lunes, 15 de mayo de 2017

SIN MÍ NO PODÉIS HACER NADA

 Jn 15. 1-7
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseéis, y se realizará».

PERMANECED EN MÍ
¡Qué palabras tan bonitas de Jesús referidas a nosotros! "Permaneced en Mí". Quedaos conmigo, estad aquí, dejadme que os mantenga en mí...
Él quiere que estemos con Él, que estemos en Él. Y que no nos vayamos, que sigamos en su Corazón, que seamos en Él, porque sin Él, no podremos ni siquiera existir.
...Y yo en vosotros. Hagamos que también Él permanezca en nostros, en nuestro corazón, teniendo siempre allí un sitio para Él, haciendo el bien siempre y a todos. Así permaneceremos en Él y Él en nosotros.


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