jueves, 18 de octubre de 2018

HASTA LOS CABELLOS DE VUESTRA CABEZA ESTÁN CONTADOS

Lc 12, 1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: «Cuidado con la levadura de los fariseos, que es la hipocresía, pues nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse.
Por eso, lo que digáis en la oscuridad será oído a plena luz, y lo que digáis al oído en recámaras se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, y después de esto no pueden hacer más.
Os voy a enseñar a quién tenéis que temer: temed al que, después de la muerte, tiene poder para arrojar a la “gehenna”. A ese tenéis que temer, os lo digo yo.
¿No se venden cinco pájaros por dos céntimos? Pues ni de uno solo se olvida Dios.
Más aún, hasta los cabellos de vuestra cabeza están contados.
No tengáis miedo: valéis más que muchos pájaros».

AMIGOS MÍOS
Así nos llama hoy Jesús. Un honor para nosotros y una gran responsabilidad. Fidelidad y felicidad se unen cuando Jesús nos llama amigos.
Y en esa confianza debemos tratarlo, en esa amistad de saber que siempre está ahí y nos respalda en todo momento de nuestra vida.
Amigos, esa palabra que toma pleno sentido en boca del Señor, debe tomar pleno sentido en nuestra vida de cristianos al saber que así nos considera Jesús. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.