lunes, 2 de mayo de 2022

MANSO Y HUMILDE

 Mt 11, 25-30

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

MANSO Y HUMILDE

Jesús nos dijo que fuéramos mansos y humildes, que en eso le imitásemos. No que le imitemos en hacer milagros, no.

Mansos y humildes, como Él. ¡Cuántas cosas cambiarían en el mundo si fuésemos mansos! No habría guerras, ni enfados, ni envidias, ni...

Seamos mansos. Y el mundo cambiaría.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.