martes, 28 de diciembre de 2021

LOS SANTOS INOCENTES, MÁRTIRES

  Mt 2, 13-18

Cuando se retiraron los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:
«Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarlo».
José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta:
«De Egipto llamé a mi hijo».
Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.
Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías:
«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».

INOCENTES

En el tiempo de Navidad es inevitable acordarse de los niños, muchas veces víctimas de los enredos de los mayores, que los mezclamos en nuestras trampas y mentiras.

Son inocentes y deben vivir como niños. No los hagamos crecer más rápido, sino a su ritmo. Habrá tiempo de todo, pero si pierden la inocencia, todo habrá sido en vano.

Y vivamos también nosotros la inocencia, que no es ignorancia, ni ineptitud. Seamos inocentes, de corazón limpio y transparente, como los niños.

A QUIEN JESÚS AMABA

 Jn 20, 2-8

El primer día de la semana, María la Magdalena echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e, inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte.
Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

A QUIEN JESÚS AMABA

Hoy la Iglesia celebra a san Juan, evangelista, el discípulo a quien Jesús amaba. Y surge la pregunta: si nos ama a todos, ¿por qué destaca el evangelio que era el discípulo amado?

Cuánto debía amar a Juan para que el texto nos lo destaque. todos deberíamos ser Juan. Merecernos que nos llamasen "el discípulo amado". 

LA SAGRADA FAMILIA

 Lc 2, 41-52

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua.
Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que se enteraran sus padres.
Estos, creyendo que estaba en la caravana, anduvieron el camino de un día y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén buscándolo.
Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó:
«¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?».
Pero ellos no comprendieron lo que les dijo.
Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos.
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura, y en gracia ante Dios y ante los hombres.


LA SAGRADA FAMILIA

La familia es uno de los pilares de la sociedad, si no el único. Irrepetible experiencia de amor, de comprensión y de perdón.

Y Jesús quiso nacer en una familia, quiso nacer en ese nido de unidad inefable, como unidad es la Trinidad.

En este momento en que la familia está tan denostada por la sociedad, celebremos a la familia, celebremos a la Sagrada Familia.


sábado, 25 de diciembre de 2021

NAVIDAD

 Jn 1. 1-18

En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo, y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre, viniendo al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
Pero a cuantos la recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo: «Este es de quien dije: el que viene detrás de mí se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo».
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia.
Porque la ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

NAVIDAD

Y nació. Y llegó. la Palabra nació en el más profundo de los sonoros silencios. Nació el Hijo de Dios.

Nació por amor, así como morirá por amor. Y lo sabe. Y aun así, decidió que la Voluntad del padre se cumpliera.

Navidad. Ha nacido. Y ha llegado para amarnos.

ES LA SALVACIÓN

Lc 1, 67-79

En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, se lleno del Espíritu Santo y profetizó diciendo:
«”Bendito sea el Señor, Dios de Israel”, porque ha visitado y “redimido a su pueblo”, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la “misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza” y “el juramento que juró a nuestro padre Abrahán” para concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante “del Señor a preparar sus caminos”, anunciando a su pueblo la salvación por el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».

ES LA SALVACIÓN

El evangelio de hoy nos ofrece una oración que se recita a diario en el rezo de Laudes, el "Benedictus". Llamada así porque empieza con la palabra "bendito".

"bendito sea el Señor, Dios de Israel", sí y bendito sea por siempre, que por siempre bendigamos su nombre y nunca le nombremos en vano.

Él es bendito y nos bendice sin medida.

SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS

 Lc 1, 46-56

En aquel tiempo, María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor, “se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava”.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia” - como lo había prometido a “nuestros padres” - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS

María no solo se alegra, sino que se alegra su espíritu. Y en Dios. Alegrarse en Dios es otra de las cosas que nos enseña maría.

Alegrarnos en Dios es alegrarnos de su voluntad en nosotros y para con el mundo. Nuestro espíritu debe alegrarse con Dios y en Dios.

