domingo, 3 de noviembre de 2019

XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Lc 19, 1 - 10

En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí.

Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».

Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».

Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».


EN CASA DE UN PECADOR

En el evangelio de hoy quedan claras las posturas de cada protagonista. Jesús no hace acepción de personas, Zaqueo se convierte ante la visita de Jesús y los demás murmurando porque Jesús había hecho algo reprobable por la ley farisaica: había entrado en la casa de un "pecador".

Leyendo y meditando este pasaje te pido, Señor, que entres en mi casa, que entres en la casa de este "pecador" y que me convierta a ti, me convierta a tu Corazón en el que cabemos todos sin excepción y que no me importe cómo me vean los demás sabiendo que todos somos "pecadores" y que , cuando quieras, entrarás en su casa para que también se conviertan a tu Corazón.

Así, "todas tus criaturas te darán gracias" como dice el Salmo. Y el libro de la Sabiduría, que deberíamos leer todos en algún momento de nuestras vidas, define bellamente a Dios como "amigo de la vida". Somos para Dios, sigue diciendo, como un grano de arena o una gota de rocío. Por ello nos ama, por ello"todo lo puede y pasa por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan". Ven, Señor, entra en mi casa y sáname. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.