martes, 31 de octubre de 2017

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

 Mt 5, 1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
«Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

ALEGRAOS Y REGOCIJAOS
En la Solemnidad de Todos los santos, en la que la Iglesia universal celebra la memoria de aquellos que ya están en compañía de Dios para estimularnos con su ejemplo.
Por ello hay razón para estar alegres. Allí donde están ellos, algún día podemos llegar nosotros, a la eterna bienaventuranza, a la alegría sin fin.
Alegrarnos y regocijarnos, alegrarnos y vivir en la alegría constante de la esperanza, de la vivencia de la ternura de Dios, de la experiencia de la misericordia ya aquí, haciendo vida el Reino.


lunes, 30 de octubre de 2017

TODO FERMENTÓ

 Lc 13, 18-21
En aquel tiempo, decía Jesús: ¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé?
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas».
Y dijo de nuevo: ¿ A qué compararé el reino de Dios?
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».

LA LEVADURA
La levadura es la que hace fermentar la masa del pan. Una pequeña medida que influye en todo y lo hace cambiar. Por eso Jesús compara la levadura con el Reino.
Nosotros también debemos ser como la levadura, debemos hacer que todo lo que tenemos alrededor y allí donde nos movemos y trabajamos fermente y sea Reino vivo.
Seamos esa levadura, sin que se nos note, pero vayamos fermentando la masa, transmitiendo los valores cristianos, siendo pan partido y repartido, como Jesús. 


domingo, 29 de octubre de 2017

LE IMPUSO LAS MANOS

Lc 13, 10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga. Había una mujer que desde hacia dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún modo.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, se puso a decir a la gente: «Hay seis días para trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días y no en sábado».
Pero el Señor le respondió y dijo: «Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata en sábado su buey o su burro del pesebre y lo lleva a abrevar? Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?».
Al decir estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba por todas las maravillas que hacía.

TODA LA GENTE SE ALEGRABA
Lo normal en la vida de un cristiano sería que la viviera con alegría. Jesús es nuestra alegría, nuestra paz. Cuando el ángel anunció su nacimiento dijo: ¡Alegraos!
Quien conoce a Jesús, quien sabe que vino a salvarnos, a darnos la vida no puede estar triste. La cotidianidad nos puede traer contrariedades y tristezas, pero debemos pasarlas por el tamiz de Cristo y entonces se verán de otra manera.
Allí donde está Cristo, donde está de verdad, no cabe otra cosa que la alegría, por las maravillas que hace en nosotros, por las maravillas que hace por nosotros. ¡Alegraos!


XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mt 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».
Él le dijo: «"Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente".
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo."
En estos dos mandamientos sostienen toda la Ley y los Profetas».

EL MANDAMIENTO PRINCIPAL

Principal quiere decir que tiene el primer lugar en importancia, que es esencial y fundamental y que es el primero. Siendo esto así, ¿cuál es el mandamiento principal?
Amar. Amar al Señor con todo tu ser y amar al prójimo como a ti mismo. Si lo viviéramos profundamente y con pasión, no haría falta más, el Reino ya estaría aquí, hecho vida.
Hagamos que el Reino se haga presente viviendo el amor como quiere Cristo, a su manera, hasta el extremo, sabiendo que solo hay una cosa importante: amar. 


viernes, 27 de octubre de 2017

FIESTA DE SAN SIMÓN Y SAN JUDAS

Lc 6, 12-19
En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en una llanura, con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

PASÓ LA NOCHE ORANDO
En el día en que celebramos a los apóstoles Simón y Judas el evangelio comienza diciendo que Jesús subió al monte y pasó la noche en oración.
¡Qué importante es en nuestra vida cristiana tener una fuerte y arraigada oración! Y no es tan difícil. Orar es hablar con Dios de lo cotidiano y de lo extraordinario, como hablamos con un amigo.
No es tan costoso encontrar un rato diario para encontrarnos con el mejor de los amigos y pasar un rato en su compañía, para que Él nos dé fuerza y valor para seguir adelante. 


jueves, 26 de octubre de 2017

LA ÚLTIMA MONEDILLA

Lc 12, 54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: "Va a caer un aguacero", y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: "Va a hacer bochorno", y sucede.
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».

EL TIEMPO PRESENTE

En esta ocasión el evangelio de san Lucas nos ofrece un discurso de Jesús en el que nos habla sobre la justicia, el tiempo presente y su interpretación.

Y es que, si sabemos interpretar el cielo, ¿cómo no sabemos interpretar el tiempo presente? En el hoy en que vivimos, la sociedad que a veces nos absorbe y no sabemos interpretar los pequeños signos que Dios nos pone delante.

Contemplarlos y ver más allá, interpretarlos para luego vivirlos cristianamente es una buena forma de discernir en tiempo presente para hacer vida el Reino.







