martes, 13 de septiembre de 2022

PASÓ LA NOCHE ORANDO A DIOS

  Lc 6, 12-19

En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelotes; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en un llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

PASÓ LA NOCHE ORANDO A DIOS

Así fue Jesús. Uno con el Padre, orando a Dios a cada ocasión, pasando la noche en oración. ¡Qué ternura desprenderían! El Amor orando al Amor.

La oración es una de las maneras de unirnos al Corazón de Dios, allí donde debemos hacer nuestro nido, a donde siempre debemos volver.

Al retomar nuestras actividades, después de un merecido descanso en vacaciones, retomemos o iniciemos nuestra oración diaria para llegar a ese sagrado Corazón.

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