martes, 10 de octubre de 2017

VENGA TU REINO

Lc 11, 1-4

Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación"».

SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR
Quizá esa frase dicha por los discípulos a Jesús sea una de las más cariñosas. Pedirle a alguien que nos enseñe a orar es pedirle que nos hable de su mayor intimidad con Dios.
En los momentos que vivimos solemos tener mucha prisa y no tenemos tiempo de pararnos y escuchar, de pararnos y orar, de pararnos y vivir.
Señor, enséñanos a orar, enséñanos a parar y escuchar, a contemplar nuestra vida y nuestra realidad con tus ojos para verlo todo según tu Corazón. Enséñanos a orar.


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