ESTARÁN DIVIDIDOS

Lc 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo, tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla! 
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra».

HE VENIDO A PRENDER FUEGO A LA TIERRA
Como siempre, las palabras de Jesús nos sorprenden, a veces por su valentía, a veces por lo insólito, pero nunca dejan indiferente a nadie.
Quiere que la tierra esté ardiendo. Ardiendo en amor, claro, ardiendo en servicio, en cumplimiento del Reino y las bienaventuranzas, con el fuego del Espíritu.
Seamos como el fuego y prendamos en el corazón de los hombres la luz y el calor de la llama que nunca se apaga, Cristo, el Señor. 



martes, 24 de octubre de 2017

ESTAD PREPARADOS

Lc 12, 39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Pedro le dijo: «Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».
El Señor dijo: «¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?
Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si aquel criado dijere para sus adentros: "Mi señor tarda en llegar", y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.
Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más se le pedirá».

FIEL Y PRUDENTE
Hoy Jesús nos dice que las dos cualidades de un administrador deben ser la fidelidad y la prudencia. Dos virtudes que hoy no están muy de moda.
Pero el cristianismo no es cuestión de moda, sino de seguimiento de Jesús. La fidelidad con las personas, la familia, los amigos nos dará fidelidad por parte de todos ellos. 
La prudencia también es alabada por Jesús en otras ocasiones. Ser prudentes en nuestras relaciones, en nuestros actos y palabras es, a veces, la mejor manera de ser fieles a Jesús. 


lunes, 23 de octubre de 2017

TENED CEÑIDA VUESTRA CINTURA

Lc 12, 35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y , acercándose, les irá sirviendo.
Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos».

LES IRÁ SIRVIENDO
Nadie hubiera podido imaginar un Dios que fuera hombre. Nadie hubiera podido imaginar un Dios que naciera pobre. Nadie hubiera podido imaginar un Dios que muriera por nosotros.
Pero Él lo hizo porque la humildad es la señal de los grandes. El evangelio de hoy nos dice que si el Señor nos encuentra en vela, haciendo lo que tenemos que hacer, nos hará sentar y nos irá sirviendo.
¿Un Dios que nos sirve la mesa mientras nosotros estamos sentados? No lo hubiéramos podido imaginar nunca. Pero Él cumple lo que promete.


domingo, 22 de octubre de 2017

GUARDAOS DE TODA CLASE DE CODICIA

Lc 12, 13-21
En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola: «Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha.
Y empezó a echar cálculos, diciéndose: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha".
Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente".
Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?" Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios».

SU VIDA NO DEPENDE DE SUS BIENES
Hoy el evangelio de Lucas nos vuelve a ofrecer una parábola de Jesús en la que nos cuenta que lo que somos no depende de lo que tenemos, que el ser no depende de el tener.
Nuestra vida no depende de nuestros bienes. Nuestra vida depende de lo que nos guía, hacia dónde vamos y de dónde venimos y en eso, todos somos iguales.
Nadie es más que nadie. Todos somos. Y somos hijos de un Padre que nos ama con locura y, bien lo sabe Él, no por lo que tengamos, sino porque Dios es Amor y en ese Amor, somos todos uno, en ese Amos todos somos iguales.



sábado, 21 de octubre de 2017

XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mateo 22, 15-21
En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron algunos discípulos suyos, con unos herodianos, y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad, sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es licito pagar impuesto al César o no?».
Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: «Hipócritas, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto».
Le presentaron un denario. Él les preguntó: «¿De quién son esta imagen y esta inscripción?».
Le respondieron: «Del César».
Entonces les replicó: «Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios».

NO TE FIJAS EN APARIENCIAS
En el evangelio de hoy los fariseos querían pillar a Jesús con lo que dijera, pero antes de hacerle la pregunta, le hicieron una serie de halagos sobre su conducta.
Uno de ellos fue "no te fijas en apariencias". ¡Qué bueno sería si nosotros tampoco nos fijáramos en apariencias, si nos fijáramos más en el interior de las personas!
El corazón de una persona habla más y mejor que la boca, los ojos de una persona nos cuentan lo que la lengua calla. No tratemos diferente a las personas por su aspecto o apariencia; todos somos iguales en dignidad.

CONTRA EL ESPÍRITU SANTO

 Lc 12, 8-12
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:«Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios.
Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.
Cuando os conduzcan a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir».

