domingo, 31 de mayo de 2020

SOLEMNIDAD DE PENTECOSTÉS


Jn 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
«Paz a vosotros».
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
«Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
«Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».


PENTECOSTÉS

Y llegó el Espíritu. Y llegó para quedarse en la Iglesia y en todos nosotros, en los fieles, en nuestros corazones ofreciendo sus dones y frutos. De nosotros depende cómo empleamos esos dones para que produzcan los frutos. Amor, alegría, paz...

Pero sobre todo, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada, como nos dice san Pablo. El Espíritu siempre será nuestra fuerza, nuestra energía y fortaleza en la misión que se nos ha encomendado: dar a conocer a Dios a todos.

 Dones. Lo recibido gratis, démoslo gratis. Espíritu de Dios, acompáñanos en nuestra vida de fe y de entrega. 

HASTA LA VERDAD PLENA


Jn 21, 20-25

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»
Os enviaré el Espíritu de la verdad - dice el Señor -; él os guiará hasta la verdad plena.
Al verlo, Pedro dice a Jesús:
«Señor, y este ¿qué?»
Jesús le contesta:
«Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme».
Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?».
Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero.
Muchas otras cosas hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo entero podría contener los libros que habría que escribir.

HASTA LA VERDAD PLENA

Nuestra vida es un camino, un continuo pasar.Caminar hacia la verdad plena, como dice hoy el evangelio, es nuestra meta.

Hacia allí caminamos, segundo a segundo. Hacia allí caminamos poniendo la vista en un mundo futuro.Él es el Camino y por él transitamos.

Y Él también es la Verdad, y hacia Él caminamos. Nuestra Vida es Él. Camino, Verdad y Vida. Jesús.

viernes, 29 de mayo de 2020

¿ME AMAS?


Jn 21, 15-19

Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer con ellos, le dice a Simón Pedro:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?»
Él le contestó:
«Sí, Señor, tú, sabes que te quiero».
Jesús le dice:
«Apacienta mis corderos».
Por segunda vez le pregunta:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?»
Él le contesta:
«Sí, Señor, tú sabes que te quiero».
Él le dice:
«Pastorea mis ovejas».
Por tercera vez le pregunta:
«Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?» y le contestó:
«Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».
Jesús le dice:
«Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras».
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió:
Sígueme».

TÚ SABES QUE TE QUIERO

Sí, Señor, Tú sabes que te quiero. Aunque a veces no te lo demuestre, aunque a veces falle setenta veces siete, aunque a veces no sea consciente de tu Amor.

Señor, Tú lo sabes todo, y sabes de mi miseria y de mi gozo, de mis faltas y mis dones, dados por Ti. 
Señor, Tú sabes que haría todo por Ti y daría mi vida por Ti.

Cien vidas que tuviera, en la cien te amaría. Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo. 

jueves, 28 de mayo de 2020

PARA QUE SEAN UNO


 Jn 17, 20-26

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró, Jesús diciendo:
«No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también lo sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».

QUE ESTÉN CONMIGO, DONDE YO ESTOY

Es el deseo de Jesús, su precioso deseo hacia nosotros. Estar donde está Él es estar en el mismo Corazón de Dios. Y no hay mayor deseo.

Toda nuestra vida debe ser un continuo amar y proyectar nuestras acciones hacia ser uno con Dios.

Conocer, lo más que se pueda en esta vida, a Dios; así podremos ofrecer a todos nuestros hermanos la mayor noticia de la Historia: Dios te ama. 


GUÁRDALOS EN TU NOMBRE


Jn 17, 11b-19

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo:
«Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para tengan en sí mismos mi alegría cumplida.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo para que también ellos sean santificados en la verdad».

ASÍ LOS ENVÍO TAMBIÉN

Jesús nos dice que de la misma forma que el Padre le envió, así nos envió a nosotros. Nuestra misión también es dar a conocer al Padre, a Él. al Amor.

Enviados a un mundo, muchas veces, que ignora quién es Jesucristo o quiere ignorarlo conscientemente. 

Por eso, nuestra misión es tan importante, aquella que nos encomendó: ser santificados en la verdad.


QUE TE CONOZCAN A TI


 Jn 17, 1-1 1a

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, dijo Jesús:
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le dado sobre todo carne, dé la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo.
Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiese.
He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado.
Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti».


