lunes, 29 de julio de 2024

LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA

 Jn 11,19-27

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por su hermano.
Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedó en casa. Y dijo Marta a Jesús:
«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo:
«Tu hermano resucitará».
Marta respondió:
«Sé que resucitará en la resurrección en el último día».
Jesús le dijo:
«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó:
«Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA
Tuvo que morir Lázaro para que todos entendieran que Jesús era la Resurrección y la Vida. 
Tuvo que estar casi cuatro días muerto, sin esperanza, habiéndose agotado las lágrimas para que creyeran.
A veces hay que llegar al límite para entender. Jesús es la Resurrección y la Vida. 

sábado, 27 de julio de 2024

DEJADLOS CRECER JUNTOS

 Mt 13,24-30

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo:
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
“Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”.
Él les dijo:
“Un enemigo lo ha hecho”.
Los criados le preguntan:
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”.
Pero él les respondió:
“No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».

DEJADLOS CRECER JUNTOS
El trigo y la cizaña crecen juntos y hasta que no llega cierto momento no se distingue una planta de otra.
Se han alimentado igual, se han regado igual, pero la diferencia no está fuera; está dentro de ellas.
Así nosotros. Iguales por fuera solo nos distinguirá de la cizaña cuando vivamos ciertos momentos de la vida como auténticos discípulos de Jesús. 

viernes, 26 de julio de 2024

OÍD

 Mt 13,18-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino.
Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe.
Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno».

OÍD
La recomendación y consejo de Jesús en el evangelio de hoy es "oíd", que le oyeran a Él, y con atención. 
Es importante oír para nunca dar por sentado lo que nos quieren decir. Oigamos y escuchemos con atención, especialmente a Jesús. 
Su Palabra nos dará paz, nos hará reflexionar. Oigamos y escuchemos la única Palabra. 

jueves, 25 de julio de 2024

SANTIAGO, APÓSTOL

 Mt 20,20-28

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».

EL CÁLIZ
En el día de la solemnidad de Santiago, apóstol el evangelio nos recuerda el pasaje de la petición de la madre de los Zebedeos.
Si querían sentarse en el sitio más privilegiado, cerca del Señor, tenían que ser capaces de beber su mismo cáliz. 
El cáliz del Señor. servir y no ser servido y dar la vida por todos. ¿Estamos dispuestos a beber su cáliz?

miércoles, 24 de julio de 2024

SE SENTÓ JUNTO AL MAR

 Mt 13,1-9

Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla.
Les habló muchas cosas en parábolas:
«Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron.
Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.
Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron.
Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta.
El que tenga oídos, que oiga».

SE SENTÓ JUNTO AL MAR
Dice el evangelio de hoy que Jesús salió de casa y se sentó junto al mar y allí predicó a una ingente multitud.
No se me ocurre un lugar mejor para predicar el Reino: a la orilla del mar. El mar, que tanto evoca el poder y la maravilla de Dios.
Allí, al lado del Señor, aprendiendo de sus enseñanzas. Allí, que nos encuentre siempre allí. 

martes, 23 de julio de 2024

FRUTO ABUNDANTE

 Jn 15,1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

FRUTO ABUNDANTE
Todos sabemos que si un árbol o una planta da fruto abundante es porque ha tenido  buena tierra, cuidados y buen abono.
Igual nosotros en la vida espiritual. Es necesaria la buena tierra de nuestra alma, los cuidados del Espíritu y el buen abono de la oración y las buenas obras.
¿Qué debo hacer en mi vida espiritual para dar fruto abundante?

lunes, 22 de julio de 2024

¡MAESTRO!

 Jn 20,1.11-18

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo:
«Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto».
Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella les contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice:
«¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro"».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».