María se alegra en Dios aprendiendo a seguir su Voluntad hasta el Sí más absoluto. Sigamos su ejemplo.



¡BENDITA!

 Lc 1, 39-45

En aquellos días, María se levantó y se puso en camino deprisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».

¡BENDITA!

Así llama Isabel a su prima María al verla: bendita. Bendecida. Y tan bendecida que fue la Madre de Dios.

Tal honor y misión no podía ser para cualquiera, solo para aquella que fuese digna. Y maría lo fue.

Bendita por siempre entre todas las mujeres, maría. Y bendito también por siempre el fruto de tu vientre.

NADA HAY IMPOSIBLE

 Lc 1, 26-38

En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.

NADA HAY IMPOSIBLE

Para Dios nada hay imposible. es Dios, el Todopoderoso, el que todo lo puede y el que todo lo ama. Por eso, no hay nada imposible para Él.

Así lo supo María y así lo quiso transmitir a todos. Y así nos ha llegado. Nada hay imposible para Dios.

El Amos lo consigue todo y todo lo puede, es todopoderoso, como Dios. U¡Y es que Él es amor. ¡Y está llegando, viene ya!



IV DOMINGO DE ADVIENTO

Lc 1, 39-45

En aquellos días, María se levanto y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y levantando la voz, exclamo:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

PEQUEÑA

En este IV domingo de Adviento hay una palabra que resuena en todas las lecturas: pequeña. Una ciudad pequeña era Belén y una pequeña joven era María. Y Jesús nació en Belén y nació de maría.

La pequeñez es una de las virtudes que más gusta a Dios. Por eso debemos ser pequeños, humildes, con corazón de niños y los ojos puestos en su Padre.

El Niño está cerca, María está preparada y José está solícito a lo que se necesite. Lo que nos toca es ser humildes y nacer también nosotros en el Corazón del Padre.

LE PONDRÁS POR NOMBRE JESÚS

  Mt 1, 18-24

La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta.
«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

LE PONDRÁS POR NOMBRE JESÚS

Es una de las frases más bonitas que se han dicho y oído. Esa frase nos dice que Dios va a venir a nosotros, que quiso hacerse hombre, que quiso hacer vida el Amor.

Jesús, Salvador, el Mesías esperado por Israel. Y se lo anunciaron a María y a José. Privilegiados por vivir con Él.

El mismo Amor quiso tener un nombre. Y fue Jesús.

¿OH, SABIDURÍA!

 Mt 1, 1- 17

Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Aram, Aram engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rahab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboam, Roboam engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Joram, Joram engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquim, Aquim engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.

¡OH, SABIDURÍA!

17 de diciembre, Nuestra Señora de la Esperanza, Nuestra Señora de la O, Nuestra Señora de la Expectación. Última semana antes de la Celebración del Nacimiento de Jesús.

El evangelio de hoy nos recuerda la humanidad de Jesús, sus orígenes "humanos", para que nadie se olvide que es Dios, que vino a salvarnos.

Y hoy litúrgicamente comienzan las "Oes", antífonas de alabanza a un Dios hecho hombre. La de hoy, especialmente bella:

¿Oh, Sabiduría, que brotaste de las manos del Altísimo, abarcando del uno al otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ven y muéstranos el camino de la salvación!

DIOS ES JUSTO

 Lc 7, 24-30

Cuando se marcharon los mensajeros de Juan, Jesús se puso a hablar a la gente acerca de Juan:
«¿Qué salisteis a contemplar en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento? Pues ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre vestido con ropas finas? Mirad, los que se visten fastuosamente y viven entre placeres están en los palacios reales.
Entonces, ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito:
“Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”.
Porque os digo, entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan. Aunque el más pequeño en el reino de Dios es mayor que él».
Al oír a Juan, toda el pueblo, incluso los publicanos, recibiendo el bautismo de Juan, proclamaron que Dios es justo. Pero los fariseos y los maestros de la ley, que no habían aceptado su bautismo, frustraron el designio de Dios para con ellos.