QUE TE CONOZCAN A TI

Ese fue el único deseo de Jesús, su misión, aquello que vino a decirnos con todas sus fuerzas: que conozcan al Padre.

Y es que, conociéndole a Él, nuestra vida cambiaría radicalmente. Conocer a Dios, su amor infinito por nosotros, cambia la vida.

O debería cambiarla. Todo queda de nuestra parte. Hagamos todo lo posible por conocer al Padre. El mundo cambiará

lunes, 25 de mayo de 2020

¿AHORA CREÉIS?


Jn 16,29-33

En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios».
Les contestó Jesús:
¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

PARA QUE ENCONTRÉIS LA PAZ EN MÍ

¿Y en quién no encontraremos la paz, sino en Él, que es el Príncipe de la Paz? Sus palabras, sus gestos, su presencia eucarística nos dan paz.

Y esa paz es la que nos da, la que nos deja. Esa paz es la que debemos transmitir como cristianos, como creyentes, como seguidores de Jesús.

Danos tu paz, Señor, aquella que nos hace acercarnos más a tu Corazón pacífico y pacificador. 

domingo, 24 de mayo de 2020

SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR


 Mt 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos».


ASCENSIÓN

Toda la semana la Liturgia nos ha estado preparando para este momento: Dios asciende entre aclamaciones, el Señor, al son de trompetas, como nos dice el Salmo. Jesús ha cumplido su misión de mostrarnos al Padre. Y con Él, también nos mostró su Corazón, su verdadero Rostro. La Verdad, el Camino a recorrer por todos ha quedado claro.

Ya puede volver al Padre, "al Dios mío y Dios vuestro". Puede ascender con la confianza de que el Espíritu nos lo mostrará todo y sabremos seguir su ejemplo y su estela. A veces mejor, a veces peor, pero siempre tendremos un Corazón al que volver, un Corazón de Misericordia infinita.

Nos dejó una misión: guardar todo lo que nos ha mandado, bautizar en nombre de la Trinidad y confiar en Dios hasta el fin de los tiempos. Sube al Padre, pero se queda en nosotros.


sábado, 23 de mayo de 2020

OS LO DARÁ


 Jn 16, 23b-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará.
Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente.
Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios.
Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre».


HE VENIDO AL MUNDO

Jesús tenía muy clara su misión y que tenía un tiempo limitado para ello. Llegó en silencio, pasó su vida en silencio, se dio a conocer y murió por nosotros.

Resucitó y ha llegado la hora de volver al Padre. Su misión ha en el mundo ha finalizado. Nos ha enseñado lo fundamental y principal.

Y en estos últimos momentos de su vida terrenal nos recuerda lo único importante: la alegría de amar. 

viernes, 22 de mayo de 2020

LLORARÉIS Y OS LAMENTARÉIS


 Jn 16, 20-23a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo, vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».


SE ALEGRARÁ VUESTRO CORAZÓN

Jesús es la Verdad, por eso no puede mentir ni mentirnos. Hoy en el evangelio nos habla de nuestra futura alegría cuando volvamos a verle.

Alegría que debe estar presente en nuestro corazón siempre por haberle conocido, por haber podido compartir su vida, su Carne y Sangre, su Palabra.

Y será una alegría inmensa cuando volvamos a verle y le demos el abrazo definitivo en un reencuentro siempre soñado por Él. 


jueves, 21 de mayo de 2020

NO ENTENDEMOS LO QUE DICE


Jn 16,16-20

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos:
«¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?»
Y se preguntaban:
«¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo:
«¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».


YA NO ME VERÉIS

Jesús va preparando el terrenos a los discípulos, explicándoles, de manera que lo entiendan, que Él tiene que irse, que su misión en la tierra está a punto de terminar presencialmente.

Vendrá el Espíritu y a Él ya no le verán. Aunque, si agudizan la mirada, lo podrán ver de maneras diferentes.

Así nosotros. Agudicemos la mirada y veremos a Jesús de maneras diferentes alrededor.


miércoles, 20 de mayo de 2020

MUCHAS COSAS ME QUEDAN POR DECIROS


Jn 16,12-15

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir.
Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».


OS GUIARÁ

Hoy nos dice Jesús que el Espíritu santo nos guiará. Un guía va delante, sabe por dónde ir y nos indica el camino, pero no lo recorre por nosotros.

