domingo, 12 de febrero de 2023

ENTRÓ EN UNA CASA PROCURANDO PASAR DESAPERCIBIDO

 Mc 7,24-30

En aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro.
Entró en una casa procurando pasar desapercibido, pero no logró ocultarse.
Una mujer que tenía una hija poseída por un espíritu impuro se enteró enseguida, fue a buscarlo y se le echó a los pies.
La mujer era pagana, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el demonio de su hija.
Él le dijo:
«Deja que se sacien primero los hijos. No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos».
Pero ella replicó:
«Señor, pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños».
Él le contestó:
«Anda, vete, que por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija».
Al llegar a su casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.
ENTRÓ EN UNA CASA PROCURANDO PASAR DESAPERCIBIDO
Es inevitable  sonreír al pensar que Jesús iba a pasar desapercibido allá donde fuera después de todo lo que estaba empezando a hacer.
"Le fue imposible", sigue diciendo el evangelio. Y es que, querámoslo o no, es así. A Jesús le es imposible pasar desapercibido.
Nadie queda impasible al conocerlo: se le ama o no se le ama. Pero siempre mueve corazones. Que siempre sepamos cuándo Jesús pasa a nuestro lado. 

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