viernes, 3 de marzo de 2017

VIERNES DESPUÉS DE CENIZA

Mt 9, 14-15

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».

Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunaran».


EL AYUNO


El ayuno en tiempo de Jesús era una práctica común, Él también ayunó antes de empezar su vida pública. 

Para nosotros tiene otro significado que el de entonces. Debemos ayunar, sí. Así nos unimos a los que padecen de cualquier modo. El ayuno nos hace ser humildes.

Ayunemos no solo de comida, sino de todo aquello que puede hacer daño a nuestros hermanos, de todo aquello que nos separa de Dios. 





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