lunes, 28 de marzo de 2022

SE PUSO EN CAMINO

 Jn 4, 43-54

En aquel tiempo, salió Jesús de Samaria para Galilea. Jesús mismo había hecho esta afirmación:
«Un profeta no es estimado en su propia patria».
Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino.
Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verlo, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose.
Jesús le dijo:
«Si no veis signos y prodigios, no creéis».
El funcionario insiste:
«Señor, baja antes de que se muera mi niño».
Jesús le contesta:
«Anda, tu hijo vive».
El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron:
«Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre»
El padre cayó en la cuenta de que esa era la hora en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y creyó él con toda su familia.
Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.

SE PUSO EN CAMINO

Ponernos en camino, siempre dispuestos a llevar la Palabra de Dios a todos los que la necesiten, así nos quiere Jesús.

Dice el evangelio que el hombre creyó la palabra de Jesús "y se puso en camino". Primero la fe, después las obras.

No dejemos ni la una ni las otras. Si dejamos cualquiera de las dos de lado, no seremos cristianos enteros. 

domingo, 27 de marzo de 2022

IV DOMINGO DE CUARESMA

 Lc 15, 1-3. 11-32

En aquel tiempo, solían acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.”
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se marchó a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y se contrató con uno de los ciudadanos de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Deseaba saciarse de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba nada.
Recapacitando entonces, se dijo:
“Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros”.
Se levantó y vino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se le conmovieron las entrañas; y, echando a correr, se le echó al cuello y lo cubrió de besos.
Su hijo le dijo: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.”
Pero el padre dijo a sus criados:
“Sacad en seguida la mejor túnica y vestídsela; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y sacrificadlo; comamos y celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.”
Y empezaron a celebrar el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y la danza, y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
Este le contestó:
“Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha sacrificado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
El se indignó y no quería entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Entonces él respondió a su padre:
“Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; en cambio, cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.”
El padre le dijo:
“Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero era preciso celebrar un banquete y alegrarse, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado”».

TRÁTAME COMO A UNO DE TUS JORNALEROS

El evangelio de hoy nos trae una de las parábolas más bellas de Jesús. Es muy conocida la parábola del hijo pródigo. Hijo egoísta, en casa y fuera de su casa, que vuelve humillado dispuesto a no ser ni siquiera de la familia, dispuesto a decirle a su padre: "Trátame como a uno de tus jornaleros".

Pero no le da tiempo; el Padre no deja que termine su discurso, no le permite pronunciar esa frase. Al contrario, besos, abrazos y fiesta son su respuesta. El perdón no debe ser triste, debe ser alegría sorprendente para quien está dispuesto a volver a casa.

Dios nos espera así, impaciente por regalarnos su perdón, "la fiesta de la vuelta a casa". ¿Podríamos llamar así al sacramento de la reconciliación? Volvamos a la Casa del Padre, volvamos a su Corazón.

TEN COMPASIÓN DE ESTE PECADOR

 Lc 18, 9-14

En aquel tiempo, dijo Jesús esta parábola a a algunos que confiaban en sí mismos por considerarse justos y despreciaban a los demás:
«Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior: “¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo”.
El publicano, en cambio, quedándose atrás, no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

TEN COMPASIÓN DE ESTE PECADOR

Eso dice el publicano del evangelio de hoy cuando se pone ante Dios examinándose en su interior.

"Ten compasión". Le pide compasión a Aquel que es la Compasión, a Aquel cuya esencia es el Amor compasivo y misericordioso. 

Que Dios siga teniendo compasión de todos nosotros y nos libre de todos los pecados. Amén.

viernes, 25 de marzo de 2022

SOLEMNIDAD DE LA ANUNCIACIÓN

 Lc 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mi según tu palabra».
Y el ángel se retiró.

EL SÍ QUE CAMBIÓ EL MUNDO

Eso celebramos hoy: un "SÍ" que cambió el mundo. Un vivo deseo que quiere abrirse Dios, que tiene planes de paz y amor para el mundo.

Ese "SÍ" pronunciado conscientemente cambia también nuestras vidas. Nos guía en el camino de nuestra realidad cotidiana.

Se hizo hombre, se hizo uno de nosotros. Un "SÍ" que nos trajo al Emmanuel.

LA MULTITUD SE QUEDÓ ADMIRADA

 Lc 11, 14-23

En aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.
Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:
«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. El, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y se cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra si mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama».

