domingo, 7 de julio de 2019

ODRES NUEVOS


Mt 9, 14-17

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercaron a Jesús, preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»

Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.

Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres; se derrama el vino, y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan».

ODRES NUEVOS

Es verdad que para recomenzar cualquier tarea desde cero es recomendable renovar todo o gran parte de lo anterior.

Jesús vino a traer algo nuevo y necesitaba personas nuevas y renovadas, en el interior sobre todo, sin poso alguno que pudiera frenar la incontenible novedad de su misión.

Hoy también se necesitan odres nuevos, personas renovadas en lo más profundo para llevar al corazón del mundo el Corazón de Dios.


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