domingo, 12 de febrero de 2023

LA SEMILLA

 Mc 4,26-34

En aquel tiempo, Jesús decía al gentío:
«El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Dijo también:
«¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra».
Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
LA SEMILLA
Jesús adecuaba su lenguaje de predicación a los que lo oían y seguían. Debían entender todo aquello que era el Reino, Dios Padre, la Misericordia, en definitiva, el amor con mayúsculas.
Por eso en el evangelio de hoy nos habla de semillas que germinan, del sembrador y de la tierra. Y lo entendieron enseguida. 
Dejemos que el Sembrador ponga semillas en nuestra buena tierra, en nuetsro corazón. Solo así germinará en buenas obras. 

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