LA MULTITUD SE QUEDÓ ADMIRADA

Quizá sea la reacción más sensata al ver las obras de Dios en nuestras vidas y en las de nuestros hermanos.

Admiración, una mezcla entre sorpresa y agradecimiento, gratitud. Así deberíamos vivir siempre en relación con Dios.

Así como los niños, así como nos quiere Dios.

HE VENIDO A DAR PLENITUD

 Mt 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.
En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.
El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.
Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».

HE VENIDO A DAR PLENITUD

Jesús vino a anunciarnos la mayor de las noticias: Dios nos ama. Y lo hace tal y como somos.

He venido a dar plenitud a nuestras vidas y a la vida del mundo. Ser plenamente cristianos. 

Porque él lo llena todo. dejemos que entre. 

martes, 22 de marzo de 2022

¿NO DEBÍAS TENER TÚ COMPASIÓN?

 Mt 18,21-35

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?»
Jesús le contesta:
«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo”.
Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo:
“Págame lo que me debes”.
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo:
“Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré”.
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
“¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”.
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».

¿NO DEBÍAS TENER TÚ COMPASIÓN?

La compasión de la que nos habla en evangelio de hoy debería ser una característica de todo cristiano. Todo aquel que nos viera debería tener la sensación de ver a una persona compasiva.

Compasión, con-pasión, padecer-con. No estamos solos. Nos somos islas, somos en relación con los demás, somos comunidad.

Y somos comunidad compasiva, que sabe compadecerse de los demás, de los más vulnerables. Solo así seremos discípulos.

lunes, 21 de marzo de 2022

SEGUÍA SU CAMINO

 Lc 4, 24-30

Habiendo llegado Jesús a Nazaret, le dijo al pueblo en la sinagoga:
«En verdad os digo que ningún profeta es aceptado en su pueblo. Puedo aseguraros que en Israel había muchas viudas en los días de Elías, cuando estuvo cerrado el cielo tres años y seis meses y hubo una gran hambre en todo el país; sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías sino a una viuda de Sarepta, en el territorio de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, sin embargo, ninguno de ellos fue curado sino Naamán, el sirio».
Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo echaron fuera del pueblo y lo llevaron hasta un precipicio del monte sobre el que estaba edificado su pueblo, con intención de despeñarlo.
Pero Jesús se abrió paso entre ellos y seguía su camino.

SEGUÍA SU CAMINO

Jesús seguía su camino. Lo habían echado de la sinagoga, en su pueblo. Y ya lo dijo Él, nadie es profeta en su tierra.

Aun así, debemos ser profetas, seguir predicando, seguir el camino anunciando a Aquel que nos ama como nadie nos amará jamás.

Sigamos el camino, sigamos tras Él, que es el Camino. 

domingo, 20 de marzo de 2022

III DOMINGO DE CUARESMA

 Lc 13, 1-9

En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús respondió:
« ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho sobre los que cayó la torre de Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera».
Y les dijo esta parábola:
«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
"Ya ves, tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?".
Pero el viñador contestó:
"Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar"».

CONVERSIÓN

"Si no os convertís, pereceréis lo mismo". Frase de Jesús que invita a la conversión, a cambiar y volvernos hacia el Señor, a volver también nuestro corazón hacia el Corazón de Dios. Solo allí viviremos.

La Cuaresma es un tiempo propicio de conversión, un tiempo propicio de confesar nuestros pecados y recomenzar una vida más cercana a lo que Dios quiere. Seguidores de Cristo sin excusas.

Volvamos al inicio, a la misión que Cristo nos encomendó, ser su imagen, ser Uno con el Dios Trinidad y así poder llevar razón de nuestra fe a todo aquel que nos lo pida.

sábado, 19 de marzo de 2022

SOLEMNIDAD DE SAN JOSÉ

 Mt 1, 16. 18-21. 24a

Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no tengas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.

SAN JOSÉ

San José protegió a María y a José porque esa fue la misión que le encargó Dios por medio del ángel. LO más preciado que tenía, su familia.

Y lo más preciado que tenemos nosotros: Jesús y María. Él los protege. María es nuestra Madre y Jesús nuestro Hermano.