EL ESPÍRITU SANTO OS ENSEÑARÁ
Siguiendo con el evangelio de Lucas hoy Jesús nos regala esperanza. Nos dice que si somos perseguidos el Espíritu santo nos inspirará qué decir.
Y es que no estamos solos. Muchas veces podemos pensar que nadie entiende nuestro ser cristiano, nuestras actitudes, nuestros sentimientos.
Y nos vemos perseguidos y señalados. Ésa debe ser nuestra alegría, porque también en esos momentos, es cuando el Espíritu, con su fuego, se nos muestra y nos enseña cómo mostrar a Dios a los hombres.


jueves, 19 de octubre de 2017

NO TENGÁIS MIEDO

Lc 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse.
Por eso, lo que digáis den la oscuridad será oído a a plena luz, y lo que digáis al oído en las recámaras se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, después de esto no pueden hacer más.
Os voy a enseñar a quién tenéis que temer: temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la “gehenna”. A ese tenéis que temer, os lo digo yo.¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo de ellos se olvida Dios.
Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados. No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros».

LA HIPOCRESÍA
Una de las actitudes contrarias al cristianismo es la hipocresía. El seguidor de Cristo debe ser blanco, transparente, sin doblez. 
Una persona hipócrita tiene poco de cristiano. Aprendamos de Jesús a ser sinceros, a no sospechar, a confiar en el buen corazón de nuestros prójimos.
Jesús, María, los santos nunca fueron hipócritas. La misericordia, el amor y la compasión, ésas deben ser la actitudes que nos caractericen.


miércoles, 18 de octubre de 2017

DIJO LA SABIDURÍA DE DIOS

Lc 11, 47-54
En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron vuestros padres! Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron, y vosotros les edificáis mausoleos.
Por eso dijo la Sabiduría de Dios: "Les enviaré profetas y apóstoles; a algunos de ellos los matarán y perseguirán"; y así, a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario. Sí, os digo: se le pedirá cuenta a esta generación.
¡Ay de vosotros, maestros de la Ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia: vosotros, no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido!».
Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo implacablemente y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, tendiéndole trampas para cazarlo con alguna palabra de su boca.

LES ENVIARÉ PROFETAS Y APÓSTOLES
Dios nunca abandona. De una manera o de otra siempre está y siempre ayuda. Todos tenemos en nuestra vida alguna experiencia que lo avala.
Y su providencia hacia nosotros también se hace visible al enviarnos a testigos, personas que nos hablan de Dios con sus obras y sus palabras.
Personas auténticas, profetas y apóstoles, que viven el cristianismo en profundidad y en la frontera, a la intemperie, teniendo como única meta ser como Jesús.


martes, 17 de octubre de 2017

¡PONEOS EN CAMINO!

Lc 10, 1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: "El reino de Dios ha llegado a vosotros"».

EL REINO DE DIOS HA LLEGADO
Jesús vino a anunciarnos el Reino. Ya había llegado con Él, el Reino era Él y estaba entre nosotros. Vino a traer al mundo la alegría de la salvación.
Salvación que nos ofrece la posibilidad de anunciar el Reino a nuestros hermanos, porque el Reino llegó con Jesús, la alegría llegó con Jesús.
Por eso, anunciemos con alegría, día a día que la vida merece ser vivida con pasión, con amor, con esperanza y ofreciendo gratis lo que gratis hemos recibido.


lunes, 16 de octubre de 2017

SE PUSO A LA MESA

Lc 11, 37-41

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él. Él entró y se puso a la mesa.
Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosáis de rapiña y maldad. ¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro?
Con todo, dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo».

DAD LIMOSNA DE LO QUE HAY DENTRO
Jesús siempre nos dice que hagamos limosna, que no sepa nuestra mano izquierda lo que hace la derecha. que seamos generosos.
Y hoy nos dice que la limosna también se puede dar "de lo que hay dentro". De lo que hay en nuestro corazón, de lo que hay en nuestro interior también podemos dar.
Una sonrisa, nuestro tiempo, misericordia, compasión, ternura, un abrazo, dar las gracias, confianza, ánimo, dar importancia a los demás, una caricia, amor. Demos limosna de todo ello al que lo necesite. 





domingo, 15 de octubre de 2017

EL SIGNO DE JONÁS

Lc 11, 29-32
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás».

LA GENTE SE APIÑABA
En tiempos de Jesús la gente se apiñaba para verle. Era tal la curiosidad y el entusiasmo que generaba que era imposible pasar desapercibido.
Hoy en día no podemos decir lo mismo. La gente no se apiña para ir a recibir la Eucaristía, ni para entrar en las iglesias a orar, ni para conocer a Jesús.
Debemos devolver a este mundo y a esta sociedad la pasión del conocimiento de Cristo, del trato con Dios en la oración, de conocer cada día más al Amor de los amores. 


sábado, 14 de octubre de 2017

XXVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mt 22, 1-14
En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: «El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados: "Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas, y todo está a punto. Venid a la boda".
Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios; los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
Luego dijo a sus criados: "La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos, y a todos los que encontréis, convidadlos a la boda".
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: "Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?".
El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: "Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes". Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos».

SALIERON A LOS CAMINOS
Hoy Jesús nos habla de una boda en la que los invitados no quisieron ir. Y después de que el rey se enfadara por ello, mandó a sus criados a invitar a todo el que encontraran en los caminos.
No seamos nosotros los que rechazamos la invitación de nuestro Rey a ir al banquete de la Eucaristía, sino que además de ir nosotros, salgamos a los caminos a invitar a todo el que encontremos.
Hoy la Iglesia recuerda a santa Teresa de Jesús. Ella decía que "lo que más os despertare a amar, eso haced". ¿Y qué más amor que la Eucaristía?


viernes, 13 de octubre de 2017

UNA MUJER DE ENTRE EL GENTÍO

Lc 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

JESÚS HABLABA A LA GENTE
Está claro: Jesús vino a proclamar el Reino, a hablar del Padre, de la ternura de Dios hacia nosotros, de su Misericordia y del Amor. 
Y sus palabras no han pasado desapercibidas para nadie. O se le sigue o se le persigue. Y para nosotros, que le seguimos, sus palabras deben ser vida.
Vida que no tiene que quedarse solamente en nosotros, sino que debe ser vida que genere más vida en los demás corazones para que el mundo entero conozca la Palabra. 


jueves, 12 de octubre de 2017

¿CÓMO SE MANTENDRÁ SU REINO?

Lucas 11, 15-26
En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra si mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice: "Volveré a mi casa de donde salí". Al volver se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».




PARA PONERLO A PRUEBA

Algunos de la multitud querían poner a prueba a Jesús. Esta actitud nos debe hacer pensar. Si nos creemos superiores a los demás, no estamos considerando a los demás iguales a nosotros.
La dignidad de la persona humana tiene mucho que ver con esto. Todos tenemos una misma dignidad y nadie debe hacer de menos al otro, ni ponerlo a prueba, ni hacerlo de menos.
Todos somos hijos de Dios, todos hermanos, todos iguales en dignidad. Hagamos que así lo vea todo el mundo y lo vivamos como quiso Jesús.


miércoles, 11 de octubre de 2017

FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

Lc 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

Y LA CUMPLEN

En el día de Nuestra Señora del Pilar el evangelio nos recuerda a María. Ella escuchó la Palabra de Dios y la cumplió. 
La madre, siempre atenta, siempre en actitud de servicio, siempre cumpliendo su SÍ de entrega incondicional, viviendo la Palabra con autenticidad.
Porque vivir no es solo escuchar. Vivir cumpliendo la Palabra es decir un SÍ sin condiciones, para siempre, por siempre, sin poner peros.


martes, 10 de octubre de 2017

LE PEDÍAN UN SIGNO

Lc 11, 15-26
En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sÍ mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo, desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares áridos, buscando un sitio para descansar, y, al no encontrarlo, dice: "Volveré a mi casa de donde salí". Al volver se la encuentra barrida y arreglada. Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».

PARA PONERLO A PRUEBA
Algunos de la multitud querían poner a prueba a Jesús. Esta actitud nos debe hacer pensar. Si nos creemos superiores a los demás, no estamos considerando a los demás iguales a nosotros.
La dignidad de la persona humana tiene mucho que ver con esto. Todos tenemos una misma dignidad y nadie debe hacer de menos al otro, ni ponerlo a prueba, ni hacerlo de menos.
Todos somos hijos de Dios, todos hermanos, todos iguales en dignidad. Hagamos que así lo vea todo el mundo y lo vivamos como quiso Jesús. 




VENGA TU REINO

Lc 11, 1-4

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación"».

SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR
Quizá esa frase dicha por los discípulos a Jesús sea una de las más cariñosas. Pedirle a alguien que nos enseñe a orar es pedirle que nos hable de su mayor intimidad con Dios.
En los momentos que vivimos solemos tener mucha prisa y no tenemos tiempo de pararnos y escuchar, de pararnos y orar, de pararnos y vivir.
Señor, enséñanos a orar, enséñanos a parar y escuchar, a contemplar nuestra vida y nuestra realidad con tus ojos para verlo todo según tu Corazón. Enséñanos a orar.


MARTA Y MARÍA

Lc 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».
Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

LO RECIBIÓ EN SU CASA
Hoy el evangelio nos habla de dos hermanas muy diferentes en muchas cosas, Marta y María. Pero eran muy parecidas en lo fundamental, acoger a Jesús en casa.
Cada una lo acogió a su manera. Y cada uno de nosotros lo acogemos de manera diferente. Jesús quiere alojarse en nuestra casa y debemos acondicionarla para que Él esté a gusto en ella.
Y es que, donde más a gusto se encuentra Él es en nuestro corazón, en el silencio cálido de nuestro interior, donde solo está Jesús y nosotros, allí donde el Amor se cumple.