martes, 28 de julio de 2020

EL CAMPO ES EL MUNDO

 Mt 13, 36-43

En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:
«Explícanos la parábola de la cizaña en el campo».
Él les contestó:
«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles.
Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su reino todos los escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los arrojarán al horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».

EL CAMPO ES EL MUNDO

Como siempre, está claro. "El campo es el mundo" y nosotros somos los que debemos sembrar, cuidar, regar, cavar para que ese campo dé fruto.

La semilla es el Reino, nosotros, los sembradores. Sembremos a Cristo, sembremos la Palabra, sembremos misericordia infinita para que el mundo dé fruto.

Trabajemos sin descanso, con denuedo. El agua del Espíritu hará el resto.

LA MÁS PEQUEÑA Y LA MÁS ALTA

Mt 13, 31-35

En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola al gentío:
«El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno toma y siembra en su campo; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un árbol hasta el punto de que vienen los pájaros del cielo a anidar en sus ramas».
Les dijo otra parábola:
«El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, hasta que todo fermenta». Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta:
«Abriré mi boca diciendo parábolas, anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo».

LA MÁS PEQUEÑA Y LA MÁS ALTA

La parábola del grano de mostaza nos enseña muchas cosas. Una de ellas es que las apariencias nada tienen que ver con la realidad.

La semilla más pequeña lleva a ser el árbol más alto, puesto que así lo lleva inscrito en sí misma. 

Nuestro ser cristiano, inscrito en nosotros desde nuestro Bautismo, nos hace plenos. Pensemos en ello.

XVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mt 13, 44-52

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
«El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra.
El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Habéis entendido todo esto?».
Ellos le contestaron:
«Sí».
Él les dijo:
«Pues bien, un escriba que ese ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».

EL TESORO

El Reino es como un tesoro, nos dice la parábola. Un tesoro, un regalo, algo valioso y no común. Así es el Reino.

Pero también nos dice que está escondido, por lo que hay que buscarlo. Siendo tan valioso debemos emplearnos totalmente en encontrarlo.

Pero este tesoro no es como los demás, que, egoístamente, lo reservamos para nosotros. Este tesoro se multiplica compartiéndolo. Busquemos este tesoro y hagamos todo lo posible por compartirlo.

SOLEMNIDAD DE SANTIAGO, APÓSTOL

 Mt 20, 20-28

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
¿«Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mi concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

¿QUÉ DESEAS?

Es lo que nos dice el Señor en el evangelio de hoy, Solemnidad de Santiago, apóstol, Patrono de España.

¿Qué deseas? Desear es querer con intensidad. Pues preguntémonos, como cristianos, qué es lo que queremos con intensidad.

Y con la misma intensidad pongamos, como cristianos, manos a la obra, encomendándonos al Apóstol.

OÍD

 Mt 13, 18 23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe.
Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno».

OÍD

Lo recomienda hoy Jesús. Oíd. Oír lo que nos tiene que decir ´l, lo que nos tiene que decir el mudo, lo que nos tiene que decir el prójimo.

Y de lo que oigamos y nos digan, eso debemos hacer para más amar y mejor servir.

Oigamos el susurro de su Corazón, oigamos su Palabra.

SI MIS PALABRAS PERMANECEN EN VOSOTROS

Jn 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

SI MIS PALABRAS PERMANECEN EN VOSOTROS

Deseo de Jesús fue que sus palabras permaneciesen en nosotros. Y permanecen cuando las conocemos y practicamos.

Deseo de Jesús que denota que quería que le conociéramos en profundidad. Corazón de Jesús que siempre nos regala amor.

Deseo de Jesús. Conocerle y permanecer en Él.

¿POR QUÉ LLORAS?

 Jn 20, 1. 11-18

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice:
«¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».

¿POR QUÉ LLORAS?

En el día de santa María Magdalena el evangelio nos recuerda el pasaje de la Resurrección, con ella de protagonista." ¿Por qué lloras?", le pregunta.

Y eso es lo que nos pregunta a nosotros: ¿cuál es la razón de tu tristeza? Piénsalo y respóndete.

De esa respuesta dependerá cómo encares tu vida y tu vida interior. Tú, ¿por qué lloras?

HABLANDO A LA GENTE

Mt 12, 46-50

En aquel tiempo, estaba Jesús hablando a la gente, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
Uno se lo avisó:
«Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo».
Pero él contestó al que le avisaba:
«¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?»
Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre».

HABLANDO A LA GENTE

Así nos presenta hoy el evangelio a Jesús, hablando a la gente. Así, normal, como uno más, pero sin serlo, hablando de Dios.

Y así debíamos ser también nosotros, hablar normalmente de Dios con nuestros compañeros y amigos. Deberíamos normalizar eso.