Por eso también protege lo más preciado que tenemos. Protector de nuestra familia y de la Iglesia. A Él debemos acudir. 

viernes, 18 de marzo de 2022

TENDRÁN RESPETO A MI HIJO

 Mt 21, 33-43. 45-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«Escuchad otra parábola:
“Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos.
Llegado el tiempo de los frutos, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.
Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo."
Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia."
Y, agarrándolo, lo sacaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?”»
Le contestan:
«Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempo».
Y Jesús les dice:
«¿No habéis leído nunca en la Escritura:
“La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente?”
Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos».
Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos.
Y, aunque intentaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.

TENDRÁN RESPETO A MI HIJO

Como el padre de la parábola Dios Padre también pensó que, después de enviar a profetas y sirvientes, respetarían a su Hijo.

Y ni lo respetaron, ni le hicieron caso. Más aun: lo mataron. ¿Qué hará el Padre con los que lo mataron?

Pensemos si nosotros somos profetas que anuncian al Hijo o fariseos que intentaban echarle mano.


MOISÉS Y LOS PROFETAS

 c 16,19-31

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
«Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que caía de la mesa del rico.
Y hasta los perros venían y le lamían las llagas.
Sucedió que se murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abrahán.
Murió también el rico y fue enterrado. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritando, dijo:
“Padre Abrahán, ten piedad de mi y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas”.
Pero Abrahán le dijo:
“Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso ahora él es aquí consolado, mientras que tú eres atormentado.
Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que los que quieran cruzar desde aquí hacia vosotros no puedan hacerlo, ni tampoco pasar de ahí hasta nosotros”.
Él dijo:
“Te ruego, entonces, padre, que le mandes a casa de mi padre, pues tengo cinco hermanos: que les dé testimonio de estas cosas, no sea que también ellos vengan a este lugar de tormento”.
Abrahán le dice:
“Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen”.
Pero él le dijo:
“No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a ellos, se arrepentirán”.
Abrahán le dijo:
“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni aunque resucite un muerto”».

MOISÉS Y LOS PROFETAS

La parábola del rico epulón y el pobre Lázaro nos muestra, en primer lugar, que las diferencias económicas son endémicas en la humanidad.

También nos enseña que Jesús se basa en el Antiguo Testamento para hablar y predicar. Ellos conocían el Antiguo testamento.

También nosotros deberíamos conocerlo. Allí se habla de Jesús, el Salvador. Él morirá por nosotros.

miércoles, 16 de marzo de 2022

LO SOMOS

 Mt 20, 17-28

En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?»
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda»
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?»
Contestaron:
«Lo somos.»
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

LO SOMOS

Muchas veces estamos dispuestos a seguir a Jesús sin darnos cuenta de que no será fácil, como Juan y Santiago, los hijos del Trueno.

No es fácil, pero con Jesús al lado todo se hace fácil. Lo importante no es si estamos a su izquierda o su derecha, sino lo que somos capaces de dar.

El amor es la diferencia, no el poder. 

martes, 15 de marzo de 2022

DICEN, PERO NO HACEN

 Mt 23, 1-12

En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a los discípulos, diciendo:
«En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar.
Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y agrandan las orlas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias en las plazas y que la gente los llame “rabbi”.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar “rabbi”, porque uno solo es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo.
No os dejéis llamar maestros, porque uno solo es vuestro maestro, el Mesías.
El primero entre vosotros será vuestro servidor.
El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

DICEN, PERO NO HACEN

Esa es una frase muy usada hablando de la Iglesia, de los sacerdotes e incluso de los cristianos. Debe hacernos pensar.

¿De verdad esa es la imagen que damos? ¿De verdad esa es la imagen que queremos dar? ¿Hasta dónde llega nuestro testimonio?

Seamos como Dios quiere, compasivos, misericordiosos, humildes, santos. Y nadie tendrá nada que decir de nosotros.

SED MISERICORDIOSOS

 Lc 6, 36-38

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

SED MISERICORDIOSOS

Recomendación, invitación que Cristo nos hace a todos, somo nuestro Padre es misericordioso. La misericordia llevará a buen término este mundo.

La Misericordia infinita de Dios debe ser la que nos guíe en todos los momentos de nuestra vida para transformar la sociedad.

Seamos apóstoles de la Misericordia.

II DOMINGO DE CUARESMA

 Lc 9, 28b-36

En aquel tiempo, tomó Jesús a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto del monte para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos brillaban de resplandor.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.
Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
«Maestro ¡qué bueno es que estemos aquí! Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía lo que decía.
Todavía estaba diciendo esto, cuando llegó una nube que los cubrió con su sombra. Se llenaron de temor al entrar en la nube.
Y una voz desde la nube decía:
«Este es mi Hijo, el Elegido, escuchadlo».
Después de oírse la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por aquellos días, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.

