martes, 19 de julio de 2022

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

  Lc 10, 38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:
«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».
Pero el Señor le contestó:
«Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

NO LE SERÁ QUITADA

Hoy el evangelio nos presenta a Jesús en casa de Marta. Habían llegado de repente y Marta se había afanado en preparar  todo para que a nadie le faltara nada.

Es normal que se quejara a Jesús de que nadie ayudara, en especial su hermana. Pero Jesús, en su pedagogía, le dijo algo sorprendente. María había escogido la mejor parte.

¿Y cuál es la mejor parte que debemos escoger nosotros? Debemos reflexionar sobre ello. Busquemos la mejor parte y vivámosla en plenitud.

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