viernes, 7 de octubre de 2016

SÁBADO DE LA XXVII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Lc 11, 27-28

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la gente, una mujer de entre el gentío, levantando la voz, le dijo: «Bienaventurado el vientre que te llevó y los pechos que te criaron».
Pero él dijo: «Mejor, bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen».


BIENAVENTURADOS LOS QUE ESCUCHAN LA PALABRA DE DIOS Y LA CUMPLEN


Las bienaventuranzas son bendiciones de Jesús que sirven para toda época. Es agradable pensar que las proclamó pensando en nosotros. 

La que hoy nos regala debería ser ocasión para meditar en la importancia que Jesús da a su Palabra, a la Escritura que, como buen hebreo, conocía bien.

Nosotros deberíamos también conocer la Biblia, saber qué nos dice, cómo y por qué. Sobre todo por lo que nos dice hoy Jesús: "Bienaventurados los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen". Y, como vemos, no sólo leer, escuchar y conocer; también cumplir. 


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