TRANSFIGURACIÓN

Jesús quiso ser entre nosotros como uno de nosotros, un hombre. Si no hubiera sido así, no hubiéramos entendido muchas cosas y podríamos reprocharle su falta de empatía.

Fue como uno de nosotros, igual, menos en el pecado. Pero también se manifestó como lo que era: Dios. Dios entre nosotros y lo hizo en un monte, ante los discípulos.

Su poder, su gloria es para nosotros. Su ser hombre, también. De las dos podemos aprender para poder transfigurarnos en hombres nuevos.

¿QUÉ HACÉIS DE EXTRAORDINARIO?

  Mt 5, 43-48

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: "Amarás a tu prójimo" y aborrecerás a tu enemigo”.
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos.
Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

¿QUÉ HACÉIS DE EXTRAORDINARIO?

Muchas veces decimos que para qué  nos vamos a confesar si no matamos, no somos adúlteros, cumplimos con la Eucaristía dominical...

Y hoy Jesús nos da una lección. "Entonces, ¿qué hacéis de extraordinario?" El cristiano debe ser una persona extraordinaria, haciendo "algo más" que los demás.

Seamos extra-ordinarios, no nos conformemos con lo que hacen todos.

VETE PRIMERO A RECONCILIARTE CON TU HERMANO

 Mt 5, 20-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "necio", merece la condena de la “gehena” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».

VETE PRIMERO A RECONCILIARTE CON TU HERMANO

El evangelio de hoy, como siempre, es muy claro. ¡Qué más da que ofrezcas y ofrezcas a Dios si no te llevas bien con tu hermano!

De nada sirve estar ofreciendo al Señor si no le ofreces lo mejor que tiene que es el amor al prójimo. El corazón, ahí se forja todo.

Y ese corazón debe estar limpio, para ofrecer solo limpieza y pulcritud. Es el mejor ofrecimiento.

UN SIGNO

 Lc 11, 29-32

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles:
«Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

UN SIGNO

Todos le pedían un signo para comprobar que era el mesías. Y Él les dio un signo de que era el Hijo de Dios.

Pidieron una cosa y recibieron otra mucho mejor y mayor. Los signos nos llevan a algo mucho mejor.

No pidamos signos. Debe bastarnos la fe.

MUCHAS PALABRAS

 Mt 25, 31-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
El separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”
Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos, más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Y entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también éstos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”
Y él replicará:
“En verdad os digo :lo que no lo hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna».

MUCHAS PALABRAS

No hacen falta, nos lo dice hoy Jesús. No hacen falta muchas palabras para llegar a Jesús. Él entiende nuestro corazón.

Cuando recéis, no uséis muchas palabras. Ya lo decía santa Teresa, que muchas palabras sin corazón "no lo llamo yo oración, aunque mucho menees los labios".

Las palabras que Dios más oye son las del Amor.

I DOMINGO DE CUARESMA

 Lc 4, 1-13

En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y el Espíritu lo fue llevando durante cuarenta días por el desierto, mientras era tentado por el diablo.
En todos aquellos días estuvo sin comer, y al final, sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan».
Jesús le contestó:
«Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre"».
Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo:
Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me ha sido dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo».
Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto"».
Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo:
«Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: "Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te cuiden", y también: "Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con ninguna piedra"».
Respondiendo Jesús, le dijo:
«Está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios"».
Acabada toda tentación el demonio se marchó hasta otra ocasión.

TENTACIONES

El primer domingo de Cuaresma está dedicado a los días que Jesús pasó en el desierto preparándose para su misión, el principal testimonio que debía dar en su vida terrena.

Y el diablo lo tentó, o lo intentó. Jesús amaba al Padre como solo se aman en la Trinidad. Padre e Hijo tienen una unión indisoluble basada en el Amor.

Por eso no sucumbió a la tentación, por eso salió victorioso. Su mente y su corazón estaban puestos en la meta: entregarse por Amor. Y eso, ninguna tentación puede vencerlo.

SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA

 Lucas 5, 27-32

En aquel tiempo, vio Jesús a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos, de Jesús:
«¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?».
Jesús les respondió:
«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan».  

COME CON PECADORES

Es la acusación que le hicieron los fariseos. Comer con pecadores, vaya delito. ¡Y era Jesús!