Nos acompaña, nos anima, nos respalda en el camino. Ese es el Espíritu de Jesús, el Espíritu que él nos enviará para no dejarnos solos.

Dejémonos guiar por Él, dejémonos acompañar.


martes, 19 de mayo de 2020

ME VOY AL QUE ME ENVIÓ


Jn 16, 5-11

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré.
Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».


OS LO ENVIARÉ

Efectivamente, Jesús habla del Espíritu Santo, que nos enviará cuando Él ya no esté. Hasta ahí llega su desvelo y amor por nosotros.

Sabe que se va y nos deja un consuelo. Sabe que se va y nos deja su Espíritu para que nos anime y dé fuerza para vivir siguiéndole.

Su Palabra es verdadera. Nos lo enviará. Y seremos plenos. 






lunes, 18 de mayo de 2020

CUANDO VENGA EL PARÁCLITO


Jn 15, 26-16, 4a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».


VOSOTROS DARÉIS TESTIMONIO

Dar testimonio es ser testigo. Y hoy Jesús nos dice que nosotros también daremos testimonio del Padre y de su Amor hacia nosotros.

Hemos sido testigos de su Amor y Misericordia, de su Bondad y de su Corazón. Testigos para dar testimonio y que este testimonio dé sus frutos.

A tiempo y a destiempo, como dice san Pablo. Dar testimonio, ser testigos, ser apóstoles. 

domingo, 17 de mayo de 2020

VI DOMINGO DE PASCUA


Jn 14, 15-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros.
No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».

MORA CON VOSOTROS

En el evangelio de hoy se muestra una vez más el amor y la ternura infinita con que Dios nos ama. Nos hace promesas que, como Dios, cumple y cumple infinitamente. Él, la Palabra encarnada, el que es la Verdad, nos dice que el Espíritu vive, mora, en nosotros.

No puede haber mayor felicidad, mayor plenitud, mayor satisfacción y belleza espiritual: somos habitados por Dios; Él está, y está verdaderamente en nosotros. Desde el momento en que seamos conscientes deberíamos cambiar radicalmente hacia el bien, ya que Dios es el Bien absoluto. Y nos habita.

El Espíritu nos conduce siempre al encuentro con Cristo. El Espíritu que nos habita nos lleva a Jesús, a la Vida, a la Belleza. Hagamos vida el Espíritu.

sábado, 16 de mayo de 2020

SI EL MUNDO OS ODIA


Jn 15, 18-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros.
Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia.
Recordad lo que os dije: "No es el siervo más que su amo”. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».


YO OS HE ESCOGIDO

No hay otra razón que el amor, como nos ha dicho muchas veces. A Jesús solo le mueve el amor, porque Dios es Amor.

Él nos ha escogido por amor, nos ha salvado por amor, se hizo hombre por amor, se quedó en la Eucaristía por amor.

Nosotros, ¿qué debemos hacer por Él?

viernes, 15 de mayo de 2020

MIS AMIGOS


Jn 15, 12-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Este es mí mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros».

FRUTO

Una de las palabras clave del evangelio de hoy es "fruto". Jesús quiere que demos fruto. Nos ha sembrado en buena tierra, regado, abonado.

Ahora nos toca dar fruto. Y, como también nos dice hoy, que ese fruto permanezca, que no sea momentáneo ni efímero.

Está claro lo que quiere de nosotros. Hagámoslo realidad, demos fruto. 


jueves, 14 de mayo de 2020

SAN MATÍAS


Jn 15, 9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor.
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer.
No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca.
De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé.
Esto os mando: que os améis unos a otros».


QUE OS AMÉIS UNOS A OTROS

En el día de san Matías el Señor nos vuelve a recordar lo básico: amaos unos a otros. Debe ser porque se nos olvida a menudo.

Nunca hay que dar por supuesto lo fundamental, por eso nunca debemos dar por supuesto que ya nos amamos unos a otros.

De ahí el empeño de Jesús y de ahí el esfuerzo por redoblar siempre nuestro compromiso con el amor desinteresado al prójimo.



miércoles, 13 de mayo de 2020

VUELVO A VUESTRO LADO


 Jn 14, 27-31a

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo».