DIOS ES JUSTO


Dios es justo, con la justicia que da ser la Bondad y la Misericordia infinita. Dios es justo y nosotros lo sabemos.

Pero no con la justicia de los hombres, justicia muchas veces engañosa, falsa e interesada. La justicia de Dios no es la justicia de los hombres.

Dios es justo. Seamos justos siguiendo su ejemplo, misericordiosamente.

ID Y ANUNCIAD

 Lc 7, 19-23

En aquel tiempo, Juan, llamando a dos de sus discípulos los envió al Señor diciendo:
«¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?»
Los hombres se presentaron ante él y le dijeron:
«Juan el Bautista nos ha mandado a ti para decirte: “¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?”»
En aquella hora Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques y malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.
Y respondiendo, les dijo:
«ld y anunciad a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan, los pobres son evangelizados. Y !bienaventurado el que no se escandalice de mí!»

ID Y ANUNCIAD

Es el mandato que hoy nos encarga Jesús en el evangelio. "Id", os envío, id a todo lugar donde os reciban o donde no os reciban, pero id.

"Y anunciad", anunciad lo que habéis visto y oído, pero sobre todo, anunciad a Aquel que se entregó por la humanidad entera, sin excepción.

Id y anunciad la mejor de las noticias.

martes, 14 de diciembre de 2021

VAN POR DELANTE

 Mt 21, 28-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue.
Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue.
¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?»
Contestaron:
«El primero».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».

VAN POR DELANTE

Jesús lo dijo: los pecadores y prostitutas van por delante de nosotros en el Reino de los cielos. Aquí nadie tiene nada asegurado.

La vida espiritual, nuestra vida con Dios no es un cambalache, un intercambio de favores y dones. Es cuestión de obras, de corazón, de fe.

El amor transforma todo, el Amor nos transforma. A todos.

lunes, 13 de diciembre de 2021

JESÚS LLEGÓ AL TEMPLO

 Mt 21, 23-27

En aquel tiempo, Jesús llegó al templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle:
«¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?»
Jesús les replicó:
«Os voy a hacer yo también una pregunta; si me la contestáis, os diré yo también con qué autoridad hago esto. El bautismo de Juan ¿de dónde venía, del cielo o de los hombres?»
Ellos se pusieron a deliberar:
«Si decimos "del cielo", nos dirá: “¿Por qué no le habéis creído?” Si le decimos “de los hombres”, tememos a la gente; porque todos tienen a Juan por profeta».
Y respondieron a Jesús:
«No sabemos»
Él, por su parte, les dijo:
«Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto».

JESÚS LLEGÓ AL TEMPLO

Muchas veces no tenemos tiempo de acercarnos al Templo para estar a solas con quien sabemos nos ama. No hay tiempo.

Pero los que se aman siempre sacan tiempo de donde sea para hablarse, verse, llamarse, estar juntos. Y eso es lo que debemos hacer con Jesús.

Hay que llegarse al Templo a orar, a amar, a adorar al Señor para que el mundo crea, para que el Reino llegue.


domingo, 12 de diciembre de 2021

III DOMINGO DE ADVIENTO. GAUDETE

 Lc 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan:
«¿Entonces, qué debemos hacer?».
Él contestaba:
«El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
«Maestro, ¿qué debemos hacer nosotros?»
Él les contestó:
«No exijáis más de lo establecido».
Unos soldados igualmente le preguntaban:
«Y nosotros ¿qué debemos hacer?»
Él les contestó:
«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie con falsas denuncias, sino contentaos con la paga».
Como el pueblo estaba expectante, y todos se preguntaban en su interior sobre Juan si no sería el Mesías, Juan les respondió dirigiéndose a todos:
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, a quien no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga».
Con estas y otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo el Evangelio.