Él no hacía acepción e personas, todos somos iguales para Él, nos quiere a todos como hermanos, sin excepción.

Pecadores, santos, altos, bajos, hombres, mujeres... para él no hay diferencias. Come y bebe con todos y lo haría incluso con nosotros, aun siendo pecadores.



viernes, 4 de marzo de 2022

VIERNES DESPUÉS DE CENIZA

 Mt 9, 14-15

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
«Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunaran».

EL AYUNO

Cuando se habla de ayuno lo primero que pensamos es en dejar de comer. Incluso dejar de fumar, de beber, de ratos de móvil...

Pero el ayuno puede ser mucho más que eso y mejorar la vida y actitudes de cada uno de nosotros. Porque el propósito del ayuno es agradar a Dios y convertirnos.

Tampoco debemos olvidar rogar por la conversión de los demás. El ayuno debe tener una intención sobrenatural, como todo aquello que hagamos en la Cuaresma, la santa Cuaresma.


JUEVES DESPUÉS DE CENIZA

 Lc 9,22-25

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».
Entonces decía a todos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se arruina a sí mismo?»

TIENE QUE PADECER MUCHO

En este jueves después de Ceniza, el evangelio nos recuerda que Jesús sufrirá mucho y padecerá. Y lo hará por nosotros.

Por Amor, es la única explicación y respuesta, la única razón por la que Jesús padeció y sufrió.

Pudiendo salvarnos con una sonrisa, padeció y murió por nosotros. Reflexionemos sobre ello. 

MIÉRCOLES DE CENIZA

 Mt 6, 1-6.16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser ser honrados por la gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

CENIZA

Miércoles de Ceniza. Comienzo de Cuaresma y empezamos camino hacia la Pascua. Una oportunidad que se nos da para mirar hacia adentro de nosotros mismos.

Mirar y ver lo que no está en su sitio, o desordenado o no muy limpio para ordenarlo y limpiarlo y así esperar la Resurrección.

Oración, ayuno y limosna. Cuaresma, camino. Evangelio y conversión. Vivamos estos 40 días con la mayor intensidad espiritual posible.


LOS ÚLTIMOS Y LOS PRIMEROS

 Mc 10, 28-31

En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús:
«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús dijo:
«En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más - casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones -, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros».

LOS ÚLTIMOS Y LOS PRIMEROS

En este mundo tenemos un empeño especial en saber quién es último, quién primero. medalla de oro, "twelve points", sobresaliente...

Y llega Jesús y desbarata todo nuestro pensamiento sobre últimos, primeros, medianos, ganar, perder, oro, plata y el último puesto.

Que los últimos serán primeros y los primeros, últimos. Que lo dijo Jesús y Él es la Verdad.

DIOS LO PUEDE TODO

  Mc 10, 17-27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló ante él y le preguntó:
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».
Jesús le contestó:
«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».
Él replicó:
«Maestro, todo eso lo he cumplido desde juventud».
Jesús se le quedó mirándolo, lo amó y le dijo:
«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven y sígueme».
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos:
«¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!»
Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Pero Jesús añadió:
«Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».
Ellos se espantaron y comentaban:
«Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando y les dijo:
«Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».

DIOS LO PUEDE TODO

Y no acabamos de creerlo ni de entenderlo porque, si así fuera, nuestra vida cambiaría al cien por cien.

Cambiando nosotros, cambiaría nuestra pequeña parcela y si cada cual cambia su pequeña parcela, cambiaría el mundo entero.

Cambiemos nosotros, cambiemos nuestros pequeños gestos, cambiemos nuestros pequeños mundos para cambiar el mundo.

VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Lc 6, 39-45

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame que te saque la mota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano.
Pues no hay árbol sano que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa del corazón habla la boca».

DE LO QUE REBOSA EL CORAZÓN, HABLA LA BOCA

No hay que pensar mucho para entender qué es lo que quería decirnos Jesús en esa frase. Si en nuestro corazón hay bondad, hablaremos y haremos bondad.

Y todo lo contrario: si hay maldad, nuestra boca y corazón no sabrán ni expresarán otra cosa que maldad. Jesús es Amor, por eso la maldad es incompatible con Jesús.

Acoger, amar, ser amables, respetuosos, ser pacíficos y rezar por la paz, por dar algunos ejemplos, son actitudes del cristiano. Que nos conozcan por ello y que nuestro corazón rebose bondad.

DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ

 Mc 10, 13-16

En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos los regañaban.
Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:
«Dejad que los niños se acerquen a mi: no se lo impidáis; pues de los que son como ellos es el reino de Dios. En verdad os digo que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él».
Y tomándoles en brazos los bendecía imponiéndoles las manos.

DEJAD QUE LOS NIÑOS SE ACERQUEN A MÍ

Los niños tienen un corazón inocente, intenciones sin doblez y cariño a raudales. Por eso Jesús dijo lo que dijo de ellos.

Acerquemos a los niños a Jesús, que lo conozcan, para que su corazón sea como el de Cristo y en él quieran estar siempre.

SE LE FUE REUNIENDO GENTE POR EL CAMINO

 Mc 10, 1-12

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordanía; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según su costumbre les enseñaba.
Acercándose unos fariseos, le preguntaron para ponerlo a prueba:
«¿Le es licito al hombre repudiar a su mujer?»
Él les replicó:
«¿Qué os ha mandado Moisés?»
Contestaron:
«Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla».
Jesús les dijo:
«Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto. Pero al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.
De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo.
Él les dijo:
«Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio».

SE LE FUE REUNIENDO GENTE POR EL CAMINO

A  Jesús se le unía gente por los caminos. Su poder de atracción, su poder de palabra era tanto que la gente se le unía.

Le seguían después a todos los lugares. Seguir a Jesús a donde quiera que vaya debería ser también para nosotros un propósito.

Seguirle a Él para lograr ser como Él.


UN VASO DE AGUA

 Mc 9, 41-50

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga.
Y, si tu pie te induce a pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna”.
Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salaréis? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con otros».

UN VASO DE AGUA

Todos sabemos el valor de un vaso de agua. Es poco, poquísimo, se suele pedir en todas partes y casi nadie te lo niega.

Es prácticamente gratis. Porque no le damos valor, no cuesta nada, pero da mucho.

Y vino Jesús a darle valor a un vaso de agua, el sin-valor cobra valor pasado por el tamiz de Cristo. Demoa agua siempre, también la del Espíritu.

EN TU NOMBRE

 Mc 9, 38-40

En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús:
«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros».
Jesús respondió:
«No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro».

EN TU NOMBRE

Los apóstoles de Jesús y sus discípulos actuaban en su nombre porque Él mismo se lo había dicho.

Y es que cualquier cosa que se haga, si la hacemos en su Nombre, gana en valor.

En su bendito nombre hagamos todas las cosas.

JESÚS PREGUNTÓ A SUS DISCÍPULOS

 Mt 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo»
Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Ahora yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

JESÚS PREGUNTÓ A SUS DISCÍPULOS

Y no les hizo una pregunta fácil. Les preguntó sobre quién pensaban que era Él. 

Traslademos la pregunta de Jesús a nosotros y al día de hoy. Si nos preguntase. ¿qué le contestaríamos?

Dejemos que nos pregunte, dejémonos preguntar en la oración, corazón a Corazón.

TODO ES POSIBLE AL QUE TIENE FE

 Mc 9, 14-29

En aquel tiempo, Jesús y los tres discípulos bajaron del monte y volvieron a donde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos.
Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó:
«¿De qué discutís?»
Uno le contestó:
«Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no lo deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda rígido. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces».
Él, tomando la palabra, les dice:
«¡Generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo».
Se lo llevaron.
El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; este cayó por tierra y se revolcaba echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre:
«¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?»
Contestó él:
«Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos».
Jesús replicó:
«¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe».
Entonces el padre del muchacho se puso a gritar:
«Creo, pero ayuda mi falta de fe».
Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo:
«Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: sal de él y no vuelvas a entrar en él».
Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió.
El niño se quedó como un cadáver, de modo que muchos decían que estaba muerto.
Pero Jesús lo levantó cogiéndolo de la mano y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas:
«¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?»
El les respondió:
«Esta especie sólo puede salir con oración».

TODO ES POSIBLE AL QUE TIENE FE

Lo dice hoy Jesús. Todo. Y todo es todo. Todo es posible a aquel que tiene fe. Nos han dado la llave de la casa y no nos hemos enterado.

Solo hace falta fe y lo podremos conseguir todo. ¡Y tantas veces nos falta la fe...!

Dos letras que cambian el mundo y tu mundo.