Dios es parte de nuestra vida. También deberíamos normalizar eso.

ELLOS SE CONVIRTIERON

Mt 12, 38-42 

En aquel tiempo, algunos de los escribas y fariseos dijeron a Jesús:
«Maestro, queremos ver un milagro tuyo».
Él les contestó:
«Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pero no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo; pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra.
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.
Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».

ELLOS SE CONVIRTIERON

Convertirse a Dios, nos dice Jesús en el evangelio, ya lo hacían los contemporáneos de Jonás. ante una señal importante entendían que Dios debía estar en el centro de su vida.

No es más que eso, volver y volverse a Dios. Convertirse a Dios y cambiar radicalmente hacia el bien.

Por eso, todos podemos convertirnos.

domingo, 19 de julio de 2020

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Mt 13, 24-30

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo:
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
“Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”
Él les dijo:
“Un enemigo lo ha hecho”.
Los criados le preguntaron:
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”
Pero él les respondió:
“No, que, al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».

TRIGO

El trigo es de vez en cuando el protagonista de los pasajes del evangelio. Del trigo nos deviene el pan, alimento diario y cotidiano hecho de muchos granos, molidos para ser una sola cosa en beneficio de los demás. ¿Somos trigo? 

¿Nos hacemos uno con el prójimo? ¿Sabemos pasar desapercibidos en bien de la Comunidad para beneficio de todos? ¿Nos dejamos "moler"? 

No dejemos que entre nuestro trigo crezca la cizaña. Seamos trigo limpio, harina blanca para ser pan que alimente a todos. 

sábado, 18 de julio de 2020

MUCHOS LE SIGUIERON


 Mt 12, 14-21

En aquel tiempo, al salir de la sinagoga, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús.
Pero Jesús se enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron.
Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran.
Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, en quien me complazco. Sobre él pondré mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no gritará, nadie escuchará su voz por las calles.
La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no lo apagará, hasta llevar el derecho a la victoria; en su nombre esperarán las naciones».

MUCHOS LE SIGUIERON

En verdad, muchos le siguieron y muchos aún hoy le siguen. Seguir a Cristo es imitarle, decía san Agustín.

Imitemos a Cristo, sigámosle como tantos santos hasta la perfección, la perfección del amor.


TENÍAN HAMBRE


Mt 12, 1-8

En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas.
Los fariseos, al verlo, le dijeron:
«Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado».
Les replicó:
«¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes.
¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa?
Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo.
Si comprendierais lo que significa “quiero misericordia y no sacrificio”, no condenaríais a los inocentes. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».

TENÍAN HAMBRE

Los discípulos tenían hambre. Los discípulos seguimos con hambre. Hambre de Dios, hambre de espíritu, hambre de oración y espiritualidad.

El mundo tiene hambre. hambre de lo material, y también de lo espiritual. Las dos cosas importantes y complementarias.

"Dadles vosotros de comer". 

APRENDED DE MÍ


Mt 11, 28-30

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

APRENDED DE MÍ

Es lo que nos dice Jesús, que aprendamos de Él. Conocerlo significa leer y meditar las Escrituras, porque ahí está y nos dejó su Palabra.

Aprender dignifica nuestra persona y nuestro interior. Y aprender significa que no lo sabemos todo.

Aprendamos de Jesús, de su Corazón limpio y verdadero, de su mansedumbre y humildad. Sólo así seremos mansos y humildes.

TODO


Mt 11, 25-27

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

TODO

"Todo me ha sido entregado por mi padre", nos dice Jesús en el evangelio de hoy. Todo es suyo y todo está en sus manos; nosotros también.

Plenitud fructífera que vierte y revierte en nosotros, para bien del mundo. Todo es para nuestro bien.

Plenitud que tenemos que mostrar al prójimo y no quedarnos en las miguitas que caen de la mesa.

SAYAL Y CENIZA


Mt 11, 20-24

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido:
«¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza.
Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras.
Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo.
Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy.
Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».

SAYAL Y CENIZA

Hoy Jesús nos habla de penitencia, recordando pasajes del Antiguo Testamento. Eso de la penitencia nos evoca tiempos anteriores.

Pero la Palabra siegue siendo válida 'ara todos los tiempos y personas. Hacer penitencia, convertirnos siempre es oportuno.

Renovar nuestro interior y volcarlo hacia Dios. Una buena forma de hacer penitencia.

UN VASO FRESCO DE AGUA


 Mt 10, 34 - 11, 1

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar paz, sino espada. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mi; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará.
El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo no perderá recompensa».
Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

UN VASO FRESCO DE AGUA

Ahora en verano. con el calor, se agradece un vaso de agua fresca. Y solo eso, un vaso de agua, dice Jesús se tiene en cuenta.

