martes, 8 de febrero de 2022

AL MENOS

 Mc 6, 53-56

En aquel tiempo, terminada la travesía, Jesús y sus discípulos llegaron a Genesaret y atracaron.
Apenas desembarcados, lo reconocieron y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando se enteraba la gente dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas.
En los pueblos, ciudades o aldeas donde llegaba colocaban a los enfermos en la plaza y le rogaban que les dejase tocar al menos la orla de su manto; y los que lo tocaban se curaban.

AL MENOS

Los enfermos que iban a verle querían tocar, al menos, la orla de su manto. Un poquito, el borde, nada más.

Porque sabían que, aun siendo solo eso, se curarían. Su fe era grande, muy grande para creer de esa forma en Él.

Al menos, Señor, al menos mírame un segundo, al menos, mírame.

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