domingo, 23 de julio de 2017

XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 Mateo 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo: 
«El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo:
"Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?"
Él les dijo: "Un enemigo lo ha hecho".
Los criados le preguntaron: "¿Quieres que vayamos a arrancarla?"
Pero él les respondió: "No, que, al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y, cuando llegue la siega, diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».

¿DE DÓNDE SALE LA CIZAÑA?
Muchas veces nos preguntamos por la causa del mal, de la enfermedad, de la guerra, del odio... de la maldad, en una palabra. ¿De dónde viene toda esa cizaña?
El mundo es bueno, fue creado bueno, desde la Bondad de un Dios Amor que pensó en nosotros al crearlo. Entonces, ¿toda esa cizaña, de dónde sale? "Un enemigo lo ha hecho", nos dice Jesús en el evangelio de hoy.
Venzamos a ese enemigo, venzamos al mal a fuerza de bien. La Bondad supera a la Maldad y cada gesto de amor es una victoria sobre el enemigo que siembra cizaña en medio de nuestro trigo. Sembremos amor y cosecharemos amor. Al final, la cizaña será atada en gavillas para quemarla y solo quedará el amor. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.