¡MAESTRO!
Hoy celebramos la fiesta de santa María Magdalena, testigo privilegiado de la Resurrección del Maestro.
Una mujer que supo encontrar su camino a pesar de las dificultades, de los desencuentros y de una vida compleja.
Que ella interceda por nosotros para que sepamos seguir a Jesús en medio de todos los retos de la vida. 

domingo, 21 de julio de 2024

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mc 6,30-34

En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo:
«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

EL PASTOR
Una de las imágenes más bellas que tenemos de Jesús es el Buen Pastor. Él es el pastor y nosotros, las ovejas. Nos cuida, nos alimenta, nos guarda del lobo y, si nos perdemos, va a buscarnos, amorosamente.
Y cuando nos encuentra, nos devuelve al rebaño. Porque nosotros pertenecemos a una comunidad y, en ella, desde ella y por ella vivimos nuestra fe. Allí nos llama a descansar un poco en su compañía". 
"Venid vosotros a solas a en lugar secreto a descansar un poco", nos dice. Y allí, como Buen Pastor, nos acoge en su regazo y nos alimenta con su Cuerpo y Sangre, en la intimidad de su Corazón. 

sábado, 20 de julio de 2024

ÉL LOS CURÓ A TODOS

 Mt 12,14-21

En aquel tiempo, al salir de la sinagoga, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús.
Pero Jesús se enteró, se marchó de allí y muchos lo siguieron.
Él los curó a todos, mandándoles que no lo descubrieran.
Así se cumplió lo dicho por medio del profeta Isaías:
«Mirad a mi siervo, mi elegido,
mi amado, en quien me complazco.
Sobre él pondré mi espíritu
para que anuncie el derecho a las naciones.
No porfiará, no gritará, nadie escuchará su voz por las calles.
La caña cascada no la quebrará,
la mecha vacilante no la apagará,
hasta llevar el derecho a la victoria;
en su nombre esperarán las naciones».

ÉL LOS CURÓ A TODOS
Es cierto que muchos contemporáneos de Jesús lo seguían por los milagros curativos que le habían visto realizar.
Y Jesús lo sabía, pero Él seguía haciendo el bien a todo aquel que lo necesitaba, a todo aquel que podía. Y lo podía todo.
Que, como a todos ellos, también nos cure a nosotros de todo aquello que necesitemos ser curados. 

miércoles, 10 de julio de 2024

ID Y PROCLAMAD

 Mt 10,1-7

En aquel tiempo, Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel.
Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos».

ID Y PROCLAMAD

Jesús nos convoca a ir a donde sea, a todos lados, ir siguiendo la senda y los caminos, id y proclamad.
Proclamar tiene un sentido más profundo que gritar. Es anunciar con el corazón, con todas las ganas.
Y a eso nos convoca. Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos. 

martes, 9 de julio de 2024

LA MIES ES ABUNDANTE

 Mt 9,32-38

En aquel tiempo, le llevaron a Jesús un endemoniado mudo. Y después de echar al demonio, el mudo habló.
La gente decía admirada:
«Nunca se ha visto en Israel cosa igual».
En cambio, los fariseos decían:
«Este echa los demonios con el poder del jefe de los demonios».
Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia.
Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor».
Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies».

LA MIES ES ABUNDANTE
Sabemos que Jesús nos dice en el evangelio de hoy que la mies es abundante, que hay mucho por hacer en cuanto al Reino.
La tarea es mucha, hay que espabilar y ponerse en marcha para que el mundo entero conozca a Jesús. 
Y si abundante es la mies y el trabajo, nosotros debemos pedir la fuerza al Espíritu para poder llevar su Amor hasta el confín de la Tierra. 

lunes, 8 de julio de 2024

TU FE TE HA SALVADO

 Mt 9,18-26

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un jefe de los judíos que se arrodilló ante él y le dijo:
«Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, impón tu mano sobre ella y vivirá».
Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos.
Entre tanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orla del manto, pensando que con solo tocarle el manto se curaría.
Jesús se volvió y al verla le dijo:
«¡Ánimo, hija! Tu fe te ha salvado».
Y en aquel momento quedó curada la mujer.
Jesús llegó a casa de aquel jefe y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo:
«¡Retiraos! La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él.
Cuando echaron a la gente, entró él, cogió a la niña de la mano y ella se levantó.
La noticia se divulgó por toda aquella comarca.

TU FE TE HA SALVADO
Nunca llegaremos a entender del todo la importancia que tiene nuestra fe. Es algo personal y todo un don.
Quizá por eso sea tan difícil ( a veces) de explicar. Quizá por eso sea sobre lo que más nos pregunta este mundo tan pragmático.
La fe nos salva. La fe se vive. 

domingo, 7 de julio de 2024

XIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mc 6,1-6

En aquel tiempo, Jesús se dirigió a su ciudad y lo seguían sus discípulos.
Cuando llegó el sábado, empezó a enseñar en la sinagoga; la multitud que lo oía se preguntaba asombrada:
«¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada? ¿Y esos milagros que realizan sus manos? ¿No es este el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago y José y Judas y Simón? Y sus hermanas ¿no viven con nosotros aquí?».
Y se escandalizaban a cuenta de él.
Les decía:
«No desprecian a un profeta más que en su tierra, entre sus parientes y en su casa».
No pudo hacer allí ningún milagro, solo curó algunos enfermos imponiéndoles las manos. Y se admiraba de su falta de fe.
Y recorría los pueblos de alrededor enseñando.

