miércoles, 31 de octubre de 2018

ÚLTIMOS Y PRIMEROS

 Lc 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salven?»
Él les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo:"Señor, ábrenos"; pero él os dirá: "No sé quiénes sois".
Entonces comenzaréis a decir: "Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas".
Pero él os dirá: "No sé de donde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad"
Así será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

VENDRÁN DE ORIENTE Y OCCIDENTE
Dios no hace acepción de personas, no distingue entre unos y otros para hacer más el bien con unos que con otros. Cada cual tenemos nuestra historia y Él nos ama infinitamente como somos.
A todos. Ya vengamos de Oriente o de Occidente, del Norte o del Sur, todos tenemos el sello de ser hijos de Dios y esa dignidad no nos la puede quitar nadie.
Familia, hijos todos y hermanos, hijos de un mismo Dios, hermanos de Jesús. Así nos ama y esa es nuestra realidad, la que nadie puede borrar ni herir.

martes, 30 de octubre de 2018

UN GRANO DE MOSTAZA

Lc 13, 18-21
En aquel tiempo, decía Jesús: «¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé?
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizó un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas».
Y dijo de nuevo: «¿A qué compararé el reino de Dios?
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».

¿A QUÉ COMPARARÉ EL REINO DE DIOS?
En dos ocasiones Jesús nos hace hoy esa pregunta. Él sabe la respuesta. En su pedagogía divina quiere que nosotros contestemos para que caigamos en la cuenta de lo que es de verdad el Reino.
¿A qué comparamos nosotros el Reino? El Reino de Dios debe ser estar en la mayor de las felicidades y compartiéndolo con los demás.
¿A qué comparas tú el Reino? 


domingo, 28 de octubre de 2018

QUEDAS LIBRE DE TU ENFERMEDAD

Lc 13, 10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga.
Había una mujer que desde hacia dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar. de ningún modo.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad».
Le impuso las manos, y en seguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, se puso a decir a la gente: «Hay seis días tenéis para trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días, y no en sábado».
Pero el Señor le respondió y dijo: «Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata en sábado su buey o su burro del pesebre, y lo lleva a abrevar?
Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?»
A decir estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba por todas las maravillas que hacía.

TODA LA GENTE SE ALEGRABA
Toda la gente se alegraba por las maravillas que hacía Jesús. Y es que, cuando se le conoce, cuando se oye hablar de sus maravillas no nos queda más que alegrarnos.
La alegría es un fruto del Espíritu Santo y debe ser la actitud de todo cristiano al sabernos salvados por amor y con el mayor amor del mundo: dar la vida por nosotros.
La alegría que se vive de una forma u otra sale a la luz. Por ello, si somos cristianos coherentes, no podemos dejar de proclamar al  mundo con alegría que Jesús es el Salvador. 


sábado, 27 de octubre de 2018

XXX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mc 10, 46-52
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, un mendigo ciego, Bartimeo (el hijo de Timeo), estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo increpaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí».
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo».
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama».
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que te haga?».
El ciego le contestó: «Rabbuni, que recobre la vista».
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha salvado».
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

SEÑOR, QUE VEA
Muchas veces es lo que pedimos al Señor en la oración: ver. Comprender todo aquello que no entendemos, contemplar más allá de lo que aparece ante nuestros ojos. Ya profetizó Jeremías en el Antiguo Testamento que Yahveh sería un padre para su pueblo, al que guió siendo su consuelo.
Ver, aunque la ceguera de nuestro mundo nos impida ver, aunque a veces la ceguera de nuestro corazón nos impida amar, ver, y ver siempre en Él. 
No tengamos los ojos cerrados al hermano y sobre todo no tengamos el corazón ciego y cerrado a la compasión. Y sigamos pidiendo en la oración, como el ciego del evangelio: "Señor, ten compasión de mí". 


viernes, 26 de octubre de 2018

LA HIGUERA

Lc 13, 1-9
En aquel momento se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús respondió: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque han padecido todo esto? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. O aquellos dieciocho que murieron sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera».
Y les dijo esta parábola: «Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador: "Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?
Pero el viñador respondió: "Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar"».