En verdad, con qué poco se conforma Jesús para darnos todo su amor. No perdamos la perspectiva.

Ni siquiera una cosa tan insignificante le pasa desapercibida- ¡Tan grande es su amor...!

XV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


 Mt 13, 1-9

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y toda la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló muchas cosas en parábolas:
«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.
Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron.
Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que oiga».

LA TIERRA

En la parábola del sembrador la tierra somos nosotros. Podemos ser tierra buena, tierra agreste o tierra en barbecho. aunque siempre tierra para ser sembrada.

El sembrados sabe qué hacer con nosotros, tierra que él sembrará sin importar cómo seamos, pero siempre esperando fruto de buena semilla.

El sembrador confía en la tierra, espera semillas y frutos. Lo demás queda de nuestra parte. Seamos buena tierra.

SAN BENITO


Mt 19, 27-29

En aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús:
«Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?».
Jesús les dijo:
«En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a loas doce tribus de Israel.
Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más u heredará la vida eterna».

LOS QUE ME HABÉIS SEGUIDO

Hoy celebramos la fiesta de san benito, patrono de Europa. Seguidor fiel de Cristo, padre de monjes.

Pero el seguimiento de Cristo no es solo para los religiosos. Ellos lo hacen de una manera peculiar, pero todo cristiano tiene el mandato de seguir fielmente a Cristo en su opción de vida.

Sigamos a cristo, con fidelidad y amor y hoy recemos especialmente por Europa, por su renovación moral y espiritual.


SAGACES Y SENCILLOS


Mt 10, 16-23


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.
Pero ¡cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
En verdad os digo que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre».

SAGACES Y SENCILLOS

Así nos quiere Dios. Sagaces para evangelizar de la mejor y mayor manera posible. Y sencillos para aceptar que Dios nos guía.

Sed sagaces y sencillos.

LA PAZ


Mt 10, 7-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«ld y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios.
Gratis habéis recibido, dad gratis.
No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
Si alguno no os recibe o no os escucha vuestras palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies.
En verdad os digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquella ciudad».

LA PAZ

Un bien preciado en todas las épocas de la Historia y en todos los momentos de la vida. Quien tiene paz tiene muchas cosas conseguidas.

Y no solo la paz exterior que nos hace mejor la convivencia, sino la paz interior, que nos hace ser pacíficos y pacificadores.

Desead la paz, conseguid la paz, vivid la paz.

PROCLAMAD


 Mt 10, 1-7

En aquel tiempo, Jesús, llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaria, sino id a las ovejas descarriadas de Israel.
Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos».

PROCLAMAD

Proclamar es decir una cosa en voz alta, públicamente y de forma solemne. Pues así nos ha dicho Jesús que anunciemos el evangelio.

No es para menos. Anunciar la mayor noticia de la Historia debe hacerse proclamándola, en todo su significado.

No tengamos miedo, proclamemos a Jesús y su evangelio. En voz alta, de forma solemne, públicamente.


martes, 7 de julio de 2020

NUNCA SE HA VISTO COSA IGUAL


 Mt 9, 32-38

En aquel tiempo, le llevaron a Jesús un endemoniado mudo. Y después de echar al demonio, el mudo habló.
La gente decía admirada:
«Nunca se ha visto en Israel cosa igual».
En cambio, los fariseos decían:
«Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.
Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dijo a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».

LA GENTE DECÍA ADMIRADA

Si hay algo que hemos perdido y olvidado es nuestra capacidad de admiración. En tiempos de Jesús la gente se admiraba de Jesús. ¿Y ahora?

Ahora debemos preguntarnos si Jesús es nuestra vida, nuestro camino, y nuestra verdad. Y de esa pregunta dependerá nuestra vida.

Admirarnos de su amor incondicional y llevarlo a cabo. Hagamos que el mundo se admire.

SE REÍAN DE ÉL


Mt 9, 18-26

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un jefe de los judíos que se arrodilló ante él y le dijo:
«Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, impón tu mano sobre ella y vivirá».
Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entre tanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto, pensando que con solo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió y, al verla, le dijo:
«¡Ánimo, hija! Tu fe te ha curado».
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa de aquel jefe y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
«¡Retiraos! La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano, y ella se levantó.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

SE REÍAN DE ÉL

Y sigue ocurriendo. Y se siguen burlando de él. Y de nosotros. No es el discípulo más que su maestro.

Se ríen de nosotros, pero en esa ocasión sabemos de quién nos hemos fiado y a quién seguimos.

