jueves, 5 de septiembre de 2019

EL VINO Y EL ESPOSO


Lc 5, 33-39

En aquel tiempo, los fariseos y los escribas dijeron a Jesús: «Los discípulos de Juan ayunan a menudo y oran, y los de los fariseos también; en cambio, los tuyos, a comer y a beber».

Jesús les contestó: «¿Acaso podéis hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, entonces ayunarán en aquellos días».

Les dijo también una parábola: «Nadie recorta una pieza de un manto nuevo para ponérsela a un manto viejo; porque, si lo hace se rompe y al viejo no le cuadra la pieza del nuevo. el nuevo. Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque, si lo hace, el vino nuevo reventará los odres y se derramará, y los odres se estropearán.

A vino nuevo, odres nuevos.

Nadie que cate vino añejo quiere del nuevo, pues dirá: "El añejo es mejor"».


VINO NUEVO

El vino se hace a partir de muchos racimos. Así la Iglesia se compone de muchas personas que dan lo mejor de sí mismas.

De ello se compone el vino nuevo del que nos habla en evangelio de hoy. Pero para este vino nuevo hacen falta odres nuevos.

Hay que poner todo lo que somos y podemos para hacer de la Iglesia el odre nuevo que sea faro para el mundo de hoy.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.