miércoles, 17 de abril de 2019

MIÉRCOLES SANTO


Mt 26, 14-25

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos sacerdotes y les propuso:
«¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?»

Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando ocasión propicia para entregarlo.

El primer día de los Ácimos se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?» Él contestó: «ld a la ciudad, a casa de quien vosotros sabéis y decidle: "El Maestro dice: Mi hora está cerca; voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos"».

Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo: «En verdad os digo que uno de vosotros me va a entregar».

Ellos, muy entristecidos, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso, Señor?» Él respondió: «El que ha metido conmigo la mano en la fuente, ése me va a entregar. El Hijo del hombre se va como está escrito de él; pero, ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado!, más le valdría a ese hombre no haber nacido».

Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?»

Él respondió: «Tú lo has dicho».

PREPARARON LA PASCUA

Los discípulos, haciendo caso al Maestro, prepararon lo necesario para la Pascua. Es lo mismo que hoy nos dice a nosotros: Preparad la Pascua.

Judas, en vez de eso, fue a preguntar por cuántas monedas lo entregaba. Ante eso, debemos preguntarnos: En estos días, ¿estamos preparándonos para la Pascua o pensando en lo que no tiene nada que ver con Jesús?

No vendamos a nadie, ni por treinta monedas, ni por un comentario, ni por una idea. Preparemos la Pascua, preparémonos para que Jesús pase por nosotros. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.