Seamos discípulos de Jesús, con verdadera alegría, bienaventurados cuando se rían de nosotros.

domingo, 5 de julio de 2020

XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Mt 11, 25-30

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me lo ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

LOS PEQUEÑOS

El evangelio de hoy nos recuerda quiénes son los pequeños de Dios, los humildes de Dios, los anawim. Humildes con plena confianza en Dios, humildes con la sabiduría de una plena esperanza, esperanza activa, en las manos de Dios y su poder. 

Humildes de corazón, humildes al servicio del prójimo, humildes como Jesús. Cuando estemos cansados y agobiados Él nos aliviará. Así nosotros con los demás. El cansancio del prójimo debe hacer de nuestro corazón un descanso para ellos.

Debemos ser pequeños con corazón gigante.


ODRES NUEVOS Y ODRES VIEJOS


Mt 9, 14-17

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercan a Jesús, preguntándole:
« ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegará días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres; se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan».


ODRES NUEVOS Y ODRES VIEJOS

Ya lo sabemos. O somos odres nuevos o solos odres viejos, de nosotros depende y así lo dejó claro Jesús. 

¿Qué necesitamos en la Iglesia? Reflexionemos y pensemos. Después actuemos en consecuencia.

LLEGÓ JESÚS


Jn 20, 24-29

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto».

LLEGÓ JESÚS

En eldía de santo Tomás el evangelio nos dice que Jesús llegó. Llegó a donde estaban y les dio una lección de fe.

Ante la incredulidad del mundo, del hombre actual, debemos también "llegar" nosotros y hablar de la fe.

No seamos como Tomás. La fe mueve montañas.


jueves, 2 de julio de 2020

ESTE BLASFEMA


Mt 9, 1-8

En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. En eso le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:
«¡Ánimo, hijo!, tus pecados están perdonados».
Algunos de los escribas se dijeron:
«Este blasfema».
Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo:
«¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados - entonces dice al paralítico -: “Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa”».
Se puso en pie, y se fue a su casa.
Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

SE PUSO EN PIE

El paralítico del evangelio de hoy, al ser curado por Jesús, "se puso en pie". Y fue curado aun cuando los que lo veían no creían que pudiera curarse.

Al experimentar que somos curados por Jesús nosotros también deberíamos ponernos en pie e irnos a proclamar las maravillas de Dios.

Y somos curados a diario. Por lo que cada día deberíamos anunciar al mundo entero el amor inmenso de Jesús hacia nosotros. 




miércoles, 1 de julio de 2020

EL PUEBLO ENTERO


Mt 8, 28-34

En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gerasenos.
Desde el cementerio, dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino.
Y le dijeron a gritos:
«¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido a atormentarnos antes de tiempo?».
A cierta distancia, una gran piara de cerdos estaba paciendo.
Los demonios le rogaron:
«Si nos echas, mándanos a la piara».
Jesús les dijo:
«Id».
Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo y murieron en las aguas.
Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados.
Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país.

EL PUEBLO ENTERO

En el evangelio de hoy Jesús está en la región de los gerasenos y el pueblo entero salió a verlo y hablar con él.

Ojalá nosotros tuviéramos tal vida de santidad y tan gran poder de convicción en nuestra misión que "el pueblo entero" nos escuchara hablar de Jesús.

Tengamos fe, tengamos esperanza. Y con caridad, llevaremos a Jesús al mayor número de personas.

DORMÍA


Mt 8, 23-27

En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
En esto se produjo una tempestad tan fuerte, que la barca desaparecía entre las olas; él dormía. Se acercaron y lo despertaron gritándole:
«¡Señor, sálvanos, que perecemos!».
Él les dice:
«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?».
Se puso en pie, increpó a los vientos y al mar y vino una gran calma. Los hombres se decían asombrados:
«¿Quién es éste, que hasta el viento y el mar lo obedecen?»

DORMÍA

Muchas veces oímos a las personas decir: ¿dónde está Dios? ?Por qué permite esta situación? ¿Acaso duerme?

Y hoy el evangelio nos cuenta que los discípulos tenían miedo a la tempestad, mientras Jesús dormía. Estaba a su lado y tenían miedo.

La falta de fe de los discípulos y su miedo muchas veces son los nuestros. Jesús está a nuestro lado, aunque parezca dormido.

APÓSTOLES


Mt 16, 13-19

En aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomó la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo».
Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

APÓSTOLES

Hoy es un día grande en la Iglesia. Tan grande como ellos dos: Pedro y Pablo. Inmensa labor la que hicieron al principio de la historia de la Iglesia.

Apóstoles de Dios, cambiaron la Historia. Misión, corazón, Espíritu, fuerza y coraje. Nada de ello nos falta a nosotros.

Por eso, dejémonos guiar por el Espíritu, con fuerza y coraje. Y, codo con codo, persona a persona, cambiemos la Historia también hoy.