martes, 30 de noviembre de 2021

TANTA FE

 Mt 8, 5-11

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».


TANTA FE

Tanta fe como la del centurión, así debería ser nuestra fe, nos lo dice Jesús. Alaba la fe de un romano.

Quizá los que menos pensamos son aquellos que tienen más fe. la fe no se gana, ni se compra, se vive.

Por eso hay que pedirle a Jesús que nos la aumente, con sencillez, con alegría, con la esperanza de este Adviento.

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