíritu santo.
La paz es un valor muy manoseado y que necesita renovarse en las acciones de toda la humanidad. La paz es necesaria a cada momento para vivir en sociedad.
Seamos pacíficos y pacificadores, amantes de la paz y pongámosla por hecho. El mundo cambiará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.