domingo, 28 de junio de 2020

PUEDES LIMPIARME


Mt 8, 1-4

Al bajar Jesús del monte, lo siguió mucha gente.
En esto, se le acercó un leproso, se arrodilló y le dijo:
«Señor, si quieres, puedes limpiarme».
Extendió la mano y lo tocó, diciendo:
«Quiero, queda limpio».
Y en seguida quedó limpio de la lepra.
Jesús le dijo:
«No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio».

PUEDES LIMPIARME

Y en verdad, Jesús es el único que puede limpiarnos. Y que quiere limpiarnos. El caso es que queramos nosotros.

El evangelio rebosa amor por todas sus páginas y palabras y eso es lo único que quiere darnos Jesús.

Limpiar y sanar. Limpiarnos y sanarnos debería ser misión de todo cristiano.




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