miércoles, 17 de agosto de 2016

LOS ÚLTIMOS SERÁN LOS PRIMEROS

Mt 20, 1-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.
Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido."
Ellos fueron.
Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo.
Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?"
Le respondieron: "Nadie nos ha contratado".
Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña".
Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros".
Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno.
Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo:
"Estos últimos han trabajado sólo una hora y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno.
Él replicó a uno de ellos:
"Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario? Toma lo tuyo y vete. Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?"
Así, los últimos serán los primeros y los primeros, últimos».


¿VAS A TENER TÚ ENVIDIA PORQUE YO SOY BUENO?


Jesús hoy nos ofrece la parábola de los obreros de la viña. Todos somos igual de importantes para él, hayamos llegado a primera hora o a última a trabajar en su viña.

Y, a la hora de pagar el jornal es bueno con todos y, como nos dice hoy, tiene libertad para hacer lo que quiera en sus asuntos. ¿O vamos a enmendarle la plana a Dios criticando el bien que hace?

"¿Vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Dios no es bueno, es LA BONDAD. Envidiosos somos nosotros. Tomemos ejemplo de la Bondad  y alegrémonos del bien de nuestros hermanos como si fuese nuestro. Seamos partícipes de esa bondad y sólo así llegaremos al Corazón de Cristo. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.