viernes, 28 de junio de 2019

SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


Lc 15, 3-7

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola:

«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra?

Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y, al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos, y les dice: "¡Alegraos conmigo!, he encontrado la oveja que se me había perdido".

Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse».


CORAZÓN

Cuando queremos llegar de verdad a alguien decimos que hay que llegarle al corazón para moverle a hacer algo o a confiar en algo. El corazón es el motor de todo lo que hacemos, sin duda, de todo lo que pensamos y creemos. Y de todo lo que amamos.

La Iglesia dedica este día a fijarnos en el Corazón de Jesús, ese Corazón en el que cabemos todos, al que todos podemos apelar, rezar, orar, confiar, en el que todos estamos como en nuestra casa, en el que vivimos. 

No tengamos un corazón arrugado, al contrario, a ejemplo de su Sagrado Corazón hagamos que todos quepan en el nuestro, sin excepción. Tengamos un corazón blanco, en el que todos puedan confiar, como el Suyo. Seamos corazón.




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