martes, 13 de septiembre de 2022

SALVAR UNA VIDA O DESTRUIRLA

  Lc 6, 6-11

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar.
Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada.
Los escribas y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo.
Pero él conocía sus pensamientos y dijo al hombre de la mano atrofiada:
«Levántate y ponte ahí en medio».
Y, levantándose, se quedó en pie.
Jesús les dijo:
- «Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?».
Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo:
«Extiende tu mano».
Él lo hizo y su mano quedó restablecida.
Pero ellos, ciegos por la cólera, discutían qué había que hacer con Jesús.

SALVAR UNA VIDA O DESTRUIRLA

En estos tiempos en que la coherencia brilla por su ausencia a los cristianos se nos pide ser más coherentes que nuestros hermanos, sean del signo que sean.

Debemos defender la vida, no destruirla; defender la naturaleza, no destruirla; defender todo aquello que sea bueno, no destruirlo.

Salvemos vidas, salvemos almas. Allí donde estemos, seamos fieles discípulos del Salvador.

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