viernes, 9 de febrero de 2024

ÁBRETE (EFFETÁ)

 Mc 7,31-37

En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del mar de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo, que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga la mano.
Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua.
Y mirando al cielo, suspiró y le dijo:
«Effetá» (esto es, «ábrete»).
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba correctamente.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos.
Y en el colmo del asombro decían:
«Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos».

ÁBRETE (EFFETÁ)
Hoy el evangelio nos cuenta cómo Jesús curó a un sordomudo. "Ábrete", les ordenó y se abrieron los oídos y la traba de la lengua se soltó.
Nosotros muchas veces somos sordomudos espirituales que ni oímos ni decimos, ni se nos nota.
Que el Señor nos abra los sentidos para poder proclamar su Nombre a las naciones. 

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