viernes, 23 de julio de 2021

SIN MÍ

 Jn 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

SIN MÍ

Hasta que no nos quede claro que sin Él no somos nada, ni podemos nada, nuestra vida no cambiará. Él es el que da sentido a toda nuestra vida.

Nuestra existencia está transida de Dios. Somos capaces de Dios, como decía san Agustín. Somos en Él y existimos por Él y para Él.

Y nos lo dice hoy en el evangelio, "sin mí no podéis hacer nada". Nuestra vida, Él. Nuestro camino, Él. Nuestro todo, Él.

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