FUE A BUSCAR FRUTO EN ELLA
En la parábola que hoy nos explica Jesús nos dice que el viñador fue a buscar fruto en la higuera. Y esa higuera es cada uno de nosotros.
Si Jesús hoy viniera a ti a buscar fruto. ¿qué encontraría?
Debemos dar frutos de buenas obras para que el Reino llegue cada vez más a todos.


jueves, 25 de octubre de 2018

LA ÚLTIMA MONEDILLA

 Lc 12, 54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: "Va a caer un aguacero", y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: "Va a hacer bochorno", y sucede.
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».

¿CÓMO NO SABÉIS INTERPRETAR EL TIEMPO PRESENTE?
Hemos avanzado mucho en todas las disciplinas académicas, en investigación, en medicina... pero seguimos preguntándonos por el sentido último de nuestra vida y a eso no podemos responder científicamente.
El tiempo presente, el tiempo de las comunicaciones, de internet, de las redes sociales nos debe llevar a una mayor evangelización en esos campos.
El tiempo presente nos apremia en la misión de llevar a Cristo a todo el mundo y su mensaje de misericordia y servicio sin límites y completamente desinteresado. Vivamos el tiempo presente en esa misión.

HE VENIDO A PRENDER FUEGO

Lc 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».

¿PENSÁIS QUE HE VENIDO A TRAER PAZ?
Una pregunta sorprendente viniendo de Jesús. Él, el Príncipe de la paz, el pacífico y pacificador nos dice que no ha venido a traer paz.
Y es que, quien conoce a Jesús ya no puede tener "paz" en su interior, porque, como dice san Juan de la Cruz, "el amor, como la llama, no puede estar quieto". 
El que ama siempre tendrá a quién amar, a quién ofrecer amor, misericordia y compasión. No estemos nunca en la paz del que no hace nada por el prójimo. 


martes, 23 de octubre de 2018

FIEL Y PRUDENTE

 Lc 12, 39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Pedro le preguntó: «Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».
Y el Señor le dijo: « ¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?
Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad 
os digo lo pondrá al frente de todos sus bienes.

Pero si aquel criado dijere para sus adentros: "Mi señor tarda en llegar", y empieza a pegarles a los criados y a criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá pocos.
Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más se le pedirá».

MÁS SE LE PEDIRÁ
Hoy Jesús nos en seña con la parábola del administrador fiel y prudente la importancia de lo pequeño, la importancia de hacer lo que debemos, diariamente.
Ha confiado mucho en nosotros y por ello se nos pedirá más. A más confianza en nosotros, más debemos responder en compasión y misericordia.
Se nos pedirá que hayamos sido coherentes, que hayamos sido cristianos íntegros, fieles y prudentes. Si ha sido así nos pondrá al frente de todos sus bienes. 


lunes, 22 de octubre de 2018

TENED CEÑIDA VUESTRA CINTURA

 Lc 12, 35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.
Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.
Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos».

LES IRÁ SIRVIENDO
Siguiendo con el tema del servicio, Jesús en el evangelio de hoy nos dice que el mismo Señor irá sirviendo a aquellos que hayan sido invitados al banquete.
Y si Él es el primero en servir, ¿qué no tendremos que hacer nosotros? Servir es continuar la misión de Jesús en este mundo, servir es reinar.
Hay que estar en vela, vigilando, en actitud de espera, sirviendo siempre al más necesitado porque en Él está Jesús esperando nuestra misericordia.


domingo, 21 de octubre de 2018

RICO ANTE DIOS

Lc 12, 13-21
En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola: «Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha".
Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente".
Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a reclamar el alma, ¿de quién será lo que has preparado?"
Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios».