ENSEÑANDO
Jesús, el Señor del mundo, el Todopoderoso pasó mucho tiempo de su andadura temporal enseñando. Era el Maestro, el Profeta que nos alumbra en nuestro caminar diario.
Y nosotros, como dice el Salmo de hoy, debemos tener los ojos fijos en Él, esperando su misericordia, su Amor, su Palabra sanadora, aprendiendo de su enseñanza.
Así, como dice san Pablo, residirá en nosotros la fuerza de Cristo. La debilidad se transformará en fuerza para multiplicar su enseñanza a todo el mundo, hasta el confín de la tierra. 

sábado, 6 de julio de 2024

ODRES NUEVOS

 Mt 9,14-17

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercaron a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan».

ODRES NUEVOS
Hoy el evangelio nos habla de la necesidad de que haya odres nuevos para el vino nuevo. No porque sean mejores, sino porque son más adecuados.
Si echamos vino nuevo en odres viejos, se revientan los odres. No porque sean peores, sino porque no son los adecuados.
Tengamos la delicadeza de saber que ponemos el vino en el odre adecuado para que todos nos sintamos comunidad. 

viernes, 5 de julio de 2024

SÍGUEME

 Mt 9,9-13

En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él se levantó y lo siguió.
Y estando en la casa, sentado a la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:
«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús lo oyó y dijo:
«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "Misericordia quiero y no sacrificio": que no he venido a llamar a justos sino a pecadores».

SÍGUEME
Invitación hermosa que nos hace Jesús a seguirle en todo y para todo. Seguir sus palabras y traducirlas en obras.
Invitación que sigue teniendo sentido dos mil años después. Invitación que se te hace a ti y a mí. 
Sigamos a Jesús, sigamos su Palabra, hagamos vida el evangelio. 

jueves, 4 de julio de 2024

LA GENTE QUEDÓ SOBRECOGIDA

 Mt 9,1-8

En aquel tiempo, subió Jesús a una barca, cruzó a la otra orilla y fue a su ciudad. En esto le presentaron un paralítico, acostado en una camilla. Viendo la fe que tenían, dijo al paralítico:
«¡Ánimo, hijo!, tus pecados te son perdonados».
Algunos de los escribas se dijeron:
«Este blasfema».
Jesús, sabiendo lo que pensaban, les dijo:
«¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados te son perdonados", o decir: "Levántate y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados -entonces dice al paralítico-: "Ponte en pie, coge tu camilla y vete a tu casa"».
Se puso en pie y se fue a su casa.
Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios, que da a los hombres tal potestad.

LA GENTE QUEDÓ SOBRECOGIDA
Hoy el evangelio nos enseña que las personas que observaban a Jesús se sorprendieron cuando perdonó pecados.
Y puede que nosotros también nos sorprendamos todavía por no creernos que Dios perdona de verdad.
El Señor del mundo, que puede hacer que el paralítico vuelva a andar, ¿cómo no va a perdonar pecados? 

miércoles, 3 de julio de 2024

BIENAVENTURADOS LOS QUE CREAN SIN HABER VISTO

 Jn 20,24-29

Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
«Hemos visto al Señor».
Pero él les contestó:
«Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
«Paz a vosotros».
Luego dijo a Tomás:
«Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
Contestó Tomás:
«¡Señor mío y Dios mío!».
Jesús le dijo:
«¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».

BIENAVENTURADOS LOS QUE CREAN SIN HABER VISTO
Hoy, fiesta de santo Tomás, apóstol, el evangelio nos regala una bienaventuranza más: bienaventurados los que crean sin haber visto
Y esos somos nosotros, en el evangelio hubo una mención y un recuerdo para todos nosotros, los que creemos sin haber visto
Que nunca nos olvidemos de que somos bienaventurados, dichosos, felices por haber creído.