NI SE ACOBARDE

Jesús nos quiere valientes y nos lo recuerda en el evangelio de hoy. "Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde".

El amor nos hace valientes. La fe nos hace valientes. Y amor a Dios y fe en Él es lo que tenemos los cristianos.

No podemos ser cobardes. Jesús nos da el valor y el coraje para continuar con alegría en la aventura de compartir la fe con el mundo. 

martes, 12 de mayo de 2020

EL PADRE ES MAYOR QUE YO


Jn 14, 27-31a


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis.
Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo».


ES NECESARIO QUE EL MUNDO COMPRENDA

Que el mundo comprenda tantas y tantas cosas es siempre necesario, pero Jesús nos dijo una en concreto: que Él ama al Padre.

Y de ese Amor nos ha hablado siempre, y de ese Amor se nutre su Vida, y de ese Amor quiere que hablemos y nos nutramos nosotros.

Hagámoslo así y el mundo comprenderá. Es necesario.


lunes, 11 de mayo de 2020

ME MANIFESTARÉ A ÉL


Jn 14, 21-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
Le dijo judas, no el Iscariote:
«Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?».
Respondió Jesús y le dijo:
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.
Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho».


HAREMOS MORADA EN ÉL

¡Qué forma más bonita de definir un hogar! Hacer morada, morar, habitar, estar permanentemente,,, pues así quiere estar Jesús en nosotros.

Si lo amamos, habitará en nosotros. No hay que hacer nada extraordinario, ni piruetas inaccesibles. Sólo amar, sólo amarle.

Y tendremos la paz interior y exterior, teniendo a Dios en medio de nosotros. Mayor bendición no ha la hay. 

domingo, 10 de mayo de 2020

V DOMINGO DE PASCUA


 Jn 14, 1-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mi. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre».

SI ME CONOCIERAIS

Jesús lo dice quizá triste, quizá como un pequeño tirón de orejas. Si le conociéramos... Pensemos: si le conociéramos, ¿seguiríamos actuando como hasta ahora? ¿seguiríamos hablando como hasta ahora? ¿seguiríamos viviendo de la misma manera?

Conocerle, qué grande sería conocerle. Y ya que Él no está como hombre, nos dejó pistas para poder seguir conociéndole profundamente. La Eucaristía, la Palabra, son dos maneras de conocer a Aquél que más nos ha amado.

No dejemos de lado el impregnarnos de su esencia en la Eucaristía y en la Sagrada Escritura. Al conocerle, cambiarán nuestras vidas y la de todos aquellos que nos rodean.  

sábado, 9 de mayo de 2020

MUÉSTRANOS AL PADRE


Jn 14,7-14

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
Jesús le replica:
«Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mi, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».


CREEDME

Como siempre, la claridad es una nota característica de Jesús. O podríamos llamarlo también transparencia.

Una persona transparente va a cara descubierta, sin dobleces, sin oscuridad. Personas de corazón blanco.

Siendo nosotros así de blancos y transparentes podremos creer abiertamente en Aquel que es la Suma Bondad. 

viernes, 8 de mayo de 2020

DONDE ESTOY YO


 Jn 14, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
Jesús le responde:
«Yo soy el camino y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».

VOLVERÉ

Lo dijo Jesús. "Volveré y os llevaré conmigo". Y no acabamos de creer, y no acabamos de convencernos del Amor infinito de Dios.

Todo lo que hizo Jesús lo hizo por amor. Siervo por amor, desea reinar en nosotros. Siervo que reina, amor que se hace palabra.

Volverá. Y nos llevará con Él para estar donde Él está.

jueves, 7 de mayo de 2020

EL CRIADO NO ES MÁS QUE SU AMO


 Jn 13, 16-20

Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy.
En verdad, en verdad os digo: el que recibe a quien yo envíe me recibe a mí; y el que me recibe a mí recibe al que me ha enviado».


DICHOSOS VOSOTROS SI LO PONÉIS EN PRÁCTICA

Más claro el agua. Jesús nos tiene acostumbrados a ello. Seremos dichosos si ponemos en práctica todo aquello que nos ha enseñado.

Y lo que vino a enseñarnos se resume en una palabra: amor. No hay otro camino, no hay otra manera, no hay otra forma de vivir.

