sábado, 29 de abril de 2017

SEÑOR DE CIELO Y TIERRA

Mt 11, 25-30

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».



MANSO Y HUMILDE


Jesús es el Maestro, maestro de nuestra vida en todo y el mayor pedagogo de la Historia. Es el que nos enseña, el que nos educa.

Y en el evangelio de hoy nos dice que aprendamos de Él una cosa. No nos dijo que aprendamos a hacer milagros, ni a andar sobre el mar.

Nos dijo que aprendiésemos a ser mansos y humildes, virtudes que no son muy comunes. Y eso es lo que debemos ser para parecernos cada vez más a Él.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.