domingo, 19 de noviembre de 2023

XXXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mt 25,14-15.19-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
«Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos.
En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo:
"Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco".
Su señor le dijo:
"Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor".
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo:
"Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos".
Su señor le dijo:
"¡Bien, siervo bueno y fiel!; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor".

FIEL EN LO POCO
Ser fiel no está de moda. Menos, ser fiel en lo poco. Y es que ser fieles en lo pequeño es lo que más le gusta a Dios, en los pequeños detalles diarios para hacer algo muy grande. 
Ser grandes en las cosas pequeñas. Ser extraordinarios en las cosas ordinarias. Por eso, nos dice Jesús, entra en el gozo de tu Señor, por las cosas pequeñas del día a día.
La grandeza del ser humano no tiene límites cuando se une a Dios, siendo uno con Él, desbrozando cada instante del día para ofrecérselo a Dios. 

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