sábado, 10 de agosto de 2019

MUCHO FRUTO


Jn 12, 24-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiere servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sierva, el Padre lo honrará».

EL QUE SE AMA A SÍ MISMO

Hoy el evangelio nos habla de entrega y generosidad, de servicio y atención a los demás, de vivir la alegría de la fecundidad en la caridad al prójimo.

Por contra, nos dice que el que se ama a sí mismo está perdido, sin norte. Ser servidores de Jesús materializándolo en el servicio a los hermanos es la mejor senda que recorrer sin perderse.

Hagamos visible a Dios en la entrega, en la misericordia y la ternura. Vayamos de la mano de María y siguiendo el ejemplo de Jesús.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.