Amor, amar al prójimo, amar al alejado, amar al enemigo, amar a todos sin excepción, amar sin pedir nada a cambio. Dichosos vosotros si lo ponéis en práctica.


miércoles, 6 de mayo de 2020

HE VENIDO AL MUNDO COMO LUZ


 Jn 12, 44-50

En aquel tiempo, Jesús dijo, gritando:
«El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí, ve al que me ha enviado. Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla, yo no lo juzgo, porque no he venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza y no acepta mis palabras tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he pronunciado, esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo que yo hablo, lo hablo como me ha encargado el Padre».


NO HE VENIDO PARA JUZGAR AL MUNDO

Después de dos mil años aun no nos hemos enterado. Jesús no vino para juzgar, vino para amarnos y enseñarnos el Amor del Padre.

Y nosotros juzgamos a nuestros hermanos a la mínima ocasión y no toleramos ni la más mínima falta, según nuestra autorizada opinión.

Tomemos nota de Jesús. No juzguemos; amemos.

martes, 5 de mayo de 2020

SOMOS UNO


 Jn 10, 22-30

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».
Jesús les respondió:
«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mi. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado, es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

SOMOS UNO

Jesús sabía que era Uno con el Padre. Ser Uno es ser la misma persona, estar unidos, sentir igual, hacerse uno con el prójimo.

Jesús y el Padre son Uno. El mismo Dios, el mismo Corazón, la misma Misericordia, la misma Ternura y Bondad. 

Seamos uno también con Jesús, con el Padre. Seamos uno, unidos en el Amor. 

lunes, 4 de mayo de 2020

EL QUE ENTRA POR LA PUERTA


 Jn 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

ENCONTRARÁ PASTOS

La liturgia nos sigue alimentando con la parábola del Buen Pastor, que está en el evangelio de Juan. Hoy nos dice que el que entre por la Puerta, encontrará pastos.

La Puerta es Jesús, no hay otra manera de entrar. Y al entrar, el Pasto es Él mismo hecho Pan partido y repartido para el mundo.

Nos alimentamos con la Palabra y con la Eucaristía. Sólo en él encontramos el verdadero sentido de la vida.


domingo, 3 de mayo de 2020

IV DOMINGO DE PASCUA. DOMINGO DEL BUEN PASTOR


 Jn l0, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:
«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mi son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

EL BUEN PASTOR

En este cuarto domingo la liturgia nos recuerda la imagen del Buen Pastor. Siempre pendiente del bienestar de sus ovejas, que estén en el redil, que no se pierda ninguna, que no haya peligro de lobos, y protegidas por Él.

La imagen del Pastor es de las primeras que se tuvo sobre Jesús. y Él está pendiente de nosotros, para que no nos perdamos, sigamos juntos en comunidad, en la Iglesia y alimentados con su Cuerpo y su Sangre.

Tengamos hoy una oración al Buen Pastor, de corazón a Corazón, que nos haga sentirnos más cerca de su cayado protector, de sus silbos amorosos y de la Eucaristía, donde se quedó ser nuestro pasto.


sábado, 2 de mayo de 2020

¿A QUIÉN VAMOS A ACUDIR?


Jn 6, 60-69

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron:
«Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?»
Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo:
«¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, hay algunos de vosotros que no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar.
Y dijo:
«Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce:
«¿También vosotros queréis marcharos?»
Simón Pedro le contestó:
«Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios».

¿A QUIÉN VAMOS A ACUDIR?


Una pregunta que se hicieron los discípulos y que nos seguimos haciendo tanto tiempo después. ¿A quién vamos a acudir si es el Único que puede salvarnos?

Teniendo claro esto, no nos pongamos en otras manos y nos pongamos nuestro corazón en nada que no sea el Suyo.

Acudamos a Él siempre, que Él siempre tiene sus manos y Corazón para nosotros.



viernes, 1 de mayo de 2020

PARA LA VIDA DEL MUNDO


Jn 6, 52-59

En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
Entonces Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.


PARA SIEMPRE

Dos palabras que en el lenguaje humano no tiene todo el valor que indudablemente tienen cuando las pronuncia Jesús.

Nuestro "para siempre" es muy pobre. Con toda la intención de que así sea, pero siempre se quedará corto.


"El que come de este pan vivirá para siempre". Lo ha dicho Jesús. Para siempre.