miércoles, 3 de agosto de 2022

TEN COMPASIÓN DE MÍ

 Mt 15, 21-28

En aquel tiempo, Jesús se retiró a la región de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle:
«Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo».
Él no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle:
«Atiéndela, que viene detrás gritando».
Él les contestó:
«Sólo he sido enviado a las ovejas descarriadas de Israel».
Ella se acercó y se postró ante él diciendo:
«Señor, ayúdame».
Él le contestó:
«No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».
Pero ella repuso:
«Tienes razón, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de los amos».
Jesús le respondió:
«Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas».
En aquel momento quedó curada su hija.

TEN COMPASIÓN DE MÍ

La compasión es pasión-con, padecer-con. Y de eso sabe mucho Jesús. Acertó la cananea al pedirle compasión para que la curase.

Jesús cargó con todas nuestras enfermedades, nos dice el Antiguo testamento en el libro de Isaías, padeció-con-nosotros.

Y hoy lo sigue haciendo, a nuestro lado, siempre con nosotros el Compasivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.