sábado, 30 de septiembre de 2023

ELLOS NO ENTENDÍAN

 Lc 9,43b-45

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos:
«Meteos bien en los oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres».
Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro, que no captaban el sentido.
Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

ELLOS NO ENTENDÍAN
Los discípulos no entendían el lenguaje de Jesús, lo que intentaba decirles. Nosotros llevamos ventaja, aunque algunas veces tampoco entendemos
Y, aunque pensemos que lo entenderíamos si hubiésemos estado allí, tampoco hubiéramos entendido mucho. 
El único lenguaje que entendemos siempre y todos es el lenguaje del amor porque el amor es fácil de traducir e interpretar. Actuemos con amor, así entenderán. 

viernes, 29 de septiembre de 2023

FIESTA DE LOS SANTOS ARCÁNGELES MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL

 Jn 1,47-51

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».

ARCÁNGELES
Hoy celebramos la Fiesta litúrgica en la que recordamos a los santos arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, mensajeros de Dios.
Protectores, defensores, adoradores de Dios en comunión con Él, llevando la llamada de Cristo a los hombres. Así son ellos.
Y así debemos ser también nosotros. Tengámoslos como ejemplo y estaremos más cerca del Corazón de Dios.

jueves, 28 de septiembre de 2023

TENÍA GANAS DE VERLO

 Lc 9,7-9

En aquel tiempo, el tetrarca Herodes se enteró de lo que pasaba sobre Jesús y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado de entre los muertos; otros, en cambio, que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Herodes se decía:
«A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?».
Y tenía ganas de verlo.

TENÍA GANAS DE VERLO
Herodes tenía ganas de ver a Jesús, pero por una mala entendida curiosidad. Nuestras acciones tienen que estar fundamentadas en el bien.
Todo aquello que tiene su principio en el mal no puede tener nada que ver con Jesús. El Amor es la base y el ensamblaje de nuestro edificio espiritual.
Tengamos siempre ganas de ver a Jesús, desde la sinceridad, la coherencia y la espiritualidad. 

miércoles, 27 de septiembre de 2023

SE PUSIERON EN CAMINO

 Lc 9,1-6

En aquel tiempo, habiendo convocado Jesús a los Doce, les dio poder y autoridad sobre toda clase de demonios y para curar enfermedades.
Luego los envió a proclamar el reino de Dios y a curar a los enfermos, diciéndoles:
«No llevéis nada para el camino: ni bastón ni alforja, ni pan ni dinero; tampoco tengáis dos túnicas cada uno.
Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio.
Y si algunos no os reciben, al salir de aquel pueblo sacudíos el polvo de vuestros pies, como testimonio contra ellos».
Se pusieron en camino y fueron de aldea en aldea, anunciando la Buena Noticia y curando en todas partes.

SE PUSIERON EN CAMINO
Después de que Jesús les explicase a los Doce cómo debían disponerse a ir a proclamar la Buen Nueva, nos dice el evangelio que "se pusieron en camino".
Ponerse en camino, ir hacia una meta, caminar buscando el Camino es propio de los discípulos de Jesús. 
Pongámonos en camino, vayamos hacia la meta. 

martes, 26 de septiembre de 2023

QUIEREN VERTE

 Lc 8,19-21

En aquel tiempo, vinieron a Jesús su madre y sus hermanos, pero con el gentío no lograban llegar hasta él.
Entonces le avisaron:
«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte».
Él respondió diciéndoles:
«Mi madre y mis hermanos son estos: los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

QUIEREN VERTE
Creo que para todos los cristianos (y para muchos que no lo son) una ilusión cumplida sería ver a Jesús en vida.
Queremos verle ya, aquí. Le preguntaríamos o nos quedaríamos, como María, contemplando su rostro de hito en hito.
La suerte es que podemos verle en los demás, en los necesitados, en los que no tienen fe, en los enfermos... porque ahí está el Amor.

lunes, 25 de septiembre de 2023

EN EL CANDELERO

 Lc 8,16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz.
Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.
Mirad, pues, cómo oís, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».

EN EL CANDELERO
Así deberíamos estar siempre los cristianos, en el candelero, proclamando la gloria de Dios siempre y a todos.
Ser lámpara, iluminar con la vida y la palabra a todos, sin excepción, para que la humanidad vea la luz en Cristo.
Que todos entren y vean la luz, como nos dice el evangelio. Que todos lleguen al Corazón de Cristo. 

domingo, 24 de septiembre de 2023

XXV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mt 20,1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo y les dijo:
“Id también vosotros a mi viña y os pagaré lo debido”.
Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde, e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
“¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?”.
Le respondieron:
“Nadie nos ha contratado”.
Él les dijo:
“Id también vosotros a mi viña”.
Cuando oscureció, el dueño dijo al capataz:
“Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros”.
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Al recibirlo se pusieron a protestar contra el amo:
“Estos últimos han trabajado solo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno”.
Él replicó a uno de ellos:
“Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?”.
Así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos».

