martes, 11 de enero de 2022

SOLEMNIDAD DE MARÍA, MADRE DE DIOS

 Lc 2, 16-21

En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacía Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto; conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

EN SU CORAZÓN

El primer día del año la Iglesia recuerda a la Madre de Dios. ella, la Inmaculada, la elegida para tan inconmensurable misión.

La Madre de Dios guardaba todo lo vivido en su corazón y allí meditaba. Allí se preguntaba y su respuesta la encontraba cuando oía "madre" a su lado.

Madre. No hay palabra tan bella. Y Jesús se la dijo a Ella.

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