GAUDETE

Este tercer domingo de Adviento es el domingo Gaudete. Llamado así porque las lecturas de hoy comienzan con estas expresiones: "Alégrate", "Gritad jubilosos", "Alegraos". Es un domingo de alegría, la llegada del Mesías ya es inminente.

La alegría desborda la liturgia hasta el punto que se suaviza el morado y se concede vestir de rosa al sacerdote. ¡Es así! Está muy cerca, por eso Juan, el Bautista nos dice que debemos prepararnos a fondo.

"¿Qué tengo que hacer?" Estamos necesitados de conversión. Dejemos de poner nuestra confianza y nuestra esperanza en lo material, en lo que se puede corromper. Seamos defensores de la justicia, sin ser violentos. La suavidad es propia del amor. ¡Y de la alegría! ¡Dios está cerca, alegrémonos!

sábado, 11 de diciembre de 2021

VENDRÁ Y LO RENOVARÁ TODO

 Mt 17, 10-13

Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús:
«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?»
Él les contestó:
«Elías vendrá y lo renovará todo. Pero os digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron, sino que han hecho con él lo que han querido. Así también el Hijo del hombre va a padecer a manos de ellos».
Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan el Bautista.

VENDRÁ Y LO RENOVARÁ TODO
 
Así es. Vendrá y lo renovará todo. Aunque en el evangelio se refiere a Juan, el Bautista, también se puede aplicar a Jesús, porque Él vino y lo renovó todo.

Y vendrá, lo estamos esperando en esta nueva Navidad. Debemos dejar que vuelva, a nuestra sociedad, a nuestra casa, a nuestra familia, a nuestras Comunidades, a nuestro corazón.

Solo así podrá renovarlo todo.

viernes, 10 de diciembre de 2021

POR SUS OBRAS

 Mt 11, 16-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«¿A quién se parece esta generación?
Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo:
“Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.
Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».

POR SUS OBRAS

¿Cómo se conoce a la gente? Por sus obras. es lo que nos dice hoy el evangelio. Las obras son un signo, las obras son la muestra de nuestra coherencia.

Y es digno de un cristiano ser coherente, ser transparente, ser sincero. Nuestras obras muestran nuestra fe.

Seamos coherentes, creamos y seamos cristianos por nuestras obras y nuestra fe.



jueves, 9 de diciembre de 2021

EL QUE TENGA OÍDOS, QUE OIGA

 Mateo 11, 11-15

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.
Desde los días de Juan el Bautista, hasta ahora el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. Los profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; él es Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo.
El que tenga oídos que oiga».

EL QUE TENGA OÍDOS, QUE OIGA

Es cuestión de oír, de escuchar, de meditar lo escuchado y ponerlo en práctica. ¿Tenemos oídos? ¿Podemos oír? Entonces, adelante.

"Que oiga", es como si dijera: ¿has oído lo que hay que hacer para llegar al Reino, para hacerlo vida en la tierra? Pues ponlo en práctica.

Oigamos y hagamos. Oigamos y pongamos en práctica el Reino.


NO TEMAS, MARÍA

 Lc 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, “porque para Dios nada hay imposible».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.

NO TEMAS, MARÍA

Ahí está la clave. No temas, nunca temas, porque Yo estoy. Todo es cosa mía. Tú solo tienes que decir sí o no.

Suerte tuvimos porque María dijo SÍ. Ni una pega, ninguna duda, ni un quizá. Fue un sí. El mismo que debemos decir a cada momento, porque no debemos temer.

Un sí consciente y confiado que nos trajo lo mejor de nuestra vida:Jesús.

UNA OVEJA

 Mateo 18, 12-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en los montes y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, en verdad os digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Igualmente, no es voluntad de vuestro Padre que está en el cielo que se pierda ni uno de estos pequeños».

