miércoles, 16 de noviembre de 2016

MUY BIEN, SIERVO BUENO

Lucas 19, 11-28

En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestase enseguida.
Dijo, pues: «Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles:
"Negociad mientras vuelvo".
Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo: "No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros".
Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quien había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno.
El primero se presentó y dijo: "Señor, tu mina ha producido diez".
Él le dijo: "Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades".
El segundo llegó y dijo: "Tu mina, señor, ha rendido cinco."
A ese le dijo también: "Pues toma tú el mando de cinco ciudades".
El otro llegó y dijo: "Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente, que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado".
Él le dijo: "Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses."
Entonces dijo a los presentes: "Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas".
Le dijeron: "Señor, si ya tiene diez minas".
"Os digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no me querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia"».
Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.


CAMINABA DELANTE DE ELLOS


Hoy el evangelio nos ofrece la parábola de los talentos. Al acabar, el evangelista comenta que  Jesús caminaba delante de ellos, subiendo a Jerusalén. 

Él sabía que subir a Jerusalén significaba ir hacia su Pasión y Muerte, hacia traiciones y negaciones pero, aun así, caminaba delante de ellos, como con prisa por llegar.

Tenía ansias por entregarse, hasta el extremo, con totalidad. Iba hacia el cumplimiento de la misión que le había encargado el Padre. Pidámosle a Dios que nos conceda entregarnos a los hermanos como Jesús se entregó. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.