viernes, 13 de octubre de 2017

UNA MUJER DE ENTRE EL GENTÍO

Lc 11, 27-28
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».

JESÚS HABLABA A LA GENTE
Está claro: Jesús vino a proclamar el Reino, a hablar del Padre, de la ternura de Dios hacia nosotros, de su Misericordia y del Amor. 
Y sus palabras no han pasado desapercibidas para nadie. O se le sigue o se le persigue. Y para nosotros, que le seguimos, sus palabras deben ser vida.
Vida que no tiene que quedarse solamente en nosotros, sino que debe ser vida que genere más vida en los demás corazones para que el mundo entero conozca la Palabra. 


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