UNA OVEJA

Si uno de nosotros, una de sus ovejas se pierde, Él vendrá a por nosotros y se las ingeniará para que volvamos al rebaño.

Aunque las otras noventa y nueve estén pastando, le importa más la única que no está en el rebaño. Y dará su vida para que vuelva.

Ovejas de Dios, preferidos de Dios a los que nunca abandona. ¿Correspondencia al Pastor?

SE PUSIERON A PENSAR

  Lc 5, 17-26

Un día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones.
En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él, viendo la fe de ellos, dijo:
«Hombre, tus pecados están perdonados».
Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:
«¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?»
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:
- «¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil: decir "Tus pecados te son perdonados", o decir “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados - dijo al paralítico-: A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a tu casa”».
Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, punto, tomó la camilla donde había estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios
El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor, decían:
«Hoy hemos visto maravillas».

SE PUSIERON A PENSAR


No hay nada como una buena frase de Jesús para que sus contemporáneos se pusieran a pensar. y la historia se repite.

Pensemos en una frase de Jesús, una acción, una mirada, una reacción y siempre nos hará pensar, siempre nos hará plantearnos algo en nuestra vida.

No dejemos de leer y meditar sus palabras para que podamos pensar sobre Dios y nuestro prójimo, sobre Dios y nosotros.

domingo, 5 de diciembre de 2021

II DOMINGO DE ADVIENTO

 Lc 3, 1-6

En el año decimoquinto del imperio del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanio tetrarca de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:
«Voz del que grita en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
allanad sus senderos;
los valles serán rellenados,
los montes y colinas serán rebajados;
lo torcido será enderezado,
lo escabroso será camino llano.
Y toda carne verá la salvación de Dios».

PREPARAD EL CAMINO

Ya en el segundo domingo de Adviento el Evangelio nos llama a prepararnos para recibir al Salvador. Preparar el camino. ¿Prepararlo?¿Nosotros? Nos lo dicen las lecturas de hoy y especialmente el evangelio.


"Así llegaréis al día de Cristo limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, para gloria y alabanza de Dios", como nos dice san Pablo. Y sigue: "Esta es nuestra confianza: que el que ha inaugurado entre vosotros esta buena obra, la llevará adelante hasta el Día de Cristo Jesús".


¿Tenemos preparado el camino para acoger a Jesús y su Palabra en nuestro corazón? Seamos profetas que preparen el camino de la salvación. Seamos voz que grita en los caminos para hacer un mundo nuevo.



viernes, 3 de diciembre de 2021

HABLARON DE ÉL POR TODA LA COMARCA

 Mt 9,27-31

En aquel tiempo, dos ciegos seguían a Jesús, gritando:
«Ten compasión de nosotros, hijo de David».
Al llegar a la casa se le acercaron los ciegos, y Jesús les dijo:
«¿Creéis que puedo hacerlo?»
Contestaron:
«Sí, Señor».
Entonces les tocó los ojos, diciendo:
«Que os suceda conforme a vuestra fe».
Y se les abrieron los ojos. Jesús les ordenó severamente:
«¡Cuidado con que lo sepa alguien!»
Pero ellos, al salir, hablaron de él por toda la comarca.

HABLARON DE ÉL POR TODA LA COMARCA

Cuando algo nos alegra, cuando nos hace bien, alguna buena noticia o alguna situación bonita que hemos vivido, nuestra primera acción es compartirlo.

Los contemporáneos de Jesús, aun sabiendo que Él les había dicho que no lo contaran, divulgaron sus bondades por toda la comarca.

Jesús es lo mejor que nos ha pasado y lo mejor que podemos hacer es proclamarlo, a todos, siempre. Como san Francisco Javier. 

AQUEL HOMBRE PRUDENTE

  Mt 7,21.24-27

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No todo el que me dice “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica se parece a aquel hombre prudente que edificó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y rompieron contra la casa, y se derrumbó. Y su ruina fue grande».