ID TAMBIÉN VOSOTROS A MI VIÑA
Este domingo Jesús nos explica la parábola de los trabajadores de la viña. Todos somos trabajadores y debemos trabajar la viña, de una manera o de otra.
El evangelio nos deja claro que, hayamos trabajado más o menos, hayamos llegado antes o después todos tendremos nuestro salario, sin que nos hagan ninguna injusticia.
Dios es justo; es el Justo. Por eso siempre será misericordioso con todo lo que hayamos trabajado en su Viña. No dejemos nunca de trabajar por el Reino. 

viernes, 22 de septiembre de 2023

ALGUNAS MUJERES

 Lc 8,1-3

En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce, y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.

ALGUNAS MUJERES
El evangelio de hoy nos indica que Jesús iba acompañado de los Doce y de algunas mujeres. La mujer, tan denostada en aquel tiempo, tuvo un papel principal en la vida de Jesús.
María, su madre, María Magdalena, Juana, Susana y otras muchas entendieron a la perfección el camino que ofrecía Jesús.
Misioneras, evangelistas, proclamando la buena nueva de Jesús. Así nos quiere jesús, como a ellas, con el alma y la vida. 

miércoles, 20 de septiembre de 2023

AMIGO DE PUBLICANOS Y PECADORES

 Lc 7,31-35

En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación? ¿A quién son semejantes?
Se asemejan a unos niños, sentados en la plaza, que gritan a otros aquello de:
“Hemos tocado la flauta
y no habéis bailado,
hemos entonado lamentaciones,
y no habéis llorado”.
Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y decís: “Tiene un demonio”; vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: “Mirad qué hombre más comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.
Sin embargo, todos los hijos de la sabiduría le han dado la razón».

AMIGO DE PUBLICANOS Y PECADORES
A Jesús lo acusaban de ser amigo de publicanos y pecadores. Para los demás era una acusación, para Jesús era un honor.
Porque a Él le daba igual el qué dirán, lo que opinaran de Él o lo que dijeran o de qué le acusaran. Él era amigo de todos, ¿y?
Y más, si cabe, de todos aquellos que estaban lejos de Dios. Para que, al estar cerca de ellos, ellos se acercasen a Dios.

martes, 19 de septiembre de 2023

¡LEVÁNTATE!

 Lc 7,11-17

En aquel tiempo, iba Jesús camino de una ciudad llamada Naín, y caminaban con él sus discípulos y mucho gentío.
Cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, resultó que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda; y un gentío considerable de la ciudad la acompañaba.
Al verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo:
«No llores».
Y acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon) y dijo:
«¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!».
El muerto se incorporó y empezó a hablar, y se lo entregó a su madre.
Todos, sobrecogidos de temor, daban gloria a Dios diciendo:
«Un gran Profeta ha surgido entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo».
Este hecho se divulgó por toda Judea y por toda la comarca circundante.

¡LEVÁNTATE!
Hoy Jesús nos dice lo mismo que al joven de Naím: ¡levántate! Tenemos que levantarnos y dar testimonio de lo que Dios hace con nosotros.
Levantarse es dejar atrás lo que no nos sirve para llegar a Él. Levantarse es mirar hacia el futuro.
Levantémonos y proclamemos la obra de Dios a toda criatura.

lunes, 18 de septiembre de 2023

NO SOY DIGNO

 Lc 7,1-10

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de exponer todas sus enseñanzas al pueblo, entró en Cafarnaún.
Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, el centurión le envió unos ancianos de los judíos, rogándole que viniese a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente:
«Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestra gente y nos ha construido la sinagoga».
Jesús se puso en camino con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle:
«Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir a ti personalmente. Dilo de palabra y mi criado quedará sano. Porque también yo soy un hombre sometido a una autoridad y con soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo:
«Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe».
Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.

NO SOY DIGNO
El centurión le dice a Jesús que no es digno de recibirlo en su casa, pero que sabe que puede curar a su criado. Y así fue.
Nuestra fe nos pone delante ante un espejo sabiendo que no somos dignos de que Jesús entre en nosotros, en nuestra casa. Pero eso no disminuye nuestras ganas de que venga a nuestra casa.
Y esa misma fe nos muestra que Él es Omnipotente. Por eso, puede curar, puede entrar y puede sanar todo aquello que no esté sano en nuestro interior. Ven, Señor, y cúranos.

domingo, 3 de septiembre de 2023

XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mt 16,21-27

En aquel tiempo, comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
«¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte».
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
«¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios».
Entonces dijo a los discípulos:
«Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.
Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.
¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O qué podrá dar para recobrarla?
Porque el Hijo del hombre vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.


EL HIJO DEL HOMBRE, VENDRÁ

Es la promesa de Jesús: volverá. A veces vivimos como si ignorásemos su vuelta, porque volverá, pero con la gloria del Padre, entre sus ángeles para ejercer su justicia misericordiosa. 
 
Como a Jeremías, nos sedujo y nos dejamos seducir. Aunque se rían de nosotros y se burlen, sabemos que en nosotros hay fuego ardiente, el fuego del Espíritu, para tomar la Cruz y seguirle.

Por eso, como dice san Pablo, hay que discernir la voluntad de Dios, lo bueno, lo perfecto, para que, cuando vuelva el Hijo del hombre, hayamos sido coherentes con nuestra fe.