lunes, 17 de diciembre de 2018

¡OH, ADONAI!

 Mt 1, 18-24
La generación de Jesucristo fue de esta manera:
María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta.
«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"».
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

EN LA ZARZA ARDIENTE
18 de diciembre, día de la Esperanza. ¿Y qué es el Adviento, sino esperanza activa ante el Mesías que llega y que nos salvará definitivamente de todo lo negativo?
Hoy la Antífona del Magníficat nos habla también de esperanza, de vida, de fuerza. Zarza ardiente ante Moisés, estupefacto ante tanta belleza.
Señor del mundo, Señor de la fe, Señor de nuestras vidas, Adonai, ¡ven con poder, ven con tu poder infinito y con suavidad llévanos a ti!
¡OH, ADONAI, PASTOR DE LA CASA DE ISRAEL, QUE TE APARECISTE A MOISÉS EN LA ZARZA ARDIENTE Y EN EL SINAÍ LE DISTE TU LEY! ¡VEN A LIBRARNOS CON EL PODER DE TU BRAZO!


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.