AQUEL HOMBRE PRUDENTE

Jesús nos recomienda hoy ser prudentes. En otra ocasión también nos dijo ser prudentes y sencillos. Porque la prudencia, como dice la sabiduría popular, es la madre de todas las ciencias.

Prudentes para construir con sabiduría nuestra casa, nuestro corazón, nuestro interior, cimentado sobre roca.

La Roca que es Jesús, es desde donde debemos construir y ser prudentes. Su Corazón nos guiará.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Y ÉL LOS CURABA

 Mt 15, 29-37

En aquel tiempo, Jesús se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él.
Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.
La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
«Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».
Los discípulos le dijeron:
«¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?»
Jesús les dijo:
«¿Cuántos panes tenéis?»
Ellos contestaron:
«Siete y algunos peces».
Él mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente.
Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.

Y ÉL LOS CURABA

A Jesús le llevaban enfermos de todo tipo "y muchos otros", nos dice hoy el evangelio. Jesús nos cura a todos, de cualquier enfermedad.

Esta sociedad hoy está enferma de muchas cosas: egoísmo, soberbia, indiferencia, y de todo ellos nos puede curar Jesús, si nos dejamos curar, claro.

Debemos recordar a nuestros hermanos que tenemos que curar a la humanidad, que está herida, con el medicamento-mandamiento del Amor. Y Él nos curará.

martes, 30 de noviembre de 2021

SIMÓN Y ANDRÉS

 Mt 4, 18-22

En aquel tiempo, pasando Jesús junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores.
Les dijo:
«Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres».
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó.
Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron.

    SIMÓN Y ANDRÉS

Simón y Andrés, dos hermanos, dos apóstoles, dos líderes que llevaron a la Iglesia a ser lo que es ahora. Simón y Andrés, dos ejemplos de fe.

Hoy celebramos a san Andrés, finalizamos noviembre y nos ponemos las pilas para vivir con intensidad el presente Adviento.

Esperanza, Iglesia, apóstoles... Hoy meditemos en ello. Las tres tienen que ver con nuestra vivencia cristiana. Pongamos todas nuestras fuerzas.

TANTA FE

 Mt 8, 5-11

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».


TANTA FE

Tanta fe como la del centurión, así debería ser nuestra fe, nos lo dice Jesús. Alaba la fe de un romano.

Quizá los que menos pensamos son aquellos que tienen más fe. la fe no se gana, ni se compra, se vive.

Por eso hay que pedirle a Jesús que nos la aumente, con sencillez, con alegría, con la esperanza de este Adviento.

domingo, 28 de noviembre de 2021

I DOMINGO DE ADVIENTO

 Lc 21, 25-28. 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.
Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

ALZAD LA CABEZA

Estamos en el primer domingo de Adviento. Comenzamos año litúrgico y comenzamos nueva aventura de este año. Y el comienzo debe ser recordando la Majestad y el Poder de Dios, Porque vendrá, llegará y lo hará de la manera más humilde, como un niño.

¿Qué tiene que ver la Majestad con la Humildad de un niño? ¿Qué nos está queriendo decir Dios? ¿Qué significa ese signo? El signo de la humildad, sorprendente venida de Dios, porque Él siempre nos sorprende, nunca podemos adivinar por dónde vendrá.

Por eso, alzad la cabeza, bien erguida, vigilantes y expectantes, esperando su signo, su venida, su Amor encarnado que vendrá. Vendrá en gloria al final de los tiempos, vendrá en carne hecho Niño y viene cada día a nuestro corazón. Alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación.

sábado, 27 de noviembre de 2021

DESPIERTOS EN TODO TIEMPO

 Lc 21, 34-36

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.
Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

DESPIERTOS EN TODO TIEMPO

Así debemos estar, despiertos en todo tiempo, como nos dice el evangelio de hoy. Atentos a todo lo que tenga que ver con Dios.

Porque todo lo demás no tiene sentido ni es por Él, con él y en Él. Para Él siempre seremos los más amados, los más queridos.

Despiertos en todo tiempo estaremos más disponibles, más dispuestos a ser apóstoles de la misericordia para despertar a todos.

MIS PALABRAS NO PASARÁN

 Lc 21, 29-33

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos una parábola:
«Fijaos en la higuera y en todos los demás árboles: cuando veis que ya echan brotes, conocéis por vosotros mismos que ya está llegando el verano.
Igualmente vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios.
En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todo suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».

MIS PALABRAS NO PASARÁN

Lo dijo hace más de dos mil años y así ha sido. Sus palabras no han pasado, ni pasarán y seguirán llegando al corazón de los hombres.

Nada de lo que tenga que ver con Dios para desapercibido, ni pasa. nada de lo que tenga que ver con Dios nos es ajeno.

Sus palabras siguen salvando corazones, siguen salvando almas, siguen estando muy presentes. Atendamos a sus palabras y prendamos fuego en los corazones.

jueves, 25 de noviembre de 2021

CON GRAN PODER Y GLORIA

 Lc , 20-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que entonces está cerca su destrucción.
Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén en medio de Jerusalén, que se alejen; los que estén en los campos, que no entren en ella; porque estos son “días de venganza” para que se cumpla todo lo que está escrito.
¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!
Porque habrá una gran calamidad en esta tierra y un castigo para este pueblo.
“Caerán a filo de espada”, los llevarán cautivos “a todas las naciones”, y “Jerusalén será pisoteada por los gentiles”, hasta que alcancen su plenitud los tiempos de los gentiles.
Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.
Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria.
Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación».

CON GRAN PODER Y GLORIA

No puede ser de otra manera. Cuando Cristo aparezca será con gran poder y gloria, con majestad, mostrando su reinado.

Es el Rey, el Soberano de todo y todo está bajo sus pies. Cuando tengamos esto claro sabremos a quién acudir y a quién adorar.

Su poder y su gloria sean siempre para nosotros salvación y misericordia. 


miércoles, 24 de noviembre de 2021

DAR TESTIMONIO

  Lc 21, 12-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles y haciéndoos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».

DAR TESTIMONIO

Si somos testigos, damos testimonio se sobreentiende que contamos algo que hemos visto, sentido o en primera persona.

Y a eso nos anima Jesús, a dar testimonio de lo que hemos vivido con respecto a Él, sobre todo, ante quien no cree, como nos dice hoy el evangelio.

Vivamos a Jesús para poder dar testimonio de lo que hemos visto y oído.

martes, 23 de noviembre de 2021

QUE NADIE OS ENGAÑE

 Lc 21, 5-11

En aquel tiempo, algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "Esta llegando el tiempo"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el final no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambre y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo».

QUE NADIE OS ENGAÑE


El mundo actual está lleno de engaños . Falsos perfiles en las redes sociales, falsas fotos de alegría siendo las personas más tristes en casa.

Y eso es lo mínimo. Engaños en las relaciones, falsas amistades, falsas esperanzas. Por eso, que nadie nos engañe.

La única Verdad es Jesús y su Palabra. La única Verdad es el Amor.

lunes, 22 de noviembre de 2021

ALZANDO LOS OJOS

  Lc 21, 1-4

En aquel tiempo, Jesús, alzando los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedillas y dijo:
«En verdad os digo que esa viuda pobre ha echado más que todos, porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir».

ALZANDO LOS OJOS

No debemos quedarnos con la mirada ni el corazón en las cosas de la tierra. Debemos "alzar los ojos" y mirar más allá, más arriba, siempre más.

Alzar los ojos es mirar a aquello que, ordinariamente, nos pasa desapercibido, no nos damos cuenta y quizá es lo más importante.

Alcemos la mirada, alcemos el corazón para tenerlo levantado hacia el Señor. Porque es justo y necesario. 

domingo, 21 de noviembre de 2021

XXXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

 Jn 18, 33b-37

En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús:
«¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó:
«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
Pilato replicó:
«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?».
Jesús le contestó:
«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».
Pilato le dijo:
«Entonces, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó:
«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».

CRISTO, REY

"El Señor reina, vestido de Majestad", nos dice el Salmo de este domingo. Un domingo muy especial en el que recordamos la majestad, el señorío y el poder de Dios sobre todo el universo. Él es Rey y le debemos trato como el que es. 

Rey del universo, Rey de nuestras almas, Rey de todo y de todos, el Alfa y Omega, Principio y Fin, aquel que viene, que era y que es. Cuando lo reconozcamos así, nuestra vida cambiará. Sin Él no podemos hacer nada. Es Rey.

A Él la gloria y el poder por los siglos de los siglos.

LOS MUERTOS RESUCITAN

 Lc 20, 27-40

En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, a los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. Y el segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».
Jesús les dijo:
«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.
Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos; porque para él todos están vivos».
Intervinieron unos escribas:
«Bien dicho, Maestro».
Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas.

LOS MUERTOS RESUCITAN

Son palabras de Jesús, frente a aquellos que no creen en un mundo futuro, siguiente al que vivimos actualmente. Al morir no está el vacío, sino la plenitud.

La Resurrección nos da una lección de vida. Nos recuerda que, al morir, nos espera otra dimensión, otro mundo.

No es un Dios de muertos, es un Dios de vivos.
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TODOS LOS DÍAS ENSEÑABA EN EL TEMPLO

 Lc 19, 45-48

En aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles:
«Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”».
Todos los días enseñaba en el templo.
Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.

TODOS LOS DÍAS ENSEÑABA EN EL TEMPLO

Jesús tenía muy claro cuál era su misión: enseñar, mostrar el Corazón del Padre a todos, sin excepción. Como discípulos suyos, también debemos enseñar a diario.

Sin excepciones, a todos. Todos deben conocer el amor con que Dios nos ama y los ama. Nadie nos ama como Él.

Y nadie como Él para mostrarnos su Corazón.

LLORÓ SOBRE ELLA

 Lc 19, 41-44

En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía:
«¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos.
Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco, de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita».

LLORÓ SOBRE ELLA

A veces se nos olvida que Jesús tenía corazón humano. Lloró por su amigo Lázaro y lloró por Jerusalén, como nos cuenta hoy el evangelio.

la humanidad le duele. No tenemos otro lenguaje, ni otra manera de decirlo, le dolemos, Y lloró.

Hagamos lo posible por transformar evangélicamente este mundo, que todo el mundo conozca a Jesús. 

CAMINABA DELANTE DE ELLOS

Lc 19, 11-28

En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestarse enseguida.
Dijo, pues:
«Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.
Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles:
"Negociad mientras vuelvo".
Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo:
"No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros".
Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.
El primero se presentó y dijo:
"Señor, tu mina ha producido diez".
Él le dijo:
"Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades".
El segundo llegó y dijo:
"Tu mina, señor, ha rendido cinco".
A ese le dijo también:
"Pues toma tú el mando de cinco ciudades".
El otro llegó y dijo:
"Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, porque eres un hombre exigente que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado".
Él le dijo:
"Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues, ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses".
Entonces dijo a los presentes:
"Quitadle a éste la mina y dádsela al que tiene diez minas".
Le dijeron:
"Señor, si ya tiene diez minas".
"Os digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia"».
Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.

CAMINABA DELANTE DE ELLOS

Jesús va delante, siempre va delante. Y nos guía allá donde vayamos. Seguirle es nuestra mayor suerte.

va delante y caminando, sin prisa, pero sin pausa. Caminemos también, caminemos a su ritmo, que es el mejor de todos.


Seguir a Cristo es imitarle, decía san Agustín. Sigámosle e imitémosle.