domingo, 19 de febrero de 2023

¡QUÉ BUENO ES QUE ESTEMOS AQUÍ!

 Mc 9,2-13

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, subió aparte con ellos solos a un monte alto, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.
Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y dijo a Jesús:
«Maestro, ¡qué bueno es que estemos aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».
No sabía qué decir, pues estaban asustados.
Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube:
«Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo».
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban del monte, les ordenó que no contasen a nadie lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
Esto se les quedó grabado y discutían qué quería decir aquello de resucitar de entre los muertos.
Le preguntaron:
«¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?».
Les contestó él:
«Elías vendrá primero y lo renovará todo. Ahora, ¿por qué está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Os digo que Elías ya ha venido y han hecho con él lo que han querido, como estaba escrito acerca de él».

¡QUÉ BUENO ES QUE ESTEMOS AQUÍ!
Es lo que le dijo pedro a Jesús en el Monte Tabor cuando presenció la Transfiguración. Fue un momento especial que no quería que acabase.
Y es que todos los momentos con Jesús son especiales y nunca deberían acabar haciéndonos exclamar: ¡Qué bueno estar aquí!
Tengamos a diario momentos especiales con Jesús en la oración y estar allí, con Él, corazón a Corazón, será lo mejor.

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