GUARDAOS DE TODA CLASE DE CODICIA
Ser codicioso significa ser todo lo contrario a generoso. Y la generosidad debe ser una cualidad de los que nos consideramos cristianos. 
Codiciar, desear intensamente toda clase de cosas o realidades, tiene mucho que ver con la avaricia, las ganas de tenerlo todo y a todos sin contar con la dignidad de la persona.
No codiciemos nada más que ser ejemplos de amor y misericordia, ejemplos de paz y reconciliación. Deseemos intensamente ser cristianos coherentes; solo así llegaremos a la meta.


sábado, 20 de octubre de 2018

XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mc 10, 35-45
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: «Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir».
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?».
Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda».
Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís, ¿podéis beber el cáliz que yo he de beber, o bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?».
Contestaron: «Podemos».
Jesús les dijo: «El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y seréis bautizados con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes está reservado».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan.
Jesús, llamándolos, les dijo: «Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».

HA VENIDO A SERVIR
Jesús vino a servir, no a ser servido. Ya en el Antiguo Testamento Isaías le llama siervo cientos de años antes de que Jesús naciera. 
Siendo siervos, como Él, haciendo de nuestra vida un servicio, como Él, su  misericordia llegará a nosotros, como nos dice hoy el Salmo de la liturgia dominical.
La Carta a los Hebreos nos enseña a un Jesús, Sumo sacerdote, ofreciéndose por nosotros el cual nos hace llegar su auxilio oportuno, así pondremos el servicio a los demás como uno de los pilares de nuestra vida cristiana. 


viernes, 19 de octubre de 2018

CONTRA EL ESPÍRITU SANTO

Lc 12, 8-12
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios, pero si uno me niega ante los hombres, será negado ante los ángeles de Dios.
Todo el que diga una palabra contra el Hijo del hombre podrá ser perdonado, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.
Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de cómo o con qué razones os defenderéis o de lo que vais a decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir».

EL ESPÍRITU SANTO OS ENSEÑARÁ
Según los grandes teólogos el Espíritu Santo es "el Gran Desconocido". Aun así Jesús, como no podía ser de otra manera, nos habla de Él.
El Espíritu Santo nos enseñará todo lo que tengamos que decir cuando seamos perseguidos y atacados por el resto del mundo por ser cristianos.
Y es que el Espíritu es fortaleza, paciencia amor y paz para todo aquel que lo invoca. Invoquemos al Espíritu Santo para pedirle ser cada día más santos, como nuestro Padre es santo. 


jueves, 18 de octubre de 2018

HASTA LOS CABELLOS DE VUESTRA CABEZA ESTÁN CONTADOS

Lc 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse.
Por eso, lo que digáis en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digáis al oído en recámaras se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más.
Os voy a enseñar a quién tenéis que temer: temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la “gehenna”. A ese tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo se olvida Dios.
Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados.
No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros».

AMIGOS MÍOS
Así nos llama hoy Jesús. Un honor para nosotros y una gran responsabilidad. Fidelidad y felicidad se unen cuando Jesús nos llama amigos.
Y en esa confianza debemos tratarlo, en esa amistad de saber que siempre está ahí y nos respalda en todo momento de nuestra vida.
Amigos, esa palabra que toma pleno sentido en boca del Señor, debe tomar pleno sentido en nuestra vida de cristianos al saber que así nos considera Jesús. 


miércoles, 17 de octubre de 2018

SAN LUCAS

Lc 10, 1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: "Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: "El reino de Dios ha llegado a vosotros"».

LA MIES ES ABUNDANTE
En el día de san Lucas la liturgia nos anima a todos a ponernos en camino porque la mies es abundante y los obreros pocos.
Y esa invitación no va únicamente para los sacerdotes o consagrados. Jesús nos invita a todos a ser los trabajadores de esa mies para que el Reino llegue.
Jesús debe hacerse presente en la vida de cada uno y los cristianos podemos hacerlo realidad siendo coherentes, poniéndonos en camino y siendo apóstoles de la paz. 


martes, 16 de octubre de 2018

¡AY DE VOSOTROS!

Lc 11, 42-46
En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de hortalizas, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios!
Esto es lo que había que practicar, sin descuidar aquello.
¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y los saludos en las plazas!
¡Ay de vosotros, que sois como tumbas no señaladas, que la gente pisa sin saberlo!»
Le replicó un maestro de la Ley:
«Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros».
Jesús replicó: «¡Ay de vosotros también, maestros de la ley, que cagáis a los hombres cargas insoportables, mientras vosotros no tocáis las cargas ni con uno de vuestros dedos! »

LOS ASIENTOS DE HONOR
Hoy Jesús nos plantea la diatriba entre la ley y el amor; la norma establecida y  el amor de Dios. Los asientos de honor frente a ocupar el último puesto.
Los cristianos debemos tenerlo claro: la caridad siempre está por encima de la ley, el amor siempre está por encima puesto que seguimos al Dios-Amor.
El amor, el servicio desinteresado, la misericordia siempre serán nuestra bandera para hacer un mejor mundo que conozca su libertad.


lunes, 15 de octubre de 2018

LA COPA Y EL PLATO

Lc 11, 37-41
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo le rogó que fuese a comer con él.
Él entró y se puso a la mesa.
Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: «Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro rebosáis de rapiña y maldad.
¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Con todo, dad limosna de lo que hay dentro, y lo tendréis limpio todo».

DAD LIMOSNA DE LO QUE HAY DENTRO
Como siempre, Jesús es muy claro en el evangelio de hoy. Nos invita a dar limosna, pero de lo que tenemos dentro.
Cariño, ternura, compasión, corazón, alegría, asombro, entusiasmo... ¡tenemos tanto en nuestro interior! Sería egoísta dejarlo solo para nosotros.
Cuando no podamos dar limosna material acordémonos de dar este otro tipo de limosna, la espiritual, la de dentro y así estaremos limpios.


domingo, 14 de octubre de 2018

TE DOY GRACIAS, PADRE

Mt 11, 25-30
En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

VENID A MÍ
En el día en que la Iglesia celebra la memoria de santa Teresa de Jesús la liturgia nos ofrece el pasaje del evangelio del discurso de Jesús sobre la humildad.
La santa decía que "humildad es andar en verdad" porque la verdad y la humildad van de la mano. Jesús, el manso y humilde, era la Verdad absoluta.
Y hoy nos pide que aprendamos de Él a ser humildes, solo así encontraremos paz y descanso. Vayamos a Él y Él nos aliviará. 




sábado, 13 de octubre de 2018

XXVIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Mc 10, 17-30
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».
Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven sígueme».
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó triste, porque era muy rico.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les será entrar en el reino de Dios a los que tienen riquezas!»
Los discípulos quedaron sorprendidos de estas palabras. Peros Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios».
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?».
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo».
Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».
Jesús dijo: «En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más - casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones - y en la edad futura, vida eterna».

SU RESPLANDOR NO TIENE OCASO
El pasaje del libro de la Sabiduría de la primera lectura de hoy  habla sobre la sabiduría y nos dice que "su resplandor no tiene ocaso". En realidad, la verdadera Sabiduría, Dios, es el verdadero resplandor sin ocaso. Luz de luz que nos da "riquezas incontables", como nos ofrece el mismo pasaje.
El evangelio nos habla del Maestro bueno, el único Maestro, el verdadero Maestro que nos cuida, nos enseña y tiene paciencia infinita con nosotros y que nos hace adquirir un corazón sensato, como dice el Salmo de hoy.
El Maestro bueno nos espera siempre, nos ama siempre y tal como somos. Nadie nos ama como Él. La carta a los Hebreos nos dice que todo está patente a sus ojos, nada se le oculta, porque su resplandor no tiene ocaso. Y nosotros, que lo hemos dejado todo para seguirle, como el joven del evangelio, contemplaremos esa Luz en la vida eterna.


UNA MUJER DE ENTRE EL GENTÍO

 Lc 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo:
«Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo:
«Mejor, bienaventurados los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen».

JESÚS HABLABA A LA GENTE
Jesús hablaba a la gente, hace dos mil años, hace quinientos, ayer y ahora mismo. Jesús nos habla siempre, solo hace falta saber escuchar.
Y escuchar es una actitud que se nos está olvidando más a menudo de lo que creemos. Escuchar, estar atentos a los silencios y a los gritos del mundo que nos rodea.
Hoy Jesús nos habla a través de la Palabra y también a través de nuestros hermanos. Solo hay que escuchar la Palabra y cumplirla en el prójimo.


jueves, 11 de octubre de 2018

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

Lc 11, 15-26
En aquel tiempo, habiendo expulsado Jesús a un demonio, algunos de entre la multitud dijeron: «Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama.
Cuando el espíritu inmundo sale de un hombre, da vueltas por lugares buscando un sitio para descansar; pero, como no lo encuentra, dice: "Volveré a mi casa de donde salí."
Al volver, se la encuentra barrida y arreglada.
Entonces va y toma otros siete espíritus peores que él, y se mete a vivir allí. Y el final de aquel hombre resulta peor que el principio».

NUESTRA SEÑORA DEL PILAR
María es el pilar en el que se apoya mucha gente, muchos cristianos para llevar adelante sus tristezas y trabajos en la vida.
Ella es corredentora, cooperadora con Jesús de su obra de salvación, por eso acudimos a Ella como intercesora ante su Hijo.
María nos acompaña en el camino a Jesús, es luz que ilumina la senda que nos lleva a Él, mano amiga que no nos deja hasta que nos encontremos con Él.


miércoles, 10 de octubre de 2018

PRÉSTAME TRES PANES

 Lc 11, 5-13
En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos: «Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice:
"Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle"; y, desde dentro, aquel le responde:
"No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos"; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre.
¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»

DURANTE LA MEDIANOCHE
En el evangelio de hoy se nos habla del que va a medianoche a casa de un amigo a pedirle tres panes. ¿Quién de nosotros se lo daría? ¿O incluso se levantaría a abrir?
En cuanto llega la noche, cerramos la puerta. En cuanto llega la noche a nuestro interior, cerramos el corazón a los demás, cuando debería ser al revés para ser nosotros mismos.
No cerremos la puerta a todo aquel que llame a ella. No cerremos la puerta a la caridad, la misericordia y la compasión hacia el prójimo. Aunque sea medianoche. 


martes, 9 de octubre de 2018

PADRE NUESTRO

 Lc 11, 1-4
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en la tentación"».

SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR
Señor Jesús, enséñanos a orar. Nosotros no sabemos, muchas veces es a lo único que podemos agarrarnos en ciertos momentos duros de la vida. 
Pero también en los momentos felices y agradables, cuando toca dar gracias por todo lo bueno que nos da. Orar en todo tiempo en propio de cristianos.
Que Él nos enseñe a orar, que nos enseñe a quererle, a hablarle, a entrar en su Corazón, a habitar en Él y así poder ofrecer su Corazón misericordioso al mundo. 




lunes, 8 de octubre de 2018

LO RECIBIÓ EN SU CASA

Lc 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose,  dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».
Respondiendo, le dijo el Señor: «Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

SOLO UNA ES NECESARIA
Hoy Jesús está en casa de Lázaro, Marta y María. Y aunque Marta se afanaba y María sentada a sus pies oía su palabra, todos en esa casa procuraban agradar a Jesús.
Y de eso se trata. Durante nuestro día a día tenemos ratos sentados a los pies de Jesús, en oración y tenemos ratos de afán, sirviendo al prójimo. Y las dos acciones son positivas y queridas por Jesús.
Son dos formas de amar, dos formas de misericordia y ternura. Dos formas de servicio. Solo una cosa es necesaria: amar.