jueves, 22 de febrero de 2018

LA OFRENDA

Mt 5, 20-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Habéis oído que se dijo a los antiguos: "No matarás", y el que mate será reo de juicio. Pero yo os digo: todo el que se deja llevar de la cólera contra su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano "imbécil", tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama "necio", merece la condena de la “gehena” del fuego.
Por tanto, si cuando vas a presentar tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Con el que te pone pleito procura arreglarte enseguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. En verdad te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último céntimo».

VETE PRIMERO A RECONCILIARTE
Muchas veces pensamos que pedir perdón es humillante, o nos va a hacer sentir mal, o la persona a la que vamos a pedir perdón no lo aceptará.
Pero Jesús hoy nos dice que si estás enfadado con tu hermano o si tienes algo contra alguien, no puedes tener una buena relación con Dios.
Vete primero a reconciliarte con esa persona, o ese familiar, o ese amigo y entonces podrás ofrecer limpio